El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto a disposición de la comunidad Makers el potencial de los Ateneos de Fabricación Digital para producir, mediante la técnica de impresión 3D, algunos de los equipos de protección individual y material sanitario más demandados por la comunidad médica y por los sectores más expuestos al contagio del virus Covid-19.

El avance de la pandemia ha comportado la escasez de equipos de protección individual (EPIS) y material sanitario, hecho que dificulta las medidas de prevención y protección de los equipos médicos y de los trabajadores y trabajadoras que se encuentran más expuestos en el contagio, como son el personal de seguridad, servicios sociales, residencias de gente mayor y, incluido, el de mercados o comercios y personal de limpieza. Ante la situación crítica de desabastecimiento de equipos, la comunidad maker y el Ayuntamiento de Barcelona se han coordinado para dar respuesta a la demanda de los centros sanitarios y los servicios de proximidad. El lunes se inició la fabricación de viseras para pantallas de protección facial, y se prevé una producción aproximada de 80 unidades diarias a las que hay que sumar las que fabrican particulares con impresoras 3D en sus propios domicilios. Con esta iniciativa el Ayuntamiento demuestra su compromiso para humanizar la tecnología y ponerla al servicio de la ciudadanía y de los que más lo necesitan.

La comunidad maker, formada por profesionales de diferentes sectores como el sanitario, científico, de ingeniería o diseño, se ha organizado de manera telemática y sin ánimo de lucro para desarrollar soluciones rápidas y eficaces ante la carencia de EPIS y material médico para hacer frente a la actual emergencia sanitaria. Con una coordinación estatal, se han desarrollado subgrupos por provincias y zonas. El Área Metropolitana de Barcelona se gestionará desde los Ateneos de Fabricación Digital y la sede de la Escuela Superior de Diseño y Arte Llotja.

El Ayuntamiento de Barcelona, conocedor del trabajo de la comunidad maker y consciente de la urgencia sanitaria y la carencia de estos materiales, ha ofrecido sus equipamientos, maquinaria y personal para producir y distribuir dispositivos indispensables para evitar el contagio y la propagación del virus. Después de días de coordinación, planificación y organización, este lunes se inició la fabricación de viseras para pantallas protectoras faciales y, en los próximos días, cuando los prototipos sean validados por técnicos sanitarios, y siempre que los recursos de los Ateneos lo permitan, se empezará la de abridores de puerta, mascarillas y protectores oculares.

A los 5 equipamientos que conforman la red de Ateneos de Fabricación Digital (Parque Tecnológico, Ciudad Meridiana, Fábrica del Sol, Las Cortes y Gracia) hay que sumar dos espacios más habilitados por el Ayuntamiento de Barcelona: el Punt Multimedia Fab Casa del Medio y el servicio de Prototipatge de Barcelona Activa (BAZA). Estos espacios han puesto en marcha 23 impresoras 3D de diferentes modelos y queda a disposición el resto de maquinaria en el supuesto de que fuera necesaria, entre las que se incluyen cortadoras láser de gran formato, cortadoras de vinilo, fresadoras de precisión y fresadoras CNC de gran formato. Un equipo de 20 empleados y empleadas trabajan, presencial y telemáticamente, realizando funciones de producción, almacenamiento y distribución.

Con esta iniciativa el Ayuntamiento de Barcelona demuestra y refuerza su compromiso para promover un modelo de innovación más justo, sostenible y que mejore la calidad de vida de las personas. Se trata de un claro ejemplo del que comporta el humanismo tecnológico, que garantiza que la tecnología se aplica para mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía y da respuesta a los principales retos que afronta la ciudad y la sociedad, como es el caso actual de intentar revertir la situación de emergencia sanitaria ocasionada por el virus Covid-19.

Declaraciones del director de la Red de Ateneos de Fabricación de Barcelona, Jordi Reynés

Declaraciones del técnico del Ateneu del Parc Tecnològic de Barcelona Activa, Andreu Belles