Por Jorge Molina Araneda

El sistema capitalista neoliberal propaga la producción irracional del consumo ilimitado y la mercantilización de la vida personal y social, generando, así, oligarquías parasitarias que transgreden el principio del bien común, creando una cadena de crédito e interés, plusvalía y explotación del llamado capital humano.

Karl Marx señalaba que los paladines del liberalismo tomaban como natural el régimen capitalista y sus instituciones basadas en la propiedad privada de los medios de producción y desigualdad social producida por el antagonismo de clases. Según Marx, “Para ellos no hay más que dos tipos de instituciones, las artificiales y las naturales. Las instituciones del feudalismo son artificiales, y las de la burguesía son naturales”.

Lo anterior no es muy distinto a la visión de los contemporáneos apologistas del modelo económico que defienden al capitalismo de las últimas décadas como lo natural, eterno e inmutable.

Este sistema económico ofrecería, señalan sus partidarios con fe de carbonero, una plena libertad al ser humano. ¿Será tan así acá en Chile? Pasemos a revisar…

 -Sueldos
En nuestro país el sueldo mínimo es de $326.500. De acuerdo a la Fundación SOL (2018), sólo el 22,1% de los (as) trabajadores (as) gana más de $500.000 líquidos.

Un hogar promedio de 3 o 4 personas donde una trabaja y dispone de $500.000 para todos los gastos mensuales, para llegar a fin de mes (alimentarse, vestirse, movilizarse, pagar las cuentas básicas y financiar la educación y la salud), tendrá que recurrir inevitablemente al endeudamiento. Si en cambio, son dos personas las que trabajan y cada uno recibe $500.000 líquidos, en este hogar se tendrán que realizar actos de malabarismo para poder llegar al último día del mes, ya que en el Chile actual, muchos bienes y servicios tienen precios similares a países europeos de ingresos altos y hay que pagar por lo que en otros lugares son derechos sociales garantizados. En síntesis, los sueldos que se pagan en Chile no alcanzan para vivir.

-Pensiones
Dado el sistema de capitalización individual que funciona en nuestro país, donde según datos de la Fundación SOL, en base a estadísticas de la Superintendencia de Pensiones, la pensión de los nuevos jubilados en febrero de este año solamente era de 158 mil pesos mensuales en promedio. En una gran mayoría de los casos, los pensionados que tuvieron una vida laboral continua y completa reciben entre 30% y 40% de su salario, y aquellos que cambiaron de actividad o empleador, hasta 10 veces menos. Durante la dictadura, se estableció que cada afiliado recibiría una jubilación equivalente al 70% de su sueldo, lo que a todas luces fue una falacia.

-Pobreza

Mientras la fuerza de trabajo en Chile es de 8,5 millones de personas, hay 11 millones de ciudadanos mayores de 18 años con deudas. De ellos, 4,6 millones no las están pudiendo pagar. Y a veces piden nuevos créditos para afrontar viejas deudas.

Esto sucede porque la mayoría de esos compromisos financieros son no patrimoniales, o sea, que no son para comprar bienes como una casa o un automóvil, sino para alimentarse, vestirse, pagar cuentas básicas o para educación y salud. En Chile la pobreza se mide a través de los reportes de hogares de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN). En ella se calculan los ingresos de los hogares, que para la gran mayoría provienen del trabajo, pero también reportan los subsidios del Estado, y el alquiler imputado.

La Fundación SOL concluyó que, si se tienen en cuenta solo los ingresos autónomos, principalmente del trabajo y las pensiones contributivas, la pobreza pasa de poco más del 8,9 por ciento oficial a casi 30 por ciento.

-Canasta básica de alimentos

El costo de una canasta básica de alimentos en Chile alcanza a cerca de un tercio del monto del salario mínimo líquido mensual, lo que coloca al país en el rango del medio global. En Chile una canasta básica de pan, leche, huevos, arroz, queso, carne, frutas y verduras cuesta unos $70.386, de acuerdo con un estudio de Picodi.com (2020).

-Vivienda
Respecto a la vivienda, en Argentina es un 47% más barata que en Chile. Incluso, nuestro país aparece en algunos listados como uno de los que tiene los precios más altos de arriendos en toda Latinoamérica.

De acuerdo al Índice de acceso a la vivienda (2018), de la Cámara Chilena de la Construcción, Chile está entre los países donde tratar de adquirir un bien raíz es “severamente no alcanzable”. Santiago es más caro que Miami. Lo anterior significa que una familia promedio debe destinar 7,6 años de sus ingresos totales para financiar un inmueble. Siguiendo este informe, el costo de comprar una casa o un departamento se ha incrementado en casi 68% en ocho años, mientras que los ingresos de las familias solamente han subido un 24,7%.

