Contrario a sus manifiestos declarados, la mayoría de los gobiernos neoliberales de derecha se aprovechan de la migración masiva que producen sus políticas de guerra y la promoción de la pobreza en países en desarrollo. La concentración de riqueza continúa incrementando la desigualdad y el malestar social, pero rara vez se menciona la forma en que esta tendencia está relacionada con el racismo y las políticas anti-inmigración.

Aquí tenemos la evidencia de que los ricos se hacen más ricos y los pobres se arruinan.

«Las últimas ganancias corporativas después de impuestos reportadas en el segundo trimestre de 2018 están en un nivel récord. Mientras tanto, casi la mitad del país lucha por pagar las necesidades básicas.

Como reportó el Wall Street Journal esta semana, las utilidades corporativas subieron un 16,1 por ciento en comparación con el segundo trimestre de 2017, que es la mayor ganancia interanual desde 2012. …

«Sin embargo, a pesar de lo bien que les ha ido a los inversionistas en la última década, esas ganancias no han sido compartidas con la gran mayoría de los trabajadores estadounidenses. Los últimos datos recogidos en el St. Louis Federal Reserve muestran que mientras que las utilidades corporativas han crecido constantemente desde la Gran Recesión de los años 2000, la parte de las ganancias de los trabajadores sigue por debajo de los niveles de la recesión.

“El hecho de que las utilidades corporativas sean tan altas puede ser precisamente porque los salarios de los trabajadores han permanecido estancados por décadas. El Urban Institute publicó un reporte en esta semana que encontró que de los 7500 estadounidenses que se encuestó, aproximadamente el 40 por ciento  no podía pagar las necesidades básicas, como los comestibles, el alquiler y la atención médica básica. El Los Angeles Times analizó los sorprendentes hallazgos del estudio, incluyendo cómo casi uno de cada cuatro estadounidenses lucha contra la inseguridad alimentaria». Gritpost

“El número de personas en el Reino Unido que gana más de un millón de euros al año ha llegado a los 18.700, con más de uno de cada diez de ellos viviendo en Kensington y Chelsea, de acuerdo a cifras publicadas por HM Revenue & Customs.

El total creció por 3.700 en el último año fiscal, pero existe la preocupación de que muchos de los «altamente móviles» de altos ingresos podrían abandonar el Reino Unido a raíz de un desordenado Brexit». The Guardian. Mientras tanto, la austeridad sigue afectando a los pobres y a los servicios.

Las cleptocracias, o gobiernos de ladrones, roban de los pobres y de las clases medias, en menor medida, para dárselo a los ricos.

Mantener a los migrantes ilegales y desesperados los permite explotarlos y reducir los salarios de los trabajadores regulares.

Los partidos de derecha mantienen a la población atemorizada de un flujo incontrolable de migrantes para que voten por los partidos cleptócratas que les roban su sustento a través de la austeridad y los fuerza a entrar en la pobreza y competir con los migrantes por los servicios.

Los medios de comunicación en manos de los sirvientes de los cleptócratas no sólo avivan el miedo a los migrantes, sino que también elaboran calumnias sobre los partidos que protegerían tanto los derechos de los trabajadores como los de los migrantes.

Las cleptocracias utilizan la «democracia» y la «voluntad del pueblo» para justificar las políticas votadas por minorías mal informadas como si fueran el conjunto de la población.

Las cleptocracias crean personas migrantes desesperadas al apoyar guerras a través del Comercio de Armas.

Las cleptocracias deshumanizan a los migrantes, degradando su cultura y costumbres, usando sus predicamentos como “prueba” de su inferioridad y de que no valen nada.

Las cleptocracias ejercen la violencia semántica, llamándole recesión a lo que en realidad es concentración de riqueza, austeridad a lo que en realidad es pobreza planeada, culpando a los trabajadores por “baja productividad” como la causa de la falla económica, cuando en realidad son las pésimas condiciones de trabajo y de equipos lo que previene tener una mayor productividad.

Las cleptocracias vacían la existencia de sentido al pretender que el único propósito en la vida es lograr la riqueza y el poder, un mensaje repetido hasta el cansancio por los medios masivos de comunicación y el sistema educativo.

Las cleptocracias creen que están más allá de las consecuencias del cambio climático y de la muerte por problemas de salud creados por la contaminación ambiental, por lo que siguen apoyando formas de energía contaminantes.

Nace una alianza internacional de «progresistas”

La situación se vuelve crítica ya que el estado de estos problemas ha promovido el alza de la ultra derecha, los neonazis, el fascismo en todas sus formas, añadiendo a los fundamentalismos irracionales de todos los colores que ya existen. Si no podemos entender que este es el resultado del miedo impuesto a través de la manipulación no seremos capaces de dar ninguna respuesta coherente ante este fiasco. ¿Compasión para los fascistas que no les muestran compasión a los migrantes y las minorías? Aunque suene extraño, la única solución sería que todos mejoren su situación al cambiar las dinámicas del sistema actual. La gente se refugia en propuestas extremas cuando el futuro parece cerrado, cuando la solidaridad de convierte en una mala palabra, cuando se sienten solos y bajo asedio.

Solo una revolución no violenta, libre de compulsión por la venganza, puede sacarnos de círculo vicioso del poder alterno, loco por las narrativas opuestas. El las palabras de Silo, “darse cuenta de que el progreso para unos pocos es el progreso para nadie”  debería hacernos meditar acerca de la necesidad de nuevas propuestas inclusivas.

Algunas respuestas positivas empiezan a emerger, propuestas nuevas y creativas de personas con corazón humanista, propuestas por el bien de la humanidad en conjunto. Algunos resucitan el “socialismo” con timidez pero el temor a las reacciones negativas ha llevado a algunos a ponerse la marca de “progresistas”. Y puede estar funcionando. Bernie Sanders escribe para The Guardian “Un nuevo eje autoritario demanda un frente internacional progresista”… “para poder combatir efectivamente el surgimiento de ejes autoritarios internacionales necesitamos un movimiento internacional progresivo que se movilice detrás de una visión de prosperidad, seguridad y dignidad compartidas para toda las personas, y que se encargue de la inequidad global que existe no solo en la riqueza sino el en poder político.

Sanders hablando en la Universidad de Rutgers en mayo del 2016

«Tal movimiento debe estar dispuesto a pensar de manera creativa y audaz sobre el mundo que nos gustaría ver. Mientras que el eje autoritario está comprometido a derribar un orden global posterior a la Segunda Guerra Mundial que ellos consideran que limita su acceso al poder y a la riqueza, no es suficiente para nosotros simplemente defender ese orden tal como existe ahora».

El mejor antídoto para las políticas tóxicas es un futuro abierto, un nuevo humanismo que rechaza el miedo y la manipulación, y reúne a todas las culturas del mundo en una Nación Humana Universal. Entonces la gente detendrá la elección autodestructiva de gobiernos cleptocráticos y tratará de transformar la democracia puramente formal en democracia real.


Traducción del inglés de: Antonella Ayala