APDHA alerta de las consecuencias del cambio climático en los derechos humanos y llama a la movilización

El cambio climático mata a 8 millones de personas cada año, especialmente de sectores vulnerables y  25 millones de personas se ven obligadas a desplazarse anualmente por desastres naturales

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha alertado hoy de las consecuencias del cambio climático y llama a la movilización por la huelga mundial y manifestaciones del próximo viernes con motivo de la emergencia climática que vive el planeta, y que mata a más de ocho millones de personas cada año, según la Organización Mundial de la Salud, y que es necesario revertir con urgencia.

“Hay que actuar y hay que actuar ya, sin demora ni excusas”, asegura la organización, que ve evidente la vinculación entre los derechos humanos y el medio ambiente. Dos aspectos de esa emergencia climática afectan particularmente a los derechos humanos, señalan, uno es que perjudica especialmente a los sectores más vulnerables del planeta y otro es que origina poderosas migraciones climáticas.

La asociación explica que el cambio climático impacta de forma mucho más grave en los sectores más empobrecidos y vulnerables del planeta, entre ellos, sectores que son precisamente los que menos contribuyen al problema. “Quienes más emiten son los países más poderosos y sus poblaciones. Quienes sufren las consecuencias son las regiones donde la vulnerabilidad debida al cambio climático es mayor, como África, Centroamérica y Sudeste Asiático”.

Además, añaden que la falta de accesos a los servicios de salud, los limitados recursos económicos para implantar medidas de adaptación, determinadas características físicas y geográficas, el tipo de planificación territorial, así como el nivel de educación, de empleo y el modelo de gobernanza son algunos factores que afectan a la vulnerabilidad ante las crisis económicas, sociales y ambientales producidas por el cambio climático.

Por otra parte, y según Acnur, más de 25 millones de personas se ven obligadas a desplazarse anualmente por desastres naturales de aparición rápida, como terremotos, huracanes e inundaciones, y en esta cifra no están contabilizadas las afectadas por fenómenos de evolución lenta, como las sequías o el aumento del nivel del mar. Una parte de ellas son las personas que se suben a las pateras para cruzar el Mediterráneo arriesgando sus vidas, aseguran.

Los cambios climáticos están modificando nuestro mundo y los desastres que provocan generan desigualdades y pobreza en todo el planeta, por lo tanto, los seres humanos van a hacer- y ya hacen- lo que siempre han hecho: migrar hacia zonas que sean más vivibles, afirman. La asociación sentencia que es imperativo proteger los derechos humanos de todas estas personas refugiadas climáticas, que no reciben ninguna protección por el derecho internacional humanitario. Además, advierten, «se hace imprescindible cambiar el modelo productivo y de consumo voraz hacia otro nuevo sostenible que ponga por delante las necesidades de las personas por encima de los negocios y sus beneficios».

“Todos los seres humanos dependemos del medio ambiente en el que vivimos. Un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible es esencial para el pleno disfrute de una gran variedad de derechos humanos, entre otros, los derechos a la vida, la salud, la alimentación, el agua y el saneamiento. Sin un medio ambiente saludable, no podemos satisfacer nuestras aspiraciones ni vivir a la altura de los estándares mínimos de dignidad humana”.

Ya el relator especial de la ONU sobre el medio ambiente y los derechos humanos, David R. Boy, pidió en 2018 a la Asamblea General de las NN.UU. que reconozca formalmente el derecho a un medio ambiente sano para combatir los flagelos del cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación.

La organización llama a la movilización en las diferentes convocatorias y actividades fijadas para estos días porque sólo una ciudadanía cívica y comprometida es garantía de que de verdad se pongan en marcha los mecanismos y el compromiso de los Gobiernos imprescindibles ante el cambio climático que es una de las mayores amenazas a la que se enfrenta la humanidad y que no se trata ya de un futuro hipotético, sino de una realidad.