Por Flavia Estevan

En latinoamérica aproximadamente siete de cada 100 adolescentes, entre 15 y 19 años, se convierten en madres. El número es mucho mayor si incluimos a las niñas entre 10 y 14 años.

Niña mamá es una película de la directora Andrea Testa. Impactante, pues a partir de su tema central, los embarazos en la adolescencia, nos acerca a experiencias reales de niñas embarazadas. Ese acercamiento progresivo con la cámara fijada solamente en ellas, sin distracciones de colores o sonidos, nos pone en contacto con sus angustias, miedos, dudas y esperanzas, hasta el punto en que la frontera entre el espectador y ellas desaparece, haciéndonos parte de sus trayectorias.

La película va revelando un cotidiano de  injusticias, desigualdades y soledad de quienes atraviesan esas experiencias y tienen que tomar decisiones. Invita a un profundo estado de empatía, de no juzgar, porque se siente la vulnerabilidad en que viven esas niñas. Debería ser vista por todo el mundo.

REHUNO Entrevista a Andrea Testa, directora de la película. 

REHUNO: Hola Andrea, cuéntanos, por favor, un poco sobre el proceso de la película Niña Mamá.

Andrea: Es una película documental filmada durante 2018 en dos hospitales públicos del conurbano bonaerense. Se filmó con el apoyo del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales argentino. El proceso integral de la película (desarrollo, preproducción, rodaje y post-producción) llevo alrededor de tres años. Se estrenó mundialmente en IDFA, uno de los Festivales más importantes de cine documental del mundo, en el que la película ganó una Mención Especial del Jurado. A partir de ese estreno, la película recorrió decenas de festivales en todo el mundo, y a pesar de este contexto tan adverso sigue dando vueltas, en su mayoría de manera virtual. Por dar ejemplos, la película se estrenó en Festivales de países como Canadá, Alemania, España, Noruega, Croacia, Brasil, Chile, Uruguay, Honduras, Holanda, Hong Kong, Grecia y  Perú, entre otros. 

Aquí en Argentina la logramos estrenar el año pasado en salas de cine, aunque muy pronto tuvimos que trasladar a la virtualidad todas las actividades que se fueron abriendo con la película. 

REHUNO: ¿Qué  ha motivado la temática abarcada en la película Niña Mamá? 

Andrea: Siempre cuento que hay muchos comienzos de Niña Mamá, porque así llevo adelante los procesos creativos en cada película. Algo se enciende muy adentro mío, pero no es una idea, sino que es “algo” que me hace unir cosas que fui pensando. Una necesidad, un sentimiento, una imagen, una palabra. En este proceso lo que me sucedió muy fuerte fue querer continuar algo que había dejado abierto en mí un documental anterior que realicé. 

REHUNO: ¿Cuál fue el documental anterior? ¿De qué se trataba?

Andrea: Se llama Pibe  Chorro, y aborda las violencias sistémicas y sistemáticas sobre los jóvenes pobres, aquellos que portan este estigma de ser “los peligrosos” y terminan muriendo muy jóvenes, principalmente en manos de las fuerzas represivas del estado.  

Y por ausencias de políticas públicas que protejan y garanticen sus derechos básicos. Estas juventudes tan marcadas por tantas violencias me siguen conmoviendo. Me indigna y sobre todo me duele este mundo y esta sociedad que puede convivir con tanta crueldad. 

Andrea Testa (Imagen de Sandra Cartasso)

REHUNO: Y de allí llegaron los embarazos tempranos…

Andrea: El embarazo temprano (no sabría cuál es el mejor término para nombrarlo, puede ser temprano, puede ser no intencional, puede ser solamente en la adolescencia temprana) apareció de golpe, como una realidad que se repite circularmente. Porque no solamente son las jóvenes de hoy, fueron sus madres y fueron sus abuelas también niñas mamás. En este recorrido y despierta a los movimientos feministas que fueron escalando y haciéndose más masivos, y en particular en Argentina donde la lucha por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, tuvo sus picos de popularidad (hasta que finalmente logramos la sanción de la ley), no podía dejar de preguntarme ¿Por qué?: ¿Por qué hay embarazos que se abortan y hay embarazos que se continúan? Y esta pregunta se me aparecía atravesada por los condicionamientos de clase, obviamente. ¿Qué pasa con los abortos que se realizan en los sectores populares? ¿Qué pasa con las adolescentes que deciden continuar con un embarazo en esos mismos sectores? ¿Qué pasa en las clases medias? 

