Anuncio del Primer Ministro australiano se realiza meses después que un grupo de victimas demandara al Estado.

Servindi, 9 de agosto, 2021.- El Primer Ministro de Australia, Scott Morrison, anunció que el gobierno indemnizará a los aborígenes del país que fueron separados de sus familias en la infancia.

El mandatario afirmó que se otorgará alrededor de 75 mil dólares australianos a las miles de víctimas de lo que llamó “un capítulo vergonzoso” de la historia de la nación.

Durante gran parte del siglo XX, la política de asimilación en Australia afectó a alrededor de 100 mil infantes, quienes pasaron a integrar la ‘generación robada’.

Carga colonial

Con un anuncio oficial, el Ministro Morrison detalló que se destinará una cifra total de 378 millones de dólares australianos para compensar a alrededor de 3600 supervivientes de la política de asimilación del país.

La disposición consiste en un pago 75 mil dólares australianos a cada persona afectada por la separación forzosa y otro pago de 7 mil, para conseguir un tratamiento de apoyo.

Además de ello, los afectados tendrán la posibilidad de explicar, presencialmente, el impacto que les generó esta separación forzosa a un alto funcionario del gobierno y recibir una disculpa del mismo.

El programa de reparaciones recibirá inscripciones a partir del 1 de marzo del 2022, mientras tanto la Agencia Nacional de Indígenas Australianos se encargará de su planificación.

Brechas pendientes

La medida se toma luego de que, en abril de este año, un grupo personas de la ‘generación robada’ haya interpuesto una demanda colectiva contra el gobierno.

La indemnización se enmarca en un plan de cierre de brechas que el gobierno australiano desarrolla para la población indígena del país.

“Este anuncio refleja el compromiso del Gobierno de reconocer los errores del pasado como parte de un proceso de reconciliación nacional”, señaló el Ministro para asuntos indígenas Ken Wyatt.

Prolongada marginación

Entre 1910 y 1970 estuvo vigente esta política de asimilación, que extraía a niños indígenas de sus hogares en el Territorio del Norte, Canberra y Jervis Bay para entregarlos a instituciones.

Muchas de las víctimas de estas políticas fallecieron sin llegar a conocer a sus verdaderas familias biológicas. Además de la traumática experiencia, sufrieron innumerables abusos físicos y psicológicos.

En Australia, la población aborigen está compuesta por alrededor de 700 mil personas (3% de los habitantes del país) y representan el sector más vulnerable y marginado.

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