Las que siguen son declaraciones de Nacho Levy, referente de La Poderosa, ayer (29) en #YAQPA, el programa de Ernesto Tenembaum en Radio con vos.

Para quien no la conozca, La Poderosa es la organización barrial que desde 2001 crece y se multiplica en barrios populares, desde las villas de las ciudades grandes hasta las periferias de las más chicas. Eso vale también para otros países de la región donde se replica para dar respuesta –con escasas variantes– a las mismas necesidades, a la misma postergación.

Hoy “la Pode” –como la llama su gente–, se organiza en el país en 112 asambleas que hacen frente a las carencias de salud, alimentación, educación, vivienda, higiene, género… a todo, en fin, lo que el Estado no atiende. “Gritan” lo que les pasa y hacen, a través de su revista –La garganta poderosa–, y de las redes sociales que replican los testimonios, reclamos y emprendimientos de los vecinos.

En el contexto particular de la pandemia, La Poderosa ha redoblado su trabajo de denuncia a través de sucesivos informes¹ interpelando a las autoridades en particular y a la gente en general.  “La pandemia vino a poner a la vista de todo el mundo una desigualdad cruel que hemos ido naturalizando silenciosamente como sociedad”, decía Nacho Levy en la nota de ayer.

Siguen tramos de la entrevista abordando tanto situaciones generales, como algunas específicas de la Ciudad de Buenos Aires.

 

–»Los niveles de exposición aumentan o disminuyen en proporción a tu condición económica. Hoy eso está clarísimo. Por eso cuando empezó todo esto publicamos un informe que se titulaba “Las villas, el otro grupo de riesgo”, porque acá están las peores condiciones para el aislamiento y están las mejores condiciones para el contagio. A esa pobreza estructural de la precariedad, el riesgo eléctrico, los cables que se cobraron tantas vidas y que ahora mismo están chispeando abajo de la lluvia, la desocupación, la desnutrición, todo lo que ya conocemos, se suma la inmensa dificultad para recoger las recomendaciones de los médicos cuando no tenés agua, porque te ponen en la disyuntiva de a quién vas a desobedecer, si a la Organización Mundial de la Salud, a los médicos que te hablan 24 horas por todos los canales de aire, o a la cuarentena.»

Colapso alimentario y sanitario

–»Acá cuando llueve se llenan los pasillos de baldes y de palanganas, de gente que sale a buscar agua para poder luchar contra el coronavirus limpiando los pisos de su casa, pero abriendo también así la temporada de “pileta del dengue”, decimos, porque no hay descacharreo ni fumigación. Imaginate que van 2412 casos en 2020 sólo en tres comunas de la zona sur.

La semana pasada te hubiera dicho que el colapso más preocupante no era el sanitario sino el alimentario. Sólo en los últimos 10 días la demanda de nuestros comedores creció un 40%. En total ya es un 320% desde que empezó la cuarentena. Toda esa pobreza estructural viene a requerir ahora también una respuesta sanitaria que tiene que ser estructural, porque frente a todo eso, ahora tenemos el impacto sanitario. Se acabó la previa.

El último fin de semana todo ese desborde habitacional, sicológico, alimentario, se transformó en un enorme problema sanitario porque ya está, ya llegó el virus, ya está en las villas de la Capital. Tenemos 13 casos en la 31, 2 en la villa 20, uno en la villa 15 que es la Ciudad Oculta, cerca de 15 casos en la 1-11-14, y ahora nos enteramos ayer uno también acá, en la 21-24 donde no había casos confirmados. (…)

Entonces ahora lo que todos nos preguntamos es cómo sigue ¿no? ¿Cómo sigue? Porque el plan A era quedarse en casa, y hasta el propio gobierno, los curas villeros, todos salieron a decir “hay condiciones de hacinamiento y precariedad en algunos barrios donde quedarse en casa es imposible”. Y era muy finito ese mensaje, porque vos tenías que decir que era entendible que mucha gente saliera de su casa, sin que se confunda en una habilitación para que cualquiera saliera de su casa. Entonces el plan B fue “quedate en tu barrio” que también era polémico, porque “quedate en tu barrio” podía ser una alternativa hasta que entrara el virus. Pero ahora el virus ya entró. ¿Entonces cuál sería el plan C?»