Y quise posicionarme en esta urgencia, en los riesgos y en las muertes de las mujeres que abortan de manera clandestina e insegura (no en los abortos realizados en la clandestinidad pero con medidas de seguridad mucho mejores, que son a los que pueden acceder las mujeres con recursos económicos). 

Además, todo el debate sobre las leyes existentes de derechos sexuales reproductivos y no reproductivos, que existen en Argentina, pero que no llegan, no alcanzan. La vida de las jóvenes en juego y el rol del Estado que, nuevamente, no logra garantizar los derechos humanos, no logra proteger a estas juventudes. En ambas películas siento que está esto en juego, las políticas y la vida (o muerte) de les jóvenes. 

Por otro lado, realizar Niña Mamá también fue una necesidad profundamente personal. Yo en mi adolescencia me practiqué un aborto. Con cada una de las chicas que conocí también conocí algo mío, personal. Esta película sólo podía existir desde el amor, de una persistencia feminista de acompañar, de luchar contra esos sentimientos de soledad. Quería que la cámara, que la imagen, sea una caricia: acá estamos, no estás sola.

REHUNO: La película fue hecha antes de la legalización del aborto en Argentina. ¿Cómo crees que esas situaciones se van transformado con el tiempo, una vez que muchas de las niñas en el documental no ven el aborto como una posibilidad en sus trayectorias por cuestiones religiosas o sociales?

Andrea: Hay una transformación que estamos viviendo, la legalidad permite seguridad. Permite combatir tantos miedos, aunque seguramente persistan, como también existen miedos al elegir continuar un embarazo, elegir ser madre. Pero permite poder hablar, poder acercarse al sistema de salud, a conocer nuestros derechos. Ya no es clandestino abortar, aunque seguramente continúen estas prácticas que ponen en riesgo la vida de mujeres, como también continúan los sectores más conservadores en diferentes provincias, militando contra estos derechos y obstaculizando el acceso. Siguen habiendo niñas obligadas a parir. Pero la ley es una herramienta que da poder para seguir la pelea.

Creo que muchas mujeres hoy sienten que pueden elegir un poquito más. Y por eso es tan importante que desde el Estado se lleven adelante fuertes campañas de información que lleguen a todos lados y que se destinen recursos para capacitaciones y para la aplicación de esta Ley, y de la Ley de Educación Sexual Integral. Siempre hay más por hacer.

En particular, con la película, nos ha pasado que algunas chicas que participaron luego nos han consultado por interrupciones, porque lo necesitaba alguna amiga o por información, por querer saber. Entonces, me parece que se va ganando de a poco terreno, pero sigue siendo gracias a la fuerza de tantos profesionales y militantes que ponen el cuerpo a esta pelea. 

En todo el país hay diferentes realidades, cada hospital es un mundo. Hay lugares en los que la mayoría de los profesionales se proclaman objetores de conciencia, y quizás queda en uno o dos profesionales las demandas por interrupciones. Es un mapa muy complejo. Las violencias institucionales dentro de los hospitales siguen existiendo.

REHUNO: La película logra partir del tema del embarazo en la adolescencia e ir profundizando en una serie de situaciones que levantan otros temas relacionados con derechos sexuales y reproductivos, tales como acceso a métodos contraceptivos y aborto. ¿Eso fue intencional, o sea, ustedes tenían la intención previamente de abarcar tantos asuntos o se fue dando en el transcurso de las grabaciones?

Andrea: La película es esa escucha a lo que cada relato de cada joven va proponiendo. Nosotres filmamos el día a día en los servicios sociales de esos hospitales, filmamos las intervenciones de las profesionales de la salud, con sus preguntas, sus abordajes que disparan todo esto. 

Porque es una mirada integral de la salud, o una mirada a la salud integral, en donde no se consideran a las personas objetos, sino sujetas de derecho. Entonces, ese tiempo, ese diálogo, ese relato que se va tejiendo nos va participando de una vida con todo lo que eso significa. Cada una de ellas es la prueba de la diversidad, la potencia de la autonomía, la complejidad que existe en cada una de esas decisiones. 

Eso es lo que el cine permite, ¿no? Conocer a otras personas y también conocernos a nosotres mismes al escuchar a une y otre. Si hay ahí empatía, si nos duele, si aparece alguna pregunta, si algo de lo que pensábamos antes cambió, hay esperanza de que podamos transformar este mundo. Las verdades se construyen colectivamente.

REHUNO: ¿Hubo algún tipo de guion o el guion se armó a partir del material colectado?

Realizamos un guion del proyecto luego de un periodo de observación en hospitales porque lo necesitábamos para la carpeta de presentación en los fondos de subsidio. Fue una herramienta que nos sirvió mucho para volcar lo que habíamos visto y sentido. 

