(Crédito de la Imagen: Erika Sato)

Por Flavia Estevan*

La semana pasada hubo una intensa movilización de grupos de mujeres a favor del parto normal para aplazar la tentativa de una diputada de la ALESP para aprobar sin discusiones y con carácter de urgencia el Proyecto de Ley 435/2019 que supuestamente dará autonomía a las mujeres para escoger hacer  una cesárea en el Sistema Único de Saúde (SUS).

El pasado martes, 11/06, diversas organizaciones se volvieron a reunir en la Asamblea Legislativa para nuevamente impedir la aprobación. Nudem- Núcleo de Defensoría Pública del Estado de San Pablo, Marcha Mundial de las Mujeres, Artemis, Equipo de Base Warmis- Convergencia de Culturas, AO- Asociación de Obstetricias, Derechos reproductivos en Red, Asociación Estadual de Doulas, Foro Regional de mujeres de la zona oeste, Docentes y alumnas del curso de Obstetricia de la USP, entre otras, estuvieron presentes en la Asamblea Legislativa para frenar cualquier tentativa de presentación del proyecto. El objetivo de la movilización fui envolver más sectores de la sociedad en la elaboración de esta nueva ley de modo que sean observadas la complejidad que envuelve el tema.

Hoy en Brasil, cuando se realiza una cesárea, es necesario que conste en el prontuario cual es el motivo que lleva  a esa elección de cirugía, esto es importante dado que la cesárea trae riesgos a la salud de las mujeres y de los recién nacidos.

En el SUS se tiene hoy una tasa de 42% de cesáreas y en la red privada aproximadamente un 80%. La recomendación de la OMS es que solamente 10% a 15% de los bebes nazcan por este procedimiento, que es el estimativo de los casos que realmente necesitan de esta intervención.

Entre los argumentos para ese proyecto de ley, se menciona que no es justo que las mujeres con planes de salud puedan “escoger” una cesárea mientras que las mujeres en el sistema público no tienen ese “derecho”. A primera vista el proyecto pretende corregir una desigualdad, pero necesitamos mirar esa cuestión con cautela para entender cuál es la raíz del problema.

Entendiendo la violencia obstétrica y por qué muchas temen el parto normal en Brasil

Históricamente, Brasil es un país con una larga historia de violencia obstétrica, tanto en el sector público, como en el privado. El termino Violencia Obstétrica fue una conquista importante de los movimientos de mujeres pues pone en evidencia algunas prácticas que aunque son de rutina, y a veces sin intención de herir, hieren.

El uso rutinario e indiscriminado de oxitosina (para acelerar el parto), la maniobra de Kristeller (donde se empuja la barriga para hacer nacer al bebe más rápido), la episiotomía de rutina (corte en la vagina), y el impedimento de acompañantes obligando a la mujer a quedarse sola durante el trabajo de parto, además de agresiones verbales, son algunos ejemplos del porqué es necesario hablar sobre violencia obstétrica.

Esa larga trayectoria de violencia hace con que desde inicio de los años 80 las tasas de cesárea comenzaran a subir en las ciudades del Sur y Sureste de Brasil. Tener acceso a una cesárea sin precisar “sufrir” el parto se tornó una cuestión de estatus y el parto normal pasó a ser popularmente conocido como parto de mujeres “pobres”.

El proyecto pretende más igualdad al “dar” cesáreas para todas, sin embargo, el no discutir el problema de fondo, hará con que Brasil ande todavía más en contravía de un desafío que ya tiene: bajar las tasas de cesáreas.

¿La Cesárea es perjudicial?

En primer lugar es importante recordar que es una cirugía y, a pesar de parecer redundante, decir esto no lo es.

Es una cirugía altamente banalizada en Brasil, muchas mujeres no sólo no gustarían de pasar por esta, como en general, no son informadas sobre los riesgos reales de la misma.

