El calor y el frio tiene esa cosa de denuncia inevitable de lo injusto. Cuando arde o se congela una ciudad emerge la desigualdad y no hay cómo esconderla. El verano en Santiago de Chile además de hervir en innequidad y desmanejo, este 2021 trae ingredientes extras de un estallido social que no cesa, de una pandemia que recrudece avalada por las autoridades que parecen olvidar que abajo, aplastados ahí entre los recovecos del capitalismo hay seres humanos y que sin ellos no se puede nada, ni el mercado ni el consumo ni la mano de obra, nada.

De esto nos habla Helmut Kramer cuando nos sentamos en la Plaza de Armas del Centro de Santiago en una banca, entre la distancia social y la charla amable de los habitués de esa manzana, musicalizada por varios acentos latinoamericanos, colores y pieles, y eso dice Helmut que le gusta. Vino caminando a la entrevista, vive en la comuna hace ya varios años. También estamos rodeados por la Catedral, la estatua ecuestre de Pedro de Valdivia y el edificio municipal. Le recuerdo a Helmut que él estuvo protestando frente a esa iglesia como fundador de la Red de Sobrevivientes y sigue militando dicha causa. El refrán de la organización es que saben que no son los primeros pero trabajan para ser los últimos. “El abuso en Chile sigue pisando fuerte –dice- como la bota de ese conquistador de bronce que todavía se le ensalza y no se le cuestiona, genocidas a los que les rendimos culto sin cuestionarnos nada y en esta plaza están los íconos de ese abuso”.

Su mirada sobre Chile es amplia y reflexiva desde la militancia política, pero también desde quien vivió en carne propia los abusos del sistema patriarcal que gobierna la sociedad. “Eso queremos cambiar en el territorio, porque las revoluciones son de abajo hacia rriba, desde la comunidad, de los barrios al municipio y así el mundo.”

Helmut, militante del Partido Humanista, quiere llegar a la alcaldía de Santiago de Chile y ser el primer edil progresista en dicha comuna. Sobre eso le preguntamos.

Pressenza: – ¿Cuál es la importancia de un gobierno territorial en la capital chilena?

Helmut Kramer: La comuna de Santiago históricamente ha sido el centro neurálgico de nuestro país, no solo por ser la comuna donde está el Gobierno central, sino que por ser la que ha concentrado grandes procesos de movilización social y político. Las históricas marchas por la Alameda y la actual Plaza de la Dignidad han sido el reflejo de las luchas sociales de nuestro pueblo. En este contexto de movilización en Santiago han nacido una diversidad de organizaciones territoriales, culturales, ambientales, feministas, animalistas, disidencias sexuales, cooperativas, deportivas, de migrantes, que se han ido expresando en nuestros territorios en forma cada vez más articulada. Frente a esta realidad, Santiago pide a gritos un gobierno territorial con mirada horizontal y libertaria, una mirada comunitaria que apunte a ser una espacio de espacios, reconociendo que la forma de organizase de les vecines ha cambiado. Un gobierno municipal debe ser puente entre las diversas redes ciudadanas ampliando la participación y la democracia en la expresión y necesidades reales de la comunidad.

Pressenza: – Al visitante casual, Santiago le puede parecer una ciudad homogénea y una de las capitales más modernas del mundo ¿Compartes esa mirada?

HK: Santiago no es una comuna homogénea, es una comuna donde converge la diversidad en toda su expresión. Santiago es multicolor, es multi racial, nuestra comuna es diversa en sus expresiones de disidencias sexuales, nuestra comuna en ese sentido es la expresión viva del Chile en que vivimos.

Es en esa diversidad que Santiago se parece a muchas capitales mundiales, ahora eso de la modernidad es algo totalmente discutible, el progreso y la modernidad a Chile sólo ha llegado de verdad a las comunas del 20%, a los que rechazan los cambios. El resto del país y nuestra comuna sigue esperando. Hablar de modernidad, hablar de progreso sin dignidad, es hablar de más poder para unas minorías privilegiadas, hablamos de vivir en un Estado que atenta día a día contra los derechos humanos no permitiendo un acceso a todos y todas de manera correcta.