Necesitamos aislamiento hoy mismo

–»Nosotros necesitamos hoy, ya mismo, tener disponibilidad de camas para poder aislar no sólo los contactos estrechos, sino a los pacientes de riesgo que viven en nuestros barrios. Porque cuando aparece el virus en el hospital, tenés que desinfectarlo; si aparece en un geriátrico, tenés que evacuarlo. A nadie se le ocurre tirar un hashtag que diga “quedate en tu hospital” o “quedate en tu geriátrico”. Entonces ahora tampoco basta con quedarse en el barrio. Por supuesto que no podés mudar a todo el mundo, pero hay que poder poner a salvo a quienes corren riesgo. El famoso grupo A del que vienen hablando en televisión… (…)

Hace 10 días tuvimos una reunión: referentes comunitarios, coordinadores de salud de La Poderosa, y te diría todo el equipo entero del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad. Planteamos todas estas problemáticas. Creo que Quirós (Ministro de Salud de la Ciudad) no negó ninguno de nuestros diagnósticos o nuestras preocupaciones. (…)»

Cuatro puntos concretos

–»Te digo cuatro puntos bien concretos que con Quirós pudimos charlar y después ahí quedaron. El primero, los traslados sanitarios. El Gobierno de la Ciudad ya reconoció que necesita aumentar la frecuencia de los traslados que se hacen de las salitas de las villas o los CESAC (centros de salud) hasta los hospitales, porque hay más demanda. Y efectivamente aumentó la frecuencia, pero esa frecuencia aumentó solamente en el horario en que están abiertas las salitas de las villas y el CESAC, que son de lunes a viernes. O sea: no tenés traslados (…) ningún día a la noche, ni los sábados, ni los domingos. Entonces fuimos y les dijimos lo mismo que venimos pidiendo con los curas villeros desde 2009: “habiliten transportes sanitarios del propio barrio. Establezcan ustedes las condiciones de higiene o la normativa, y hagamos que remises del barrio o transportes del barrio puedan cumplir ese rol”. Bueno, igual que vos, nos dijeron “claro”, pero seguimos esperando una respuesta para poder implementarlo. Y la emergencia es ahora. No jodamos, es ahora ¿o cuándo va a ser? Porque (…) si no es ya, a nosotros no nos sirve, y lo hablamos hace diez días.

El segundo punto tuvo que ver con lo que explotó ahora en la 31 del agua. (…) Nosotros dijimos desde el día 0: incorporen los sachets de agua potable a las viandas que entregan a las familias. Porque yo no sería capaz de contradecir el mensaje “lavate las manos cada dos horas”. ¿Es vital lavarme las manos cada dos horas? Y entonces por qué acá tengo que aceptar que no me puedo lavar las manos durante dos días? Y Quirós tuvo una respuesta más que generosa. Nos dijo “hagamos ya mismo una cooperativa embotelladora (…) en una boca de Aysa”. “¡Bueno, dale!”. Sí, bueno dale, pero seguimos esperando. Y fue hace 10 días.

El tercer punto era el descacharreo, la desinfección, la fumigación para frenar los casos de dengue, porque si los dengues te bajan las defensas y vos entrás al grupo de riesgo, colapsás el mismo sistema sanitario que te va a cubrir por el coronavirus. Tampoco tuvimos respuesta.»

