Pressenza Colombia y Pressenza Francófona han decidido abrir sus redacciones a todas aquellas personas que deseen compartir sus historias y reflexiones inspiradas de este periodo de confinamiento.

Continuamos esta serie con esta bella historia compartida por Teresita Lopera, enfermera jubilada, rebelde y anti-conformista. Teresita siempre busca cuestionar el orden establecido, tratando de comprender el verdadero significado de las cosas.

Teresita Lopera : «Este periodo de silencio, de calma, y sin contaminación, me permitió revivir plenamente experiencias olvidadas».

En el mes de Febrero de 2020 se presentó en la ciudad de Medellín, y en algunas regiones de Colombia, un gran incremento en el nivel de contaminación, generando un aire irrespirable y muy perjudicial para la población. 

Con el objetivo de combatir esta crisis ambiental, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, tomó medidas de restricción vehicular, llamadas Pico y Placa Ambiental, pero su decisión provocó un gran descontento en una parte de la población. Muchas personas se quejaban de tener que dejar sus vehículos en casa, ya que esto afectaba sus actividades laborales. El alcalde terminaría por abandonar dicha medida poco popular, para calmar los ardores de algunos ciudadanos recalcitrantes. 

Paradójicamente, pocos días después, con la llegada del coronavirus a Colombia, un confinamiento general fue exigido a la totalidad de la población. Quedaron atrás todas las polémicas individualistas, miopes y cortotermistas de algunos ciudadanos. Finalmente todos estábamos en el mismo barco. En pocos días, los índices de contaminación cayeron a niveles históricamente bajos y estos se mantienen un mes después del inicio del confinamiento. 

Este periodo de silencio, de calma, y sin contaminación, me permitió revivir plenamente experiencias olvidadas : 

  • Observar la luna y las estrellas brillar en el firmamento;
  • Admirar el trino de los pájaros que frecuentan discretamente nuestros barrios; 
  • Percibir el zumbido de las abejas que pasan libando pacientemente de flor en flor; 
  • Sentir el aleteo de las mariposas que retoman posesión de mi pequeño jardín.

Finalmente, nuestro planeta respira de nuevo, y marca una pausa indefinida de tanto daño que le hemos ocasionado.

Los seres humanos nos vemos obligados hacer una “pausa” en nuestras vidas. Yo tengo la fortuna de estar acompañada de mi familia, pero pienso en todos aquellos que deben vivir este periodo completamente solos, o encerrados en una cárcel, en un hospital, o en una casa de retiro para ancianos.

Yo paso la mayor parte de mi tiempo encerrada en mi habitación. Muchas veces a oscuras. Disfrutando de la quietud y del silencio. La meditación me permite explorar mi interior en busca de un poco de paz, de sabiduría, de humildad. Pido a la divinidad mucha  claridad para entender estos cambios que se nos presentan y descubrir lo que puedo aportar a los seres que me rodean y al planeta en general.

Disfruto también leyendo textos que me ayuden a abrir caminos y a ser más consciente del tiempo presente. El aquí y el ahora me permiten vivir tranquila, sin pensar en la incertidumbre del futuro.

No he sentido la necesidad de buscar la calle, la bulla, los comercios. Disfruto plenamente de mi pequeña familia. De mi esposo, de mi hijo, de mi nuera, y de mi bello nieto de 14 meses.

Siento que éste confinamiento es una gran oportunidad que nos da el universo, para que los seres humanos tomemos conciencia de que somos parte de un TODO, y que debemos emprender un gran cambio. Con humildad, con solidaridad, sin egoísmos, sin apegos, sin comparaciones ni competencias. Este pequeño virus nos demuestra nuestra gran fragilidad y vulnerabilidad. Se las ha arreglado para cambiar, en tan solo unas semanas, toda nuestra existencia, volviendo trizas nuestro modelo socio-económico que parecía tan sólido. Ahora que hacemos? Yo veo dos alternativas : O continuamos suicidandonos colectivamente, o renacemos a un nuevo mundo.

___________________________________________________________________

¿Desea compartir su historia de confinamiento?

  • ¿Cómo ha cambiado su vida desde el inicio del confinamiento?
  • ¿Cuales han sido sus principales actividades?
  • ¿Ha identificado nuevas oportunidades?
  • ¿Cómo imagina el futuro del mundo después del confinamiento?

Hay vivencias que dejan una marca en nosotros, y que sin duda pueden servir de inspiración para muchas otras personas. Les invitamos entonces a enviar sus historias al siguiente correo electrónico: mauricio.alvarez@pressenza.com 

> No olvide enviar una foto que ilustre este periodo de cuarentena.