La cesárea aumenta el riesgo de prematuridad, infección en la madre y en el recién nacido, hemorragia materna, choque anafiláctico, complicaciones en futuras gestaciones, entre otras consecuencias e impactos en la vida y salud de las personas nacidas por cesárea.

Por otro lado, es una cirugía que, cuando es necesaria, aumenta bastante los buenos resultados frente a complicaciones en el prenatal y en el parto.

¿El Parto Normal es mejor?

Si, la mejor vía para nacer es el parto normal. ¿Todas las mujeres pueden tener un parto normal? No, en algunos casos (estimados entre 10 y 15% de las gestaciones) la cesárea será la mejor vía de nacimiento.

Esa afirmación viene de grandes estudios realizados en todo el mundo y es un consenso entre la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unesco, además de los Ministerios de Salud de Brasil y de los otros países del mundo.

En una gestación de riesgo habitual, o sea, una gestación que avanzó bien y sin intercurrencias, el parto normal debe ser la vía de elección. También en los casos de alto riesgo el parto normal es muchas veces la mejor vía de nacimiento, pero cada caso debe ser evaluado por el equipo médico.

El primer beneficio del parto normal espontáneo es que el bebé indica que está pronto para nacer. Eso disminuyó mucho el número de bebes prematuros y las consecuencias de la prematuridad. También existe un “despertar” neurológico e inmunológico durante el pasaje del bebé por el canal vaginal materno. Tanto el cuerpo materno como el del feto se preparan mejor para la lactancia materna cuando pasan por el parto normal. El riesgo de hemorragia en una cesárea es de dos a tres veces mayor que un parto normal. La cesariana necesariamente debe ser con anestesia, aumentando las probabilidades de reacciones adversas, como el choque anafiláctico. En cambio, el parto normal, puede o no tener anestesia. La recuperación de un parto normal es mucho más rápida que la de una cesárea y eso es importante principalmente cuando ya existen otros hijos que necesitan ser cuidados por la mujer.

Una investigación realizada en 2011 en Brasil mostró que 70% de las brasileñas quieren intentar un parto normal, sin embargo, a lo largo del prenatal van siendo desanimadas y asustadas en relación a ese proceso, en gran parte por miedo de sufrir intervenciones y tener desenlaces negativos, por esto acaban desistiendo y aceptando la cesárea.

Lo que si vale la pena mencionar es que en el PL 435/2019 está contemplado el derecho a la analgesia durante el parto, actualmente no disponible en el SUS. Esa medida puede ayudar a las mujeres informadas de las ventajas y riesgos de la anestesia y sentirse más animadas para tener un parto normal.

Los movimientos de mujeres y asociaciones civiles a favor del parto normal

En las tres tentativas de aprobar esta ley sin que haya tenido una discusión técnica sobre el asunto, fue la presencia del movimiento de mujeres, movimientos sociales y algunas diputadas y diputados que consiguieron aplazar la votación, no obstante, la movilización y la resistencia seguirá siendo necesaria. La Diputada Janaína Paschoal insiste en presentar la ley afirmando que será la mejor medida para que las mujeres embarazadas no sufran violencia obstétrica, ignorando todas las recomendaciones de los principales órganos de salud del mundo y sin ninguna propuesta que realmente combata la violencia obstétrica.

Lo que las mujeres quieren es una atención de cualidad, segura e acogedora para sus partos, o sea, ser respetadas en su diversidad y que se ponga fin a la violencia practicada rutinariamente en las instituciones de salud.

Para saber más:

Sobre la OMS y las tasas de cesárea: 

https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/161442/WHO_RHR_15.02_por.pdf;jsessionid=7DB8E8876966E1BF27664809A018A2DF?sequence=3

Investigación Nascer no Brasil: http://www6.ensp.fiocruz.br/nascerbrasil/

Sobre el Parto normal: http://www.ans.gov.br/parto-e-normal

* Obstetra formada por la USP, actúa en el Coletivo Feminista Sexualidade e Saúde y colaboradora de REHUNO en salud- Red Humanista de Noticias en salud