Por Brasil de Fato
Traducción de Pressenza

Mujeres musulmanas transformaron un pequeño barrio de Nueva Deli, capital de la India, en símbolo de resistencia contra la extrema derecha.

Las vecinas de Shaheen Bagh bloquearon la calle, instalaron una carpa y hace dos meses están en vigilia. Protestan contra la enmienda de la Ley de Ciudadanía, la C.A.A. del primer ministro Narendra Modi a fines del año pasado.

Con la nueva ley, los musulmanes que no puedan probar que viven en el país hace más de 11 años, dejan de ser considerados ciudadanos indios. Simultáneamente, las reglas se suavizan para los fieles de otras religiones.

A los 82 años, Bilkis Bano vive en Shaheen Bagh hace 5 décadas y participa de la vigilia desde el primer día. Ella cuenta qué le diría a Modi si él se acercara a la manifestación: “Le diría que mientras no anule la C.A.A. y el nuevo Registro Nacional de Ciudadanos, no vamos a irnos de aquí. Invitamos a Modi y Amit Shah muchas veces, pero no vienen de ningún modo.”

El primer ministro es representante del nacionalismo hindú, que propone una refundación de la India en base a la religión predominante en el país: 14% de los indios son musulmanes, mientras el 80% siguen el hinduismo.

El nuevo Registro Nacional de Ciudadanos (NRC por su sigla en inglés) ya se aplica en el estado de Assam, al este del país. Casi 4 millones de personas no consiguieron comprobar su ciudadanía y deben permanecer en campos de detención.

En el lugar de la vigilia las mujeres pasan días y noches sentadas, gesto que se convirtió en marca de la ocupación. Los hombres se aglomeran en pie alrededor de la tienda, mostrando su solidaridad.

Otra anciana manifiesta  que la C.A.A. abre el camino a medidas cada vez más represivas contra los musulmanes: “Esto es muy peligroso, porque lo que quieren es llevarnos a prisión. Este gobierno construyó centros de detención y ya hay varios inmigrantes presos en el estado de Assam.” Próxima a cumplir 76 años, ella explica cómo encuentra fuerzas para permanecer tanto tiempo en la vigilia: “Viene de Dios Todopoderoso. Estamos aquí sentadas hace dos meses. Enfrentamos lluvias e invierno y no nos fuimos. Es Él que nos da energía para seguir protestando por tanto tiempo.»

Uno de los pilares de la constitución de la India es el laicismo, es decir la separación entre Iglesia y Estado. Modi fue el primero en firmar un texto que condiciona la ciudadanía a la religión.

Mujeres que participan en la vigilia desde enero, dicen que no hay posibilidades de negociación con el gobierno. “Estamos aquí para derribar la C.A.A. y el nuevo Registro Nacional de Ciudadanos, NRC. No vamos a desocupar el lugar hasta que eso suceda.»

Los vecinos se turnan alrededor de la carpa para impedir la entrada de la policía.

La protesta es pacífica. Nadie aparece como líder oficial y los rostros más conocidos de la ocupación son de mujeres ancianas. El gobierno teme que una acción represiva pueda producir un efecto contrario sobre la opinión pública.

Modi, aliado internacional de Bollonado, dice que la C.A.A. no es discriminatoria y que la protesta se basa en la desinformación.

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