Por Nery Chaves García / CELAG

Como laboratorio de los golpes de Estado siglo XXI, Honduras está sumida en una crisis sanitaria, económica y política cuya salida parece estar lejos.

El brote pandémico del Covid-19 y los huracanes Eta e Iota agravaron la crisis política, económica, social y de Derechos Humanos instalada en Honduras. Crisis que, lejos de solucionarse, se profundiza en una Honduras gobernada por una dictadura que cumplió 11 años en el 2020 y que ha condenado a la población al despojo, el desplazamiento forzoso y violencia.

Democracia en rojo: 11 años de dictadura

Honduras presenció el primer golpe de Estado consumado en América Latina en el siglo XXI. El 28 de junio del 2009, el expresidente Manuel Zelaya fue expulsado del país y conducido a Costa Rica. En pijamas, Zelaya denunció el Golpe de Estado impulsado por sectores del Partido Liberal, el Partido Nacional y las Fuerzas Armadas.[i]

Desde entonces, la crisis se ha vuelto permanente en Honduras. El golpe de Estado instauró la dictadura del Partido Nacional,  que ha logrado mantenerse en el poder tras una seguidilla de debilitamientos a la democracia y los principios de contrapesos entre los poderes: i) en 2012 el Partido Nacional cooptó la Sala Constitucional, que hoy blinda judicialmente las maniobras políticas de la dictadura; ii) en 2015 la Sala Constitucional falló a favor de Juan Orlando Hernández (JOH) y avaló su participación en las elecciones presidenciales de 2017 y; iii) en 2017 un fraude electoral posibilitó la permanencia de JOH en el Ejecutivo.

Sin embargo, los constantes golpes han traído consigo importantes procesos de resistencia. En el plano político, nacieron los Partidos LIBRE y Anticorrupción (PAC). Libertad y Refundación (LIBRE) es de corte progresista y está encabezado por Manuel Zelaya, mientras que el PAC es de derecha. Ambos han logrado dinamitar la legitimidad de JOH, lo que ha tambaleado al Partido Nacional y debilitado su capacidad de Gobierno. En el plano organizativo, han sido claves el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH) para resistir al régimen dictatorial del Partido Nacional.

Sobre esta base política dictatorial, desigual y mortífera, el Covid-19 prometía ser catastrófico. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el 40% de la población hondureña se encuentra en pobreza extrema y el 67,4% en pobreza relativa.[ii]

Salud privada y selectiva

El debilitamiento del sistema de salud pública es estructural. Este cuenta con alrededor de tres décadas de atraso en inversión, período que coincide con la instalación del neoliberalismo en la región centroamericana a través de los Programas de Ajuste Estructural (PAES) del Fondo Monetario Internacional (FMI). Para 2018, según el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), en Honduras 9 de cada 10 personas no están cubiertas por un seguro social y alrededor de 1,5 millones de personas no tienen acceso a la salud.[iii] A ello se le suma la baja contratación de personal de salud -medicas (os) y enfermeros (as)- y falta de camas de hospital: en todo el país hay 5 hospitales regionales para 9 millones de personas.

Este complejo y desolador panorama fue el que recibió la pandemia del Covid-19. Para el 4 de enero, Honduras tenía un acumulado de 123.369 casos de Covid-19 y 3.180 fallecimientos por la misma enfermedad.[iv] La estrategia contra la pandemia de JOH  ha estado marcada por la improvisación, la negligencia, la corrupción y el acaparamiento.

Los casos de corrupción, como es usual, son prácticamente incontables y de distinta índole. Estos van desde la compra de 250 mil pruebas para detectar el Covid-19 sin los kits de extracción,[v] hasta compras de ventiladores a empresas que nunca antes los habían vendido y tampoco eran proveedoras del Estado. El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) ha realizado 11 investigaciones identificando un perjuicio a las finanzas públicas por 811.634.132 de lempiras -alrededor de $33.673.251- en siete meses de pandemia.[vi]

Uno de los casos de corrupción más importantes fue el que benefició a las Fuerzas Armadas con la compra de 4 ventiladores pulmonares modelo Evita V300 para el Hospital Militar. Estos ventiladores son los mejores adquiridos por la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO); con fondos públicos se abasteció un hospital que para personas civiles funciona como una clínica privada. Este hospital atendió a JOH cuando presuntamente se contagió de Covid-19; además, dicha institución está reservada para la atención de allegados al Gobierno.[vii] Así, la salud estaría garantizada para militares y el régimen dictatorial.

