Calfin Lafkenche, mapuche, portavoz de la Minga Indígena en la COP25 y también ante la Cumbre Social por el Clima, denuncia que los pueblos originarios no tienen forma efectiva de participar en la toma de decisiones en un tema central que les afecta. E invita a dejar a un lado las diferencias y llegar a un nuevo trato que permita “vivir bien” a todos.

Transcripción

Hemos llegado a participar, a través de la Minga Indígena, de la COP25 más de 80 delegados de diferentes territorios, que salieron de la montaña más alta de los Andes (5.200 metros de altura) como el pueblo quero o de lo más profundo de la selva amazónica, como la nación zápara y los guaranís.

Estamos aquí para traer la voz también desde la Patagonia, como mapuches, sobre la importancia que tiene que los estados consideren la participación indígena dentro de las relaciones formales y la negociación, porque no se puede llegar a acuerdos climáticos cuando todas las propuestas, que los gobiernos traen, involucran las tierras, territorios y recursos indígenas, y no hacerlo con el consentimiento previo, libre e informado, amparado por la norma internacional de derechos humanos que las naciones originarias tienen. La declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos es clara en cuáles son los derechos al consentimiento, a la tierra y los territorios de los pueblos indígenas en base a su autonomía y libre determinación.

Los pueblos indígenas no tienen manera efectiva de participar en las negociaciones de la COP25

Y eso, una reunión tan importante como la COP25 no lo está considerando dentro de sus preceptos de negociación y, entonces, hoy día los pueblos indígenas no tienen una manera efectiva de participar.

No son los líderes tradicionales, los que efectivamente viven en los territorios, quienes están con alguna pequeña cuota de participación en ese espacio. Quienes tienen el derecho y el deber de participar ahí son aquellos líderes de los territorios más amplios, donde están las mayores reservas de agua, los mayores espacios para la generación de energías renovables no convencionales… porque todas las propuestas de los gobiernos involucran esos espacios pero esos espacios, luego de esta negociación tan, tan ardua van a llegar a los territorios y ya va a ser tarde, porque la gente, los líderes se van a considerar ya no tomados en cuenta respecto a la negociación climática y, hoy día, como planeta como humanidad, como seres tenemos no solo que pensar en nosotros como  humanidad; tenemos nuestros hermanos mayores, nuestros hermanos menores, los animales… Para nosotros, los pueblos indígenas, el cambio climático es un asunto urgente porque nuestras tierras, territorios, nuestra agua, nuestros ríos, nuestros bosques son parte de nuestra espiritualidad. Para nosotros tienen vida, ahí habitan nuestro antepasados.

Hoy tenemos que sí o sí ser capaces de tomar acuerdos. 

Entonces, no es menor que nosotros seamos considerados respecto a estas prácticas y hoy día, como humanidad, tenemos la oportunidad de tomar un acuerdo. Ya tenemos que dejar las diferencias religiosas y las diferencias políticas porque hay algo en común, que nos está afectando a todos: la crisis climática. Se nos quema la casa, es necesario aunar criterios, decir de manera conjunta cómo vamos a solucionar esto. Y esto lo tenemos que hacer en función de la paz, pero la paz no se logra sin plenitud de derechos en la justicia, es lo más importante. Y hoy día no estamos siendo justos en el trato con los pueblos originarios.

Entonces, hago un llamado a las personas: la solidaridad con los territorios indígenas es fundamental y hoy día no se puede seguir trabajando respecto a negociaciones a nivel global sin el consentimiento y la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas. No perdamos esta oportunidad de cambiar la historia. Podemos de hoy en adelante hacer un trato entre todos porque es mucho más importante, que todas nuestras diferencias, nuestro bien vivir y nuestra relación con la madre tierra, y hoy tenemos que sí o sí ser capaces de tomar acuerdos.