El 11 de abril, los peruanos elegimos al próximo presidente de la República y Parlamento, pero la aceptación de los candidatos es mínima según las últimas encuestas. Podemos decir que en primer lugar, se ubica el desinterés del electorado. ¿Por qué?

A menos de un mes de las elecciones generales, la encuesta publicada por Ipsos Perú revela que el candidato de Acción Popular, Yonhy Lescano, obtiene un 16% de apoyo del electorado. La particularidad, ahora, es que los indecisos y desinteresados lideran las encuestas con más del 30%. ¿Por qué la desidia invade la intención del electorado? ¿Se debe esto al abanico de dieciocho (18) candidatos?

El primer simulacro de votación realizado por Ipsos para las elecciones generales, con cédula de votación y ánfora, refleja lo siguiente: Yonhy Lescano, candidato de Acción Popular, se ubica en el primer lugar de las preferencias con 16.8%. Detrás del excongresista, aparecen George Forsyth, de Victoria Nacional (11.2%), seguido de Rafael López Aliaga, de Renovación Popular (9.3%), quien ha crecido rápidamente.

Debemos señalar que en la última encuesta realizada por IDICE, publicada el viernes diecinueve de marzo, los candidatos Rafael López Aliaga y Yonhy Lescano aparecen prácticamente con un empate técnico, 11.4% y 11.3% correspondientemente. Luego se ubican Keiko Fujimori, César Acuña y George Forsyht con alrededor de 7%.

En otro sondeo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), que refleja tendencias similares, se indicó que tenemos un 31 % de indecisos. El país se ubica así en un terreno incierto, debido a que nunca antes se registró una intención de voto para elecciones presidenciales tan baja, a pocas semanas de los comicios. En marzo de 2016, los dos candidatos a la presidencia que lideraban las encuestas, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski, acumulaban el 46 %, casi el doble de lo que obtienen los dos primeros lugares en los sondeos actuales. Paradójicamente, ambos políticos son procesados por delitos de corrupción.

«En primer lugar, esto se debe a la desconfianza que genera la representación política. Han ocurrido varios episodios recientes: en noviembre, Manuel Merino tomó la presidencia, lo que provocó movilizaciones nacionales; en febrero estalló el escándalo del ‘vacunagate’, por la vacunación irregular de políticos y gente de poder. El segundo factor es la ausencia de liderazgos políticos definidos, que surjan de organizaciones políticas con una base social”, explicó Adriana Urrutia, presidenta de la Asociación Civil Transparencia de Perú y politóloga.

También debemos entender que el pueblo está ocupado en atender la crisis sanitaria y socioeconómica causada por la pandemia de coronavirus. Además otro factor es que Perú, en América Latina, es el país que menos confía en sus instituciones. Por ejemplo, siete de cada diez peruanos no confía en el Parlamento. Ante esta situación de desconfianza generalizada los ciudadanos no muestran interés por lo que ocurre dentro de la crisis política que nos encontramos viviendo.

En mi artículo “La corrupción bajo el manto del escándalo” publicado en septiembre del año pasado, señalé que en medio de la pandemia de coronavirus: “La ciudadanía percibe que los problemas más fuertes de la actualidad son la delincuencia y la corrupción (…). Según un informe de Proética, las instituciones consideradas más corruptas por la población son: el Congreso y los partidos políticos, precisamente quienes tienen las riendas del poder”.

Por su parte, el politólogo Fernando Tuesta Soldevilla, cree también que el desinterés es propio de una elección en medio de una pandemia con crisis económica: «En ninguna parte del mundo, en épocas de elecciones con pandemia, las elecciones han concitado interés. Pero esto no quiere decir que la gente no vaya a votar el 11 abril. Probablemente vaya a votar la mayoría de gente, porque el voto en Perú es obligatorio y porque el interés crece conforme se acerca la elección», prevé.

La Asociación Civil Transparencia realizó en noviembre pasado, con la colaboración del IEP y de Idea Internacional, una encuesta para consultar a los peruanos cuáles eran los temas que debían tratarse en las elecciones. Los temas que priorizaron los encuestados fueron educación, salud y empleo o reactivación económica. Sin embargo, «los candidatos no necesariamente están hablando de estos temas que preocupan a la gente. De ese modo, no los involucran en un diálogo de cara a los comicios», señala la representante de Transparencia.

Para el resto de candidatos, Tuesta Soldevilla no ve muchas posibilidades: «Esto tiene que ver con cómo se han ido posicionando los candidatos. No hay posibilidad de que surja un ‘outsider’. Ahora ya entramos en la recta final».

«La ventaja de Forsyth es que no tiene la resistencia o rechazo de los otros tres que le siguen, López Aliaga, Fujimori y Mendoza. Por lo tanto, sería el más competitivo frente a Lescano en segunda vuelta», resalta Tuesta. Según Ipsos, el 70 % de los peruanos definitivamente no votaría por Keiko Fujimori y un 53 % tampoco lo haría por Verónika Mendoza. El antivoto en el caso de Rafael López Aliaga es 42% y el de George Forsyth es de 36%.

«Creo que ahora hay que mantener la calma y llamar a la ciudadanía a votar y a evaluar el desempeño de los candidatos en campaña para formarse una opinión propia e informarse bien sobre sus planes de Gobierno», pide la presidenta de Transparencia, quien recuerda que alrededor del 25% de los peruanos decide su voto en la fila, el mismo día de la votación.

Tomemos conciencia de nuestro voto en las elecciones del 11 de abril y será el primer paso para hacer el verdadero cambio en el país.