El primero de enero comenzó la ruta para eliminar, en un plazo de tres años, el uso de glifosato en México y prohibir el maíz transgénico, de acuerdo con el decreto que el gobierno federal emitió en una edición vespertina del Diario Oficial de la Federación en el último día de 2020.

Se definió que a más tardar en el primer semestre de 2023, las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de Salud (Ssa) y de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), así como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) promoverán las reformas legales correspondientes.

Se instruye a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal para que, a partir de la entrada en vigor del presente decreto, se abstengan de adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar glifosato o agroquímicos que lo contengan como ingrediente activo, en el marco de programas públicos o de cualquier otra actividad del gobierno, ordena la publicación.

Greenpeace México celebró la publicación del decreto y consideró que éste es un paso muy importante en la dirección correcta para avanzar hacia la agricultura ecológica, lo que resulta fundamental para la producción de alimentos saludables y gozar de soberanía y autosuficiencia alimentaria.

Señaló que se salda una deuda histórica con la diversidad genética del país, ya que desde hace 21 años, junto con organizaciones campesinas, académicos, investigadores artistas e intelectuales, impulsaron su eliminación.

Se establece que la Sader y la Semarnat promoverán alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas que resulten seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente, para remplazar el uso del glifosato.

Asimismo, el Conacyt emitirá recomendaciones anuales para las autoridades competentes que les permitan sustentar, en su caso, la cantidad de glifosato que autorizarán a los particulares para su importación.

La Jornada

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