por Eduardo Camín

En la experiencia onusiana, nada nos deja de sorprender, ni siquiera el hecho de que algunas grandes corporaciones logran extrañas alianzas en la búsqueda de la captura de la máxima información de empresas y particulares,  donde el futuro está marcado por la indefensión del ciudadano.

En marzo de 2019 la Fundación Mastercard  celebró un acuerdo con la OIT para establecer una nueva base de datos de mayor calidad sobre la situación de los jóvenes en el mercado laboral, algo similar a lo que ya viene sucediendo en materia de creación de empleo juvenil, con empresas como Mac Donalds o Nestlé, entre otras.

Según el acuerdo, los fondos de la Fundación Mastercard permiten a la OIT proporcionar una mayor cantidad datos y mejorar la calidad de los mismos, pero en realidad se trata de un proyecto para proporcionar datos exhaustivos de sus perfiles a escala nacional sobre la situación de los jóvenes en el mercado laboral, incluidos indicadores relativos a la transición de la etapa de formación académica a la laboral.

A lo largo del proyecto, de un año de duración, la Fundación Mastercard brindará apoyo a la OIT para establecer la nueva base de datos YouthSTATS, que se actualizará periódicamente. Dicha base de datos fue elaborada por primera vez por la OIT en el marco de su colaboración con el proyecto Work4Youth de la Fundación Mastercard, que finalizó en 2014.

Esta base de datos proporcionará un conjunto exhaustivo de indicadores acerca de la situación en el mercado laboral de personas de 15 a 29 años de edad, y constituirá un repositorio central de datos estadísticos internacionales sobre el mercado laboral juvenil.

La OIT cuenta con el mayor registro internacional de conjuntos de micro datos sobre encuestas de población activa, que incluyen información sobre particulares y hogares destinada a la elaboración de datos estadísticos oficiales a escala nacional. En los últimos años, el Departamento de Estadísticas de la OIT ha invertido gran cantidad de recursos para recopilar más de 9.000 conjuntos de microdatos sobre encuestas nacionales de población activa de más de 140 países.

Los expertos de la OIT procesan sistemáticamente esos indicadores nacionales con el fin de obtener y armonizar nuevos conjuntos de datos, que se incorporan posteriormente a la base de microdatos armonizados de la OIT. Ese proceso asegura la utilización de definiciones y normas estadísticas internacionales coherentes con respecto a la citada base y facilita un examen comparativo a nivel internacional y el análisis entre países.

«Una de las principales ventajas que brinda la incorporación de los indicadores de YouthSTATS a la base de la OIT es que facilitará la generación de datos desagregados a largo plazo, en particular con respecto a variables sobre edad, sexo, actividad económica o industrial, sectores formales o informales, profesión o nivel académico. Los datos desagregados permitirán obtener a su vez información pormenorizada sobre los retos que afrontan determinados grupos de población», señala Steven Kapsos, Director de la Dependencia de generación y análisis de datos de la OIT.

Mientras tanto, Lindsay Wallace, Directora de estrategia y programas de aprendizaje de la Fundación Mastercard afirma que «La labor innovadora de las encuestas relativas a la transición de la etapa de formación académica a la laboral puso de manifiesto la importancia comprender el modo en que los jóvenes de todo el mundo perciben ese período transitorio clave»,  agregando que: «Nos complace que la OIT pueda poner esa información permanentemente a disposición de los encargados de la toma de decisiones a escalas mundial, regional y nacional».

Las alianzas peligrosas de los organismos internacionales

La crisis actual que convulsiona al mundo de los eufemismos onusianos ya sea el primer mundo, o los países en desarrolloemergentes  o del llamado Tercer Mundo, es la consecuencia irracional del desarrollo del capitalismo, empleando sofisticados mecanismos para su consolidación  y expansionismo.

Sin dudas que la herramienta más eficaz del sistema capitalista para la acumulación de capitales con la que cuenta es la corrupción. Lo hace desde el anonimato, ya que los verdaderos capitalistas usan testaferros denominados secretarios ejecutivos cuyo radio de acción abarca el sector público  o el privado y especialmente aquellos ligados a los intereses de la banca, fondos de inversión y los organismos financieros internacionales.

No debemos perder de vista que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional  y la Organización Mundial del Comercio son entidades dedicadas a financiar y ampliar los mercados internacionales desde una concepción neoliberal globalizadora.

Desde hace tiempo, para el sistema de Naciones Unidas, el sector empresarial es considerado un actor principal en la erradicación de la pobreza y esta visión del potencial del empresariado al servicio de los pobres es la praxis social en la cual se basa el mito del capitalismo que la ONU ha venido difundiendo a través de sus reuniones, fundaciones, y publicaciones, lo que se plasmó con la incorporación oficial de las mayores empresas multinacionales nucleadas en la Global Compact al sistema ONU (2000).

También se debe destacar el rol que desde hace algunos años juega la Comisión Europea,  la cual publicó el Libro Verde (2001) denominado “Política de Desarrollo de la UE en apoyo del crecimiento integrador y el desarrollo sostenible”, donde se certifica la incorporación del sector privado como un actor fundamental de la política de cooperación de la Unión Europea.

Existe una amplia bibliografía que abunda en el pretendido carácter innovador, en la necesidad y en los grandes beneficios de estas alianzas en la lucha contra la pobreza. Sin embargo, incluso entre los propios partidarios, se reconoce que se carecen de estrategias de medición, monitoreo y evaluación de los impactos de los proyectos que se han implementado.

Ningún estudio ha evaluado, ni demostrado los beneficios de estas sugerentes alianzas sobre las que tan prolijamente han teorizado sus precursores, eliminando además su concepto de capitalismo con rostro más humano.

Sin lugar a dudas los organismos internacionales, ya sea por prevaricación o ingenuidad, actúan como las entidades más representativas del capitalismo y desempeñan un papel principal en el proceso de globalización. Un enfoque como éste, anclado en las relaciones sociales, en las buenas causas de la conciencia, lleva a relativizar las lecturas de la génesis del capitalismo.

En este sentido la mano invisible del mercado tiene un pulso muy firme y actores bien concretos, que obedecen a los dictados de las grandes instituciones económicas internacionales ya citadas, que están gobernadas por las agendas de las empresas privadas internacionales con el beneplácito,  sometimiento y apoyo de los gobiernos nacionales. Apenas encontramos menciones en la prensa convencional e incluso en la especializada, sobre estos hechos. Sin lugar a dudas es un silencio lleno de voces e intereses.

 

*Periodista uruguayo, corresponsal de prensa de la ONU en Ginebra. Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)