Por Karla Ivonne Mijangos Fuentes

Coronavirus y muerte

El mundo se encuentra consternado por la presencia de un virus que hasta el día de hoy parece devorar más vidas que cualquier otra causa de enfermedad y/o catástrofe. En los datos que se leen desde la página oficial de la John Hopkins University, se tienen registrados hasta el momento 94.475.781 casos confirmados y 2.038.325 muertes a nivel global; y de éstas, 398.806 de las muertes corresponde a USA; 209.847 a Brasil; 152.419 a la India; 140.704 a México y 90.030 a Reino Unido, sumando un total de 991.806 muertes entre estos países que presentan la mayor mortalidad.

Aunque la esperanza se mantiene, porque los datos estadísticos que emanan de dicha Institución apuntan que 51.800.308 personas han logrado recuperarse satisfactoriamente de la enfermedad, todavía nos parece lejano superar la conmoción emocional producida por el impacto de muerte que el coronavirus ha causado a nivel mundial, el cual, según datos históricos y epidemiológicos, ha superado la ficción de terror y mortalidad producida por la primera guerra mundial, la cual tuvo una duración de 4 años y acumuló una cifra de 9.000.000 personas muertas (La Vanguardia, 2018).

Cabe mencionar que, las muertes registradas hasta el día de hoy, solo nos hablan de la primera y segunda, y en algunos países, la tercera oleada. No obstante, los datos de Statista también confirman que hasta hace una semana se cumple el año de inicio de la pandemia para muchos países, como es el caso de México, que registraba su primer caso de SARS-CoV-2 en el mes de enero de 2020, y para el mes de diciembre ya mostraba 1.250.000 de casos, convirtiéndolo en uno de los países con mayor incidencia y prevalencia.

Es así que, en todo este recorrido desde el inicio de la pandemia a finales del año 2019 hasta la fecha actual, no solo hemos sido testigos del dolor producido por las muertes entre familiares y amigos, sino también hemos construido una serie de emociones que han invertido el sentido de la interacción y convivencia humana, la cual es atravesada por olas de miedo, desolación, tristeza y desesperanza.

Vacuna Covid-19: un brote de esperanza

La desesperanza, es la que nos cuestiona, sí la vacuna covid-19 importa. La respuesta parece encontrar una desembocadura que se compone de diversos elementos: incertidumbre, miedo, alegría y esperanza. Y justo la incertidumbre y el miedo, son las emociones que se han objetivado a partir de la aproximación e interacción con el contagio y la muerte, empero, la John Hopkins University (JHU) señala que el miedo que emana de las personas a ser invadidos por el virus, es el mismo miedo que se construye por las teorías conspiracionales sobre la aplicación de la vacuna.

No obstante, la ficción del miedo creada por los efectos de la pandemia parece superar la incertidumbre producida por las consecuencias y teorías acerca de la vacuna, las cuales parecen abarcar las reacciones secundarias próximas, mismas que no causan riesgo de muerte, aunque como señala el Dr. William Moss, Director Ejecutivo de JHU, los efectos secundarios a largo plazo, así como la seguridad de la aplicación del biológico en niños, mujeres embarazadas e individuos inmunodeprimidos, lo aprenderemos a medida que se vacunen más individuos.

A este respecto, muchas personas regresaron a los datos de la historia, al recuperar y reivindicar la trascendencia que han tenido las vacunas en la erradicación de las epidemias. Así parece ser que la única esperanza para sobrevivir a este virus, la podemos adquirir a través de la inmunización.

En este sentido, la historia no se equivoca cuando nos recuerda las grandes epidemias vividas por la humanidad, pero también nos marca un rumbo y una finitud de dichas catástrofes. Es decir, el término de vacuna no es nuevo en nuestro vocabulario, así por ejemplo, el primer experimento de virulencia se inició en Inglaterra en el año de 1721 a cargo del Dr. Charles Maitland, quien comenzó a inocular el líquido de la pústula de la viruela en personas sanas o levemente enfermas, causando a través de este mecanismo, una protección específica (Colegio de Medicina de Philadelphia).

Así, llegamos hasta el año 1921 y/o principios del siglo XX, de la mano de Albert Calmette y Jean Marie Camille Guérin, científicos que adquirieron la cepa M. Bovis de Tuberculosis, cuyo objetivo era debilitar dicha bacteria hasta el punto en que ya no pudiera matar a un conejillo de indias; y así fueron surgiendo más experimentos hasta lograr uno de los más grandes inventos, la vacuna CBG para la tuberculosis, por consiguiente, la disminución de la mortalidad derivada de esta patología.

Desde esta perspectiva, hemos visto que las vacunas han constituido un resultado de la tarea científica, pero, por más, humana, solidaria y justa. Y hoy más que nunca, se convierte en la esperanza y alegría más grande para la humanidad, porque hoy aceptamos que nunca antes habíamos reconocido y reflexionado tanto sobre la importancia que las vacunas han tenido y seguirán teniendo para nuestra sociedad.