Pressenza: – ¿Hay barrios en Santiago? ¿Qué los define?

HK: Tenemos 20 barrios que son la respuesta a una historia como ciudad, como comuna, donde cada barrio va teniendo su definición social y cultural. Vas caminando, cruzas una calle o una avenida y a veces es casi como cambiar de mundo y sólo pasaste de un barrio a otro. Es parte de la belleza de nuestra ciudad. Esa diversidad expresada en los barrios de Santiago hace de nuestra comuna un territorio bello porque diverso.

Pressenza: – ¿Qué otras cuestiones identitarias además de lo barrial se presentan en la comuna? ¿Son visibles las identidades de género, los migrantes? ¿Tienen cabida en la capital?

HK: Santiago es convergencia de distintos mundos que caminan por las mismas calles y es justamente esa diversidad de identidades la que se expresa en un fuerte sentido comunitario. Lo vivo y lo vivimos en la expresión de las ollas comunes donde el sentimiento es que el pueblo ayuda al pueblo, y nadie pregunta si eres migrante o no, si eres parte de las diversidades de género o no; sólo la necesidad y el deseo de ayudarse en un momento en que el Gobierno nacional y comunal fallan.

Pressenza: – Desde octubre de 2019 la comuna es el epicentro de las manifestaciones sociales, ¿cómo afecta a las vecinas y vecinos de la ciudad esto? ¿Cómo se puede lidiar con la cercanía del poder central en un país justamente tan centralista como Chile?

HK: Santiago ha sido históricamente el epicentro de las luchas sociales de nuestro pueblo, no solo para el estallido de octubre del 2019. Claramente vecinas y vecinos nos vemos afectados. Obviamente queremos vivir tranquilos, pero eso no pasa por prohibir las movilizaciones como algunos han llegado a plantear. Lo central es incorporar las demandas sociales a la vida política y buscar las soluciones a estos problemas. No salimos a la calle porque queramos destruir nuestra ciudad como lo ha manifestado de pésima manera las actuales autoridades. El pueblo sale a la calle porque no se le deja expresar, no se le escucha, se minimizan sus demandas, se criminaliza el deseo profundo del buen vivir. Si pudiésemos expresarnos mediante un sistema democrático real -no una democracia de salón-, y podamos ser parte de una nueva construcción de sociedad y junto a esto avancemos en una real descentralización, los procesos de movilización irán en la dirección de mayor organización en torno a las asambleas, cooperativas, etc. En lo territorial está la respuesta. Durante más de 40 años se ha destruido el tejido social y la reconstrucción de éste desde la mirada de la comunidad nos va a permitir vivir en mejores condiciones. La raíz del problema no son las movilizaciones, la raíz es un sistema con poca democracia, un sistema indigno que provoca las movilizaciones.

Pressenza: Desde el retorno de la democracia la alcaldía de Santiago ha estado en manos de la derecha o de la centro derecha. ¿De qué forma esta marca ideológica afectó a la ciudad?

HK: Santiago ha transitado desde gobiernos de una derecha dura y populista como Lavín, donde nuestra comuna pierde sus derechos de agua, hasta los gobiernos comunales conservadores como Ravinet. La suma de estas alcaldías nos fue llevando a ser una comuna muchas veces menospreciada hasta por sus vecinos, la pasaron a denominar Santiasco. Estos alcaldes y alcaldesa trataron de borrar el espíritu de nuestra comuna, espíritu que empieza a revivir con fuerza desde el estallido con los vecinos y las vecinas creando nuevas formas de organización muchas veces sobrepasando a las formales como las Juntas de Vecinos. En este nuevo proceso vamos recuperando nuestras identidades, en la comunidad nos vamos reconociendo, nos vamos reencontrando y paso a paso vamos dejando atrás todos estos años de gobiernos municipales tan nefastos para la historia comunal.

