Por Juan Luis Ortiz*

Podrá haber nueva Constitución según el “Acuerdo de Paz y Nueva Constitución” firmado por una parte del mundo político chileno, pero me parece ingenuo pensar que habrá un cambio del modelo actual. Me explico con dos puntos:

1. La Convención Constituyente será elegida de la misma manera que actualmente se eligen los diputados, a través de partidos políticos.

2. Chile Vamos actualmente cuenta con el 46% y necesita solo un 1/3 para vetar una norma constitucional por quórum.

Por tanto, ¿cómo piensan terminar con la violencia del modelo neoliberal imperante?

Una Constitución para que sea realmente legítima, es decir que su poder emane directamente de la ciudadanía, debe ser construida desde la base social a través de asambleas barriales, comunales, regionales y nacionales con mandato popular, recogiendo todos los acuerdos y votando los disensos por mayoría simple.

Dicha Asamblea Constituyente Soberana debe contar con una alta compositiva generacional (60% menores de 40 años). Son los jóvenes los que a futuro gozarán o parecerán la nueva carta magna. Debe también incluir toda la diversidad sexual, funcional y psicológica. Debe incluir a todos los pueblos originarios. Debe incluir el mundo del desempleo, trabajadores y empresarios; estudiantes, profesores e intelectuales; chilenos en el extranjero y también migrantes. Deberá incluir el ateísmo y la espiritualidad. Deberá además decidir si el Estado deberá ser unitario o federado. Nadie debe quedar excluido.

Una Nueva y Moderna Constitución debe estar conectada al mundo del derecho internacional. Debe reconocer explícitamente el respeto irrestricto a los Derechos Humanos consagrados en la Declaración Universal (ONU) y respetar todos y cada uno de los convenios internacionales suscritos por el Estado, para que sean materia de ley del Estado. ¿Qué menos?

 

*Partido Humanista, IX Región de La Araucanía