El relator especial de la ONU sobre la tortura, Nils Melzer, exigió hoy a las autoridades británicas la liberación inmediata del fundador de Wikileaks Julian Assange y el cese de las acciones inhumanas en su contra.

Mediante un comunicado, Melzer recordó que el 7 de este mes se cumplieron 10 años del primer arresto del ciberactivista y denunció la persecución, los abusos y las detenciones arbitrarias contra el periodista australiano.

Además, alertó sobre la existencia de un brote de Covid-19 en la prisión británica de Belmarsh, lo cual representa un grave peligro para su vida, pues padece de problemas respiratorios.

Tras siete años aislado en la embajada de Ecuador en Londres, Assange fue arrestado por Scotland Yard el 11 abril de 2019, después que el presidente del país sudamericano, Lenín Moreno, le retiró la protección diplomática.

Por su parte, Estados Unidos intenta extraditarlo para juzgarlo por 17 cargos de espionaje y uno de conspiración para cometer piratería informática, que conllevan a una sentencia máxima de 175 años de cárcel.

Las acusaciones tienen como base la publicación en WikiLeaks de miles de archivos secretos que pusieron al descubierto crímenes de guerra cometidos por las tropas norteamericanas en Iraq y Afganistán, y valoraciones comprometedoras hechas por diplomáticos del Departamento de Estado sobre otros gobiernos y líderes políticos.

El juicio de extradición del ciberactivista concluyó el 1 de octubre en una corte londinense, pero el veredicto no se conocerá hasta el 4 de enero de 2021.

El relator de la ONU manifestó su preocupación por el estado de salud del fundador de Wikileaks y señaló que 65 de 160 presos en Belmarsh fueron contagiados con el coronavirus SARS-CoV-2.

Assange no es un criminal y no representa un peligro para nadie. Su prolongado confinamiento en una cárcel de alta seguridad no es necesario ni legal, indicó Melzer.

Asimismo, denunció que el ciberactivista es víctima de actos de tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes.

Por tales motivos demandó su liberación o la aplicación de un arresto domiciliario en tanto espera la sentencia final del tribunal.

Además, pidió a la Justicia británica no extraditar a Assange a Estados Unidos, donde sus derechos e integridad serán violados.

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