Pressenza: En Santiago votan personas que duermen en la comuna pero también muchas y muchos que vienen a trabajar a ella o a utilizarla en su vida como habitantes de la Región Metropolitana. ¿Qué diferencia la propuesta humanista del resto de la oferta electoral para Santiago?

HK: Santiago a veces nadie la ve. Estamos en el centro y ni nos miramos justamente por eso. Queremos volver a poner a Santiago de frente, que volvamos a mirarnos.

La propuesta humanista para un nuevo tipo de municipio tiene cuatro pilares claves y fundamentales: Primero, la no violencia activa como una nueva forma de expresarnos ante el mundo, como una gran herramienta de profunda transformación social y personal. En segundo lugar, más que la no discriminación prefiero hablar del amor a la diversidad. Nuestra propuesta nace de un amor profundo a la gran diversidad y claramente nos podemos dar cuenta que la no violencia activa y la diversidad caminan de la mano y no existen la una sin la otra. En tercer lugar, la expresión de la horizontalidad, o como decimos desde el humanismo: ni menos que tú, ni más que tú, igual que tú. Es reconocernos como vecines, como parte de una misma comunidad, de una misma construcción, reconocer una relación horizontal es reconocernos como humanos, es reconocer una nueva forma de construir la democracia, y finalmente lo libertario. Y acá somos claros, ser libertario es lo opuesto al capitalismo, es lo opuesto a este neoliberalismo que tanto daño ha provocado. Ser libertario es responder a los ideales profundos que ponen al ser humano en el centro de la búsqueda de una sociedad del buen vivir. Ser libertario es amar y respetar no sólo mi libertad, es amar también la libertad de otros y otras aunque nunca los llegue a conocer. Ser libertario es un respeto absoluto por el desarrollo del ser humano sin ni una discriminación.

Pressenza: La ciudad ¿puede relacionarse de otra forma con la naturaleza y con los humanos que la habitan?

HK: En las últimas décadas el concepto que ha predominado en las ciudades ha sido un concepto absolutamente neoliberal con todas las consecuencias desastrosas para la vida de los ciudadanos. Se ha puesto como lo más importante las utilidades de grandes empresas constructoras, por encima del bienestar de nuestra comunidad, de esta manera se ha arrasado con muchos espacios públicos transformando plazas en espacios de cemento por ejemplo. No hay lugar para la creación de huertos comunitarios, deporte libre y sin tarifario, espacio para talleristas. Desde el humanismo creemos que debe haber una nueva relación entre la ciudad y la naturaleza, pero ésta debe nacer desde la intención de las comunidades con apoyo municipal, poniendo el énfasis en una relación amigable con el medio que nos permita crear espacios verdes y también espacios donde la comunidad pueda levantar sus huertos comunitarios, a cargo de las organizaciones de vecinos y vecinas.

Pressenza: En medio de la pandemia y de una crisis económica global y nacional ¿cómo están encarando esta campaña electoral?

HK: En primer lugar debe ser una campaña limpia, y cuando nos referimos a una campaña limpia decimos sin violencia política, con respeto a la libre expresión de ideas y en forma pareja para todas las candidaturas. Pero también decimos que no queremos ver nuestra ciudad llena de afiches que son sólo caras y no propuestas. Nos interesa ver proyectos, creemos en darle fuerza a los espacios virtuales, y en terreno el conversar con las vecinas y los vecinos. Que se expresen las ideas y los proyectos y no ensuciar nuestras calles. Al final los que más ensucian son los candidatos que vienen de otras comunas a buscar espacios en Santiago y sus aliados comunales debieran ser los primeros en denunciarlos.

Pressenza: Agradecemos tus reflexiones, Helmut, así como el tiempo que te has dado para llegar hasta acá, a la Plaza de Armas donde se fundara nuestra ciudad capital. Te deseamos las mejores posibilidades de comunicación con los habitantes de esta comuna, para que se desarrolle el debate de ideas, tan necesario actualmente y tan vivificador para las transformaciones que nos hacen falta. Seguiremos tu campaña muy de cerca, por favor haznos llegar tus agendas, comunicados de prensa y propuestas. ¡Muchas gracias nuevamente!