Además, la improvisación ha sido clave en la estrategia de JOH contra el Covid-19. Entre las decisiones sin ningún fundamento científico se encuentra la reapertura económica -denominada como “inteligente” por el Gobierno- durante un pico de contagios en el mes de junio. También se implementó el tratamiento “maíz y catracho” para combatir el Covid-19: medicamento basado en cloroquina sin ninguna evidencia científica sobre su efectividad para el tratamiento de esa enfermedad. Por el contrario, de acuerdo a un estudio clínico publicado en la revista científico-médica Lancet, el uso de cloroquina -o hidroxicloroquina-  fue asociada al aumento de riesgos en pacientes con Covid-19, debido a que esta incrementa las arritmias ventriculares y que, por lo tanto, está asociada con el aumento de mortalidad.[viii]

Huracanes Eta e Iota

Como si el Covid-19 no fuera suficiente, al cierre del 2020 dos huracanes pasaron por Honduras: Eta e Iota. Ambos con una diferencia de días dejaron más de un centenar de personas muertas, daños en infraestructura por más de $10.000 millones y según el Foro Social para la Deuda Externa (FOSDEH) se perderán alrededor de 860 mil empleos, 240 mil más de los estimados por la pandemia del Covid-19, y el índice de pobreza se prevé que llegará al 75% u 80%.

Una de las principales regiones afectadas por los huracanes fue el norte del país, el motor económico de Honduras. En dos semanas el país perdió cerca del 40% del Producto Interno Bruto (PIB), según Alejandro Kaffati, economista e investigador del FOSDEH.[ix] Frente a ello, distintas organizaciones señalan a JOH y a Max González, ministro de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), como los principales responsables de las afectaciones materiales y humanas de los huracanes. La negligencia de ambas autoridades es clara al emitir la alerta un día antes de que ingresara Eta al país.[x]

Las alertas por las afectaciones de los huracanes Eta e Iota son altas, pues un escenario similar se vivió en el año 1998 cuando el huracán Mitch afectó a Honduras y Nicaragua. Este evento natural y los desastres sociales producidos por su paso son reconocidos como un punto de inflexión en la región ya que incidió en el aumento del flujo migratorio en Honduras.[xi] Recientemente fue identificada una nueva caravana de migrantes hacia Estados Unidos. Esas 300 personas huyen por las afectaciones de los huracanes, además de las insuficientes acciones del Gobierno.[xii]

El contexto hondureño es profundamente desolador y sin ningún avistamiento de cambio. Mientras la población sobrevive a duras penas a la dictadura, el Covid-19 y los huracanes, los partidos políticos se concentran en las elecciones primarias convocadas para el 14 de marzo del 2021 y en las presidenciales de noviembre (aún sin calendarizar).[xiii]

En ese plano, las presiones de LIBRE están dirigidas al Tribunal Supremo Electoral (TSE), para que garantice un padrón electoral real y que disminuya las posibilidades de fraude, así como una nueva Ley Electoral.[xiv] Por su parte, JOH -cada vez más debilitado- está fuera de las internas del Partido Nacional y el nombre que resuena es el actual alcalde de Tegucigalpa, Nasry Afura. Afura está siendo investigado por malversación de fondos,[xv] situación que no desacredita su candidatura en el segundo país con mayores índices de impunidad.[xvi] Así, para Honduras no queda más que el camino organizativo político.


[i] https://www.celag.org/honduras-una-decada-de-golpes-e-inestabilidad/

[ii] https://nuso.org/articulo/honduras-en-el-abismo/

[iii] https://cespad.org.hn/2019/05/24/salud-en-honduras-sin-camas-medicos-enfermeras-equipo-medicinas/

[iv] https://covid19honduras.org/

[v] https://radioprogresohn.net/noticias-nacionales/invest-honduras-compra-pruebas-de-covid-19-incompletas/

[vi] https://otrasmiradas.info/todo-lo-que-ocurrio-mientras-mavis-agonizaba/

[vii] https://radioprogresohn.net/especiales/gobierno-esta-usando-dinero-de-emergencia-para-abastecer-hospital-militar/

[viii] https://radioprogresohn.net/portada/corrupcion-y-negligencia-el-manejo-de-covid-19-en-honduras/

[ix] https://radioprogresohn.net/portada/bajo-agua-el-valle-de-sula-el-polo-economico-de-honduras/

[x] https://radioprogresohn.net/pt/joh-y-max-gonzalez-principales-responsables-de-la-emergencia-en-honduras/

[xi] http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-75992013000200004

[xii]   https://radioprogresohn.net/instante/damnificados-por-eta-e-iota-comienzan-a-salir-rumbo-a-estados-unidos/ https://radioprogresohn.net/instante/sale-caravana-con-mas-300-migrantes-con-rumbo-estados-unidos/

[xiii]  http://www.cne.hn/biblioteca/procesos_electorales/elecciones_2021_EP/CRONOGRAMA_PRIMARIAS_20210707.pdf https://www.nodal.am/2020/09/honduras-cne-convoca-a-elecciones-primarias-en-marzo-de-2021-sin-una-nueva-ley-electoral/

[xiv] https://proceso.hn/honduras-libre-nuevo-movimiento-que-apuesta-a-elecciones-internas/

[xv] https://contracorriente.red/2020/12/08/la-billetera-del-precandidato-a-la-presidencia-tito-asfura/

[xvi] https://criterio.hn/honduras-segundo-pais-con-mayor-indice-de-impunidad-a-nivel-mundial/

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