por Javier Tolcachier  – Fotografías: Walker Vizcarra / Pressenza

Este martes (18) se realizó el primer webinario del ciclo «Tendencias y Alternativas de la era digital». El evento fue organizado por el espacio latinoamericano-caribeño Internet Ciudadana, una confluencia de movimientos sociales, comunicadores, académicos y activistas de la cultura libre en pos de una internet democrática al servicio de los pueblos.

Esta disputa, que por ahora se está inclinando en favor del modelo corporativo, quizás no sea en la presente coyuntura la lucha social más importante que enfrentamos, cuando están en juego la supervivencia, la salud, la comida, el trabajo, la desigualdad, el medio ambiente, la paz, la democracia, las múltiples formas de violencia…  Pero si la ciudadanía queda inerme frente a las poderosas fuerzas que hoy dominan el campo digital, pierde la incidencia en el terreno donde, en gran medida, se juegan estas otras luchas y se disputan narrativas.

La tecnología nos puede traer grandes beneficios, pero también un enorme concentración de poder, lo que en gran parte depende del modelo económico que sustenta su desarrollo.

Con la forma en que la tecnología se ha desarrollado en las últimas dos décadas  nos enfrentamos a un reto crucial de incidir en cómo se va a configurar esta nueva fase: si bajo el modelo corporativo dominante, orientado al lucro privado monopólico, o bajo un modelo orientado primordialmente al bienestar de las personas y los pueblos.

En la ocasión, disertaron el sociólogo y doctorando en Comunicación argentino Walter Formento, el profesor emérito de la Universidad Central de Venezuela Luis Germán Rodríguez y la periodista británico-ecuatoriana Sally Burch, directora ejecutiva de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI).

Geopolítica digital: la disputa por la supremacía tecnológica

Abrió la sesión Formento, quien señaló que “La banca global transnacional (Citygroup, HSBC, Barclays, Lloyd’s, ING Bahrings, Santander, etc.) proyecta instaurar poder global desde la red de cities financieras transnacionales como forma dominantes, a costa de los megabancos multinacionales continentalistas (JPMorgan-Chase, Bank of América, Goldman Sachs, entre otros) con sus corporaciones multinacionales relacionadas sobre todo con el gran complejo industrial militar, el Pentágono, y el poder político en Washington.

En 2001 -añadió- esta fracción responde con un ataque defensivo con la demolición de las Torres Gemelas en Nueva York, en tanto asiento del World Trade Center (centro del comercio financiero global).

Explicó que “La confrontación es seguida en 2008 por otra ‘caída provocada’, la del Lehman Brothers, banco de inversiones que era controlado por Citygroup globalista. A pesar de ello, el globalismo avanzaba y el continentalismo seguía replegándose a la defensiva, lo cual se observará sobre todo con el globalista Obama en la presidencia de EEUU y con Hillary Clinton como Secretaria de Estado desde enero de 2009. Es desde entonces que la Reserva Federal (globalista) comienza con sus iniciativas de legitimar la política de “emisión de dólares sin respaldo en la economía real”, desplegadas por la Gran Banca globalista desde el Reserva Federal (Fed) para rescatar a sus propias bancas.”

En referencia a la pugna tecnológica, el investigador afirmó que “Con todo, las Big-Five del Big Data transnacional unipolar no han podido alcanzar el liderazgo en las tecnologías 5G frente a China. La pugna por el liderazgo en el 5G es una pugna por la dominación en el terreno del Grandes-Datos (Big-Data), estos son los verdaderos motivos que subyacen en la guerra comercial que Washington mantiene con Pekín, porque quién controle la red 5G controlará la producción de los Grandes-Datos (Big-Data) y luego, el proceso de la producción social, económico, político e ideológico-cultural.”

La disrupción de las Gigantes Tecnológicas – Emergencia digital

A su turno, el profesor Rodríguez detalló los rasgos fundamentales del cambio tecnológico que involucra la llamada sociedad global del conocimiento y el significado de la convergencia tecnológica NBIC (Nanotecnología, Biotecnología, Tecnologías de la Información y Ciencias Cognitivas).

“Se evidencia” – puntualizó- “que el foco de la actividad económica más rentable actualmente está en la acumulación de datos y la aplicación de instrumentos basados en Inteligencia Artificial (IA) para hacer predicciones de comportamiento.”

