La senadora demócrata y candidata presidencial de EE.UU. Kirsten Gillibrand ha calificado a Trump de “cobarde” que destruye “el tejido moral” del país.

“Nuestro presidente es un cobarde”, dijo ayer domingo Gillibrand en un discurso pronunciado en su primer acto de campaña, celebrado frente al Trump International Hotel & Tower de Nueva York, en el noreste de Estados Unidos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, “está destrozando el tejido moral de este país”, denunció la candidata, senadora por el estado de Nueva York desde 2009.

Gillibrand instó a la publicación completa del informe del fiscal especial Robert Mueller sobre su investigación de la supuesta injerencia electoral rusa. “Nadie en este país, ni siquiera el presidente, está por encima de la ley ni es inmune a la responsabilidad”, subrayó.

El lanzamiento de la campaña de la senadora coincide con las primeras reacciones al informe de Mueller. Las dos principales voces demócratas del Congreso, Nancy Pelosi y Charles Schumer, declararon el mismo domingo que el informe no descarta que Trump haya cometido un delito de obstrucción a la justicia.

Los dos demócratas emitieron un comunicado en el que indican que la carta sobre el informe de Mueller publicada por el fiscal general William Barr “plantea tantas preguntas como las que contesta”, y piden acceder a los detalles completos del reporte.

En la misiva, publicada también ayer, Barr puntualiza que la investigación realizada no ha demostrado que los miembros de la campaña de Trump pudieran haber conspirado con el Gobierno ruso en sus actividades de interferencia en las elecciones.

En su mitin, Gillibrand se refirió por otra parte a la intención de Trump de construir un muro fronterizo con México: “Nosotros no construimos muros, que son emblema del racismo y del miedo. Construimos puentes, comunidades y esperanza”, recalcó.

La candidata había apuntado unos días atrás, como motivo de su entrada en la carrera presidencial, a la necesidad de combatir políticamente el legado del actual inquilino de la Casa Blanca, cuya política dista mucho a su juicio de los verdaderos valores de Estados Unidos.AFP/

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