Los defensores del homeschooling o educación en casa, alegan que, con este modelo los padres tendrían mayor control sobre la educación de sus hijos. Sus pupilos estarían protegidos de los “maestros de izquierda”. Al fin y al cabo, ¿De quién es de interés este modelo de educación y cuáles son los fantasmas reales que asolan el sistema educativo brasileño?

La escuela es una versión miniatura de la sociedad

Dejar a los hijos en casa, resguardados en una burbuja, puede ser una idea brillante para muchos padres que temen que sus hijos sean “adoctrinados” en las escuelas. Sin embargo, al considerar una educación en casa, privan a los hijos de elementos fundamentales que conforman a las instituciones educativas. Las escuelas son espacios que fomentan el desarrollo de la sociabilidad, la comunicación y muchas otras habilidades que no pueden enseñarse en casa o estando solos en casa. Si usáramos la astronomía como analogía, la escuela sería un sistema solar y la vida en sociedad una galaxia. Es mucho más compleja.

La escuela te prepara para estar en una sociedad democrática, donde existen diferentes puntos de vista y opiniones que deben coexistir. No se trata de eliminar aspectos de la identidad cultural de determinados grupos en busca de una supuesta verdad absoluta. Se trata de preparar  a los estudiantes para una vida en la que la contradicción, las diferencias y el mundo exterior de su burbuja, son parte de la vida diaria.

El verdadero fantasma es la financiación

Olvídese de la supuesta “adoctrinación ideológica en las escuelas”, la cortina de humo utilizada por políticos que basan sus campañas en noticias falsas y en cubrir el problema real del sistema educativo brasileño: La falta de presupuesto, y es la educación en casa una forma de exonerar al estado de costear la educación. Para quienes tengan dinero para pagar un profesor particular o quienes tengan tiempo para emplear métodos educativos, que están lejos de ser aptos desde el punto de vista pedagógico y metodológico, pueden ser una opción ¡Son una opción!, una alternativa. Por el otro lado, para los pobres, quienes dependen de esta institución, incluso para las necesidades más básicas como la alimentación, la escuela es un espacio vital necesario e imprescindible.

Homeschooling o la enseñanza en casa es de interés para aquellos que quieren reducir el papel del estado brasileño en todos los sectores de la esfera social. Basurean a la educación, la salud, la asistencia social y demás áreas que no son de interés de ciertas oligarquías que no se preocupan por el desarrollo económico y social de Brasil. Le interasa a aquellos que piensan que sus hijos deben vivir en burbujas, aislados del mundo para que olviden que la vida es complicada; que las contradicciones y las diferencias son necesarias. En una sociedad democrática que valora los derechos esenciales humanos, la educación en casa no es un camino a seguir.

Bueno, eso no significa que los maestros tengan la verdad absoluta sobre la enseñanza. Tampoco significa que los padres no puedan interferir con este proceso. El modelo educativo ideal acoge a la comunidad alrededor de las escuelas: estudiantes, personal administrativo, maestros, gerencia, padres, tutores y la comunidad circundante. Todos deben estar involucrados.


Traducción del portugués por Erika Rodriguez