El especialista en Tecnologías de la Información y Comunicación para el Desarrollo Social indicó más adelante que “Del balance entre beneficios y riesgos producidos por los cambios tecnológicos actuales surgen serias advertencias que se deben atender. Ante disyuntivas similares en el pasado la humanidad ha cosechado problemas éticos severos sin enfrentarlos tempranamente.”, aseveró.

Brindando alternativas posibles, el académico sugirió “declarar una situación de Emergencia Digital, similar a la “emergencia climática” antes que ocurra un «Chernobyl Digital». Esto significa enfocarse en la alfabetización informacional, dentro de paradigmas disruptivos de educación, a lo largo de la vida, para todos los ciudadanos y ajustados a sus respectivos roles como actores sociales.”[1], concluyó

¿A quién pertenecen los datos?

La periodista Sally Burch comenzó señalando que “el modelo corporativo se basa en acaparar nuestros datos, tanto personales como de las colectividades. Si queremos cuestionar el trasfondo de este modelo, tenemos que abordarlo desde la economía digital, y en particular la potestad sobre los datos, en tanto su insumo clave.”

El poder concentrado de quienes poseen inteligencia detallada sobre nosotros permite generar un grado de control económico y político sin precedentes, sin duda mayor que todo lo que la humanidad ha experimentado hasta ahora.  Como individuos, nos sentimos impotentes para confrontarlo. Entonces la única salida que tenemos es buscar cómo enfrentarlo colectivamente.”, afirmó Burch.

Como respuesta posible a este reto, la activista por el derecho a la información y la comunicación, compartió algunos puntos de la propuesta[2] formulada por la coalición mundial Just Net, basada en la propiedad comunitaria de los datos.

Este manifiesto enuncia que “Todas las personas deben tener potestad sobre sus datos, ya sea individual o colectiva”, a partir de lo cual se podría desarrollar una serie de permisos, regulaciones y mecanismos, que permitan ciertos usos de estos datos, sea para fines sociales o comerciales, bajo reglas claras. Esto implicaría que los datos se procesen lo más cerca posible de su punto de origen y que las condiciones de su circulación transfronteriza se decidan a nivel nacional, precisó Burch.

Asimismo, “todo trabajo que implica la creación de datos debe ir acompañado de derechos sobre esos datos, por ejemplo en el caso de trabajadores de plataformas».

Entre sus asertos, Just Net propone que las infraestructuras digitales básicas se rijan como servicios públicos, a lo que se añaden propuestas como: la necesidad de reivindicar las tecno-estructuras como espacios personales y públicos; tener potestad sobre el software que utilizamos y poder controlarlo; un marco de gobernanza y gestión democráticos; y protección de derechos y contra los abusos.

Para concluir, la comunicadora comentó que en India se está desarrollando una propuesta de marco regulatorio, el primero de esta clase en el mundo, para reconocer potestad colectivo de los datos.

En América Latina existen iniciativas aún dispersas, que ya han logrado marcos regulatorios en diversos aspectos, como es el caso del Marco Civil de Internet en Brasil o el Código Ingenios en Ecuador, a lo que se agregan propuestas en curso en Chile para proteger neuroderechos en la constitución, agregó.

Próximos pasos

El ciclo de conversatorios continuará el próximo 1 de Septiembre con exposiciones sobre la situación del acceso de Internet en América Latina y el Caribe, Comunicación y Leyes en el contexto digital y Teleeconomía.

Asimismo, los organizadores recordaron que hay un proceso de debate virtual en curso, llamado “Utopías o distopías. Los pueblos de América Latina y el Caribe ante la era digital”[3], que está generando diagnósticos sectoriales de las implicancias de la aceleración en el uso de tecnologías digitales.

Este proceso tiene como objeto sensibilizar a la población e insertar en la agenda pública la necesidad de abordar con premura la cuestión, so pena de ser arrollados por un modelo inconsulto, que lejos de beneficiar a las poblaciones, amenaza profundizar la dependencia y desigualdad.

[1] Como referencia más extensa al tema, Rodríguez mencionó el artículo disponible en:

https://www.academia.edu/41701222/La_Disrupcio_n_de_las_Gigantes_Tecnolo_gicas_Emergencia_Digital

[2] La propuesta, sintetizada en un manifiesto (titulado “Un llamado para que nuestro futuro digital nos pertenezca”) puede consultarse en https://www.alainet.org/es/articulo/203468

[3] Para mayor información sobre estas Jornadas, ver https://al.internetsocialforum.net/2020/05/19/jornadas-utopias-o-distopias-los-pueblos-de-america-latina-y-el-caribe-ante-la-era-digital/