Se han plantado unos 350 millones de árboles en un solo día en Etiopía, según lo anunció el gobierno, como parte de la iniciativa de «legado verde», que tiene como objetivo reducir la degradación ambiental cultivando 4.000 millones de árboles este verano.

El gobierno está alentando a todos los ciudadanos a plantar al menos 40 plántulas. Esta campaña ha incluido el cierre de las oficinas públicas para que los funcionarios públicos también puedan participar de la plantación masiva.

El proyecto tiene como objetivo abordar los efectos de la deforestación y el cambio climático en un país muy propenso a la sequía. Según la ONU, la cobertura forestal de Etiopía fue solo del 4% en la década de 2000, frente al 35% del siglo anterior.

El ministro de innovación y tecnología de Etiopía, el Dr. Getahun Mekuria, tuiteó estimaciones de la cantidad de árboles plantados a lo largo del día. A primera hora de la tarde del lunes, el número iba en 353 millones.

El anterior récord mundial de árboles plantados en un día estuvo en manos de India, cuando los ciudadanos se aprestaron a plantar 50 millones de plántulas en 2016.

La iniciativa del gobierno etíope es un ejemplo a seguir, pues la sequía es un problema que está afectando a varias naciones globalmente; no sólo a los países típicamente áridos.

Los árboles ayudan a mitigar el cambio climático al absorber el dióxido de carbono del aire y tienen enormes beneficios en la lucha contra la desertificación y degradación de la tierra. Además proporcionan alimentos, refugio, combustible, forraje, medicamentos, materiales y protección del suministro de agua.

Según el Dr. Dan Ridley-Ellis, director del Centro para la Ciencia y Tecnología de la Madera en la Universidad Napier de Edinburgo en el Reino Unido, quien opinó sobre la campaña en Etiopía, «esta hazaña realmente impresionante no es solo la simple plantación de árboles, sino parte de un desafío enorme y complicado que tiene en cuenta las necesidades a corto y largo plazo, tanto de los árboles como de las personas. El mantra del silvicultor, «el árbol correcto en el lugar correcto» necesita considerar cada vez más los efectos del cambio climático, así como la dimensión ecológica, social, cultural y económica».

Fuente: The Guardian

El artículo original se puede leer aquí