Con miedo, pero con esperanza, hoy decido vacunarme

Y con esta reflexión, se aproximaba el cierre del año 2020, calificado como el más cruel y desolador de los tiempos modernos. Y ya con las 12 uvas de los deseos pidiendo salud, desaparición de pandemia, inmunidad y felicidad, aproximadamente 3 millones de estadounidenses ya habían recibido su primera dosis de una de las vacunas aprobadas para Covid-19 (JHU, 2021).

Así, entre miedos y dudas, muchos estadounidenses se preguntaban sobre los efectos tanto conocidos, y principalmente, desconocidos. Quizás muchos de ellos, a pesar del miedo aseguraban aplicarse la inmunización en cuantos les fuera posible, en tanto otros, basados un tanto en sus emociones y en la desinformación, decidían la no vacunación.

Sin embargo, el Gobierno de España también anunciaba su estrategia para la primera fase de la vacunación, la cual comenzaría el 27 de diciembre del 2020. En esta ocasión, Araceli de 96 años, quien es enfermera, es la que recibía en Guadalajara la primera dosis de la vacuna frente a Covid-19. A este respecto, Araceli con una voz llena de esperanza y corresponsabilidad apuntaba “A ver si el virus se va”, dejando un legado de historia epidemiológica, pero también una narrativa que llenaba los corazones de alegría y esperanza para toda Europa y América (Heraldo, 2020).

Para el caso de México, fue el 24 de diciembre de 2020 cuando María Irene Ramírez de 59 años de edad, también enfermera de profesión, recibía su primera dosis de la vacuna Pfizer/BioNtech contra el COVID-19. Y retomando las palabras de María Irene “Es el mejor regalo que pude haber recibido en este 2020″, hoy nos abre ese horizonte de esperanza para no ser devorado por un virus fatal (Infobae, 2020).

Esto también nos recuerda, lo que alguna pobladora del pueblo de San Bartolomé Quialana, en Oaxaca México, pronunciaba al inicio del año 2020 “cuando nos comenzaron a aplicar las primeras vacunas en los años 80 y 90, nosotros nos espantábamos, nos daba miedo (…) muchos pensábamos que nos querían esterilizar. Nos vacunaron con miedo, pero hoy sabemos que es el medicamento más aceptado y valorado por los quialanenses, porque gracias a las vacunas, nuestros hijos dejaron de morirse por tuberculosis, tosferina, sarampión y otras enfermedades más” (Pobladora de Quialana, 2020).

Con esta frase cerramos la nota, señalando que las vacunas siempre nos han producido miedo, incertidumbre y dudas, pero hasta el momento, no ha habido mayor invento que pueda superar la ficción producida por las epidemias. Así, la vacuna por Covid-19 hoy nos da una protección específica, pero también nos impregna miedo y esperanza para salir de este terror que invade a la humanidad.

FUENTES DE CONSULTA

Colegio de Medicina de Philadelphia. (2018). The history of vaccines. Recursos para la educación. Disponible en: https://www.historyofvaccines.org/timeline#EVT_100704
Heraldo. (2020). Araceli, de 96 años, la primera vacunada en España. Heraldo. Disponible en: https://www.heraldo.es/noticias/nacional/2020/12/27/coronavirus-araceli-anciana-guadalajara-recibe-primera-vacuna-contra-la-covid-espana-1412164.html
Infobae. (2020). La primera vacuna Covid-19 en México. Infobae. Disponible en: https://www.infobae.com/america/mexico/2020/12/24/por-que-la-primera-vacuna-covid-19-en-mexico-habria-sido-mal-aplicada-segun-el-reglamento-de-salud/
John Hopkins University (2021). COVID-19 Dashboard by the Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins University. Coronavirus Resource Center. Disponible en: https://coronavirus.jhu.edu/map.html.
La Vanguardia. (2018). Primera Guerra Mundial: Las consecuencias de la guerra. La vanguardia. Junior Report. Disponible en: https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20181106/452685872563/primera-guerra-mundial-consecuencias-muertos-destruccion-nazismo.html
Statista. (2021). Número de casos confirmados y muertes causadas por el coronavirus (COVID-19) en México entre el 29 de febrero y el 14 de diciembre de 2020. Salud e industria farmacéutica. Estado de salud. Disponible en: https://es.statista.com/estadisticas/1110089/numero-casos-muertes-covid-19-mexico/#:~:text=El%2014%20de%20diciembre%20de,hab%C3%ADan%20sido%20registrados%20en%20M%C3%A9xico.&text=Mientras%20que%20las%20primeras%20muertes,enfermedad%20hab%C3%ADa%20superado%20las%20113.900.