Durante el rodaje no nos guiamos de acuerdo a lo que estaba en ese guion pero sí por todo el trabajo que habíamos realizado. Ya sabíamos en qué espacios queríamos filmar e íbamos diseñando semana a semana de acuerdo a los horarios de los consultorios o a las chicas que íbamos conociendo. Y también estábamos muy predispuestos a las cosas que iban sucediendo. 

Lo que está en la película, nada es guionado. Las preguntas que aparecen son las que los equipos de salud realizan todos los días, su mayoría Trabajadoras Sociales. También hemos podido estar cerca del trabajo de una Pediatra especialista en Adolescencias, en los equipos de las Licenciadas en Obstetricia, en las guardias. Pero el lazo más fuerte fue con los Servicios Sociales, ellas y la Pediatra, fueron quienes más nos han abierto puertas y han confiado en nuestro trabajo. 

Puedo igual mencionar que hicimos un trabajo previo con los equipos de salud para pensar de manera conjunta el dispositivo de cómo filmar la película, en relación a parámetros de autonomía, consentimiento y cuidado de las jóvenes. Por lo cual, siempre se sabía cuándo se estaba filmando y cuándo se cortaba, no había nada oculto. Y si necesitaban continuar la entrevista por diversos motivos, nos retirábamos del espacio. 

Las chicas sabían que también podían cortar si no se sentían cómodas y siempre les preguntamos al final cómo habían sentido la filmación. Todas las chicas que filmamos dieron su consentimiento previo y las que quedaron finalmente en la película, también pudieron verla para re-confirmar su participación.

(Imagen de Niña Mamá)

REHUNO: ¿Qué sientes qué fue lo más importante que se ha logrado con la película?

Andrea: No lo sé todavía, sigue siendo una experiencia aún en este contexto tan adverso. Sí puedo decir que el lazo con las protagonistas y con las profesionales de la salud nos sigue trayendo cosas, cosas lindas o cosas duras, difíciles. Siento que somos algo más a partir de Niña Mamá.  Una red, un tejido, algo que nos transformó a cada una de las personas que participamos… y que algo de eso se transmite con la obra, en quienes la ven. Algo pasa. Como ese algo que se me enciende en cada nuevo proyecto.

También fue todo un desafío acompañar desde nuestro lugar a las jóvenes y a los equipos de salud en esta pandemia. Pudimos, con recursos que fue generando la película, ponerlos a disposición de lo que se iba necesitando. A la semana del estreno en Argentina, cerraron los cines y pusimos en alquiler virtual la película, muchas personas aportaron y logramos acercar donaciones a los hospitales, en alcohol u otros insumos, como también en pañales. No cambia estructuralmente, pero fue lo que tuvimos a mano porque no podíamos pasar por el costado. Lo mismo con las chicas, seguimos forjando una relación que cuesta, muchas veces cuesta, porque el hambre y las necesidades existen más allá de esos 66 minutos que dura el documental. 

REHUNO:  ¿Hasta donde les gustaría que llegara?

Andrea: Llegar hasta donde no imaginamos. El tiempo del cine es eterno y la potencia de las protagonistas merece seguir rodando.

REHUNO:  Andrea, muchas gracias! ¿ Y para los que quieran ver la película?

Andrea: La película se puede ver en Argentina en: Ver en Argentina y en Canadá: Ver en CanadáDel 4 al 6 de junio de 2021 se pude ver desde EUA en el festival: Festival Estados UnidosNuestras redes sociales para acompañar la película son https://www.instagram.com/nmpelicula/  y https://www.facebook.com/nmpelicula

 

Quién es Andrea Testa

Andrea Testa (Buenos Aires, 1987). Estudió cine en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) graduándose como Realizadora Cinematográfica. Dirigió el documental Pibe Chorro (2016) sobre la estigmatización que sufren los jóvenes de sectores populares. En el campo de la ficción, escribió y dirigió junto a Francisco Márquez La larga noche de Francisco Sanctis (2016) ganadora de la Competencia Internacional en BAFICI, seleccionada en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes y en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, entre numerosos festivales internacionales. Niña mamá (2019) su última película documental tuvo su estreno mundial en IDFA, donde se alzó con una Mención Especial del Jurado. También fue reconocida como Mejor Mediometraje Documental Internacional en HotDocs, Mejor Largometraje Documental Internacional en Doqumenta y Mejor Largometraje Juvenil Internacional en FicValdivia. Es integrante del Colectivo de Cineastas y socia fundadora de Pensar con las Manos.