El punto más dramático

–»Y el último punto es el más grave de todos, el más dramático para nosotros (…). Quirós nos dijo en esa reunión “nosotros no queremos armar un predio como el de la AFA o como el de algunos clubes que se abrieron con muchas camas, por dos cosas: porque nos parece que si el virus entra ahí puede hacer un desastre, y porque nos parece que es una manera muy fría de aislar a gente que está acostumbrada a tener una vida comunitaria. No la podés arrancar y tirar ahí adentro”. Bien ¿y entonces cuál es el plan? “Bueno, el plan es que veamos, que nos ayuden ustedes, las organizaciones, a ver en qué lugares podemos nosotros ir aislando (…) porque –y estas son palabras de Quirós– nosotros estamos estimando que para el pico de la curva vamos a necesitar aislar, de contactos estrechos a 1500 personas”. ¿Y cuantas camas tenés hoy? 300 camas, las 300 camas que gracias a Dios y María Santísima, pusieron los curas villeros. Pero entonces sólo para contactos estrechos te están faltando 1200 camas.

En esa misma reunión, hace 10 días, nosotros le dijimos “nosotros las únicas oficinas que tenemos en el centro las tenemos gratis porque nos las presta el hotel Bauen, que es una cooperativa. Estamos seguros que van a estar bien predispuestos a recibirnos. ¿Se puede considerar como una opción?” Todos los que estaban ahí veían con buenos ojos esa alternativa. Yo creo realmente que si hay una respuesta negativa no es de Quirós por más que sea Quirós quien tenga que desmentirla. Tenemos 100 camas en el Bauen a disposición.

Bueno, todavía no nos dieron una respuesta. Ni para el Bauen, ni dónde van a estar esas camas, porque hay 3 tipos de aislamiento que nosotros necesitamos poder implementar de manera urgente. No sólo los contactos estrechos. Los contactos estrechos, obvio, las familias de esas 13 personas que ya fueron confirmadas positivas. También necesitamos poder aislar a todos los mayores de 60 años, embarazadas, personas con afecciones cardíacas que están en nuestro barrio, y también necesitamos poder aislar a las mujeres en situación de encierro que necesitan una respuesta habitacional.»

Le pedimos ayuda al Estado y no nos dieron pelota

–»Ayer a la noche yo lo veía a Quirós en un programa de televisión (…) y ni siquiera mencionaron la villa 31. Veníamos de confirmar 13 casos y de que pasara 48 horas sin gas, sin luz y sin agua. Ni siquiera se lo mencionaron. Le mencionaron los geriátricos. ¿Y sabés lo qué dijo Quirós sobre los geriátricos? “Hay 483 geriátricos y la última semana visitamos a todos. Y los comportamientos no apropiados son muy pocos. Registramos a todos y relevamos a todos porque nos vamos a ocupar de todos  uno por uno”.

Bueno, en la villa nadie tiene comportamiento apropiado para la Organización Mundial de la Salud porque es inviable. Y a las villas no las visitaron todas, y no son 483. A Zabaleta por ejemplo no vinieron. ¿Y sabés qué pasa? Nuestros abuelos, las viejitas y viejitos de los barrios, no están en geriátricos ni están en hospitales. Están en los barrios porque así lo dispone el gobierno de la Ciudad. Y no son viejitos con menos problemas, no son viejitos con menos enfermedades, no son viejitos con menos derechos: son viejitos con menos plata. Entonces para rematar, dice Quirós: “a los barrios vulnerables les pedimos por favor que pidan ayuda a su familia–¡nuestras familias viven en la misma casa que los viejitos!– o si no al Estado”. Bueno, nosotros ya le pedimos ayuda al Estado, que sería él, y no nos dieron pelota.

(…) Lo que hoy estamos diciendo es: hay que individualizar sí o si al grupo de riesgo A. Tienen que hacer un registro. Así como pueden individualizar los casos de los geriátricos, debieran poder hacerlo en los barrios donde las familias no pueden pagar un geriátrico.»

Necesitamos un pacto social

–»Así como existe un consenso, un acuerdo  que celebramos, de toda la clase político partidaria para tratar de abordar la pandemia y todo lo que implica en términos  sanitarios o económicos de manera transversal, sin mezquindades, necesitamos un pacto social  verdaderamente profundo  de los funcionarios, de los comunicadores, de las organizaciones sociales y de los ciudadanos de a pie, para visibilizar esta situación, para no quedarnos en respuestas de café, en respuestas cosméticas, para hacernos cargo de la pobreza estructural.»


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