-Transporte Público
De acuerdo a un sondeo realizado por el periódico financiero La República (2019), de Colombia, Chile es uno de los países con los precios del transporte más alto, siendo superado sólo por Montevideo, donde cuesta 38 pesos uruguayos, es decir, US$1. Le siguen Lima, a US$0,74, y Sao Paulo, donde el pasaje -tanto el Metro como en los autobuses- cuesta US$0,72.
-Tarifas de agua potable y electricidad

A nivel nacional, en tanto, las tarifas de agua y saneamiento presentan una variabilidad significativa, siendo la más alta, a nivel de capitales regionales, la que pagan los habitantes de Coyhaique. En aquella zona la tarifa por m3 es de US$3,43.

Otras tarifas son: Antofagasta (US$3,10), Copiapó (US$3,05), Iquique (US$2,61), Punta Arenas (US$2,52), Puerto Montt (US$2,39), Valparaíso (US$2,21), Arica (US$2,21), Concepción (US$1,68) y Santiago (US$1,45).

En cuanto a la electricidad, en 2017, el valor es uno de los más altos entre los países sudamericanos. La tarifa es de 15,80 centavos de dólar por KWh ($105), superando el promedio de 10,21 centavos de dólar ($65). Así lo reveló un análisis del Centro de Estudio de la Regulación Económica de los Servicios Públicos de la Universidad de Belgrano del año 2016.

Los valores fueron comparados a partir de las tarifas de la empresa  Enel. Así las cosas, los precios de la energía eléctrica en las residencias chilenas son superadas sólo por Perú. en cuanto a los precios en energía eléctrica para industrias, la tarifa chilena es de 8,89 centavos de dólar por Kwh ($59) frente al promedio de 7,53 centavos de dólar ($52).

Según el mismo análisis, Chile ocupa el quinto puesto en materia de precios con respecto a la energía industrial en América del Sur.

-Bencina

De acuerdo a GlobalPetrolPrice (2021), el precio medio de la gasolina en todo el mundo es de US$ 1,18 por litro, algo así como $ 851,3, usando el último dólar observado del Banco Central.

Con datos al 31 de mayo, GlobalPetrolPrice calcula el precio promedio de la gasolina en Chile en US$ 1,28, situando al país en la posición 67 entre 171 economías en estudio.

Hay que recordar también que aquí opera el polémico Impuesto Específico a los Combustibles, un tributo que se creó en 1985 con el objetivo de financiar la reconstrucción del país después del terremoto de ese año y que explica más del 40% del precio final de las bencinas.

-Educación Superior

Un estudio internacional, desarrollado por la consultora británica ExpertMarket (2018), analizó cuán cara es la educación universitaria en todos los países del mundo, comparándola con el salario promedio que reciben las familias.

De esta forma, determinaron cuánto porcentaje de sus sueldos deben destinar los padres para pagar una carrera universitaria a sus hijos. Los resultados mostraron que Chile es el cuarto país del mundo con la educación universitaria más cara, ya que las familias deben gastar el 73% de su sueldo en promedio para pagar una carrera universitaria.

Ello considerando que una carrera universitaria en Chile cuesta en total unos 23.600 dólares que, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el ingreso bruto pér cápita de los chilenos asciende a 17.773 dólares anuales.

-Gasto en Servicios de Salud

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE: 2016) informó que Chile es uno de los países en donde más se gasta en salud. Según el organismo, el egreso por persona habría ascendido entre 2009 y 2015 a un 6,4 por ciento. Esto, en contraste con el 0,6 por ciento del incremento del gasto de los países de la organización. Asimismo, indicó que Chile es uno de los tres países en donde más se desembolsa dinero, siendo Estados Unidos el país que lidera la lista. Por otro lado, Japón, España, Suiza, Italia y Francia, serían los países en donde las personas gastarían menos en salud. En tanto, el informe corroboró que el ítem salud representa el 6,3 por ciento del gasto familiar en Chile.

Por otro lado, el 8° Informe de la Riqueza Mundial (2017), del banco de inversión suizo CreditSuisse, señala que en Chile, dentro de un total de 13 millones de habitantes adultos, existen unas 57.000 personas que tienen más de un millón de dólares o más. 79.000 chilenos son parte del 1% más rico del mundo. De acuerdo a la Fundación SOL, el 1% de los considerados “ocupados”, que son capitalistas (gerentes, directores de empresas y empresarios) o pequeño-burguesía alta (médicos, abogados, ingenieros) tiene sueldos superiores a tres millones de pesos, que pueden alcanzar hasta los 30 millones de pesos mensuales. En las antípodas, el 70% de los trabajadores tiene salarios inferiores a $400.000, bajo la canasta básica familiar y más de 1 millón de jubilados cobran pensiones misérrimas.

En definitiva, nuestro modelo económico proyecta una ilusión de libertad, pues las personas nacen con una existencia material predeterminada, que destina, a la gran mayoría, a la producción, carestía y sobrevivencia en aquella jungla del extremismo económico denominada neoliberalismo a la chilena.