Entrevistamos al diputado humanista del Frente Amplio que, desde el Congreso, ha levantado la voz una y otra vez para denunciar a este sistema. Cuéntanos, Tomás, de qué has hablado desde el hemiciclo en este primer año y por qué lo has hecho.

Tomás Hirsch: Han sido muchas las veces en que hemos intervenido en el debate de proyectos de Ley porque desde el inicio del año legislativo nos propusimos difundir la mirada humanista sobre los diferentes temas que se discuten y que afectan la vida de los chilenos. De hecho, ya en marzo pasado nos llevamos las Obras Completas de Silo a nuestra oficina en Valparaíso y nos propusimos en estos 4 años dar a conocer la mayor cantidad de propuestas y puntos de vista del Humanismo que pueden contribuir para construir un país más justo, menos violento, con más derechos para todos, en definitiva, más humano. Estamos convencidos que nuestra labor es ser una suerte de amplificador de lo que el Humanismo viene planteando desde hace muchos años. Ser diputado tiene la ventaja de tener una tribuna para proponer y denunciar, no sólo en el Congreso, sino que también en los medios de comunicación y en las redes.

Entonces, más allá del tema específico de cada intervención, que han sido muchísimas, de algún modo siempre estamos hablando de derechos humanos, de no violencia activa, de la construcción de una sociedad inclusiva, de la democracia real, de la necesidad de reconstruir el tejido social, denunciar la violencia, el maltrato, la injusticia, la discriminación. Pero además siempre nos hemos preocupado de difundir por todas las vías a nuestro alcance lo que allá decimos, buscando que la propuesta y mirada del Humanismo llegue lo más lejos posible.

Pressenza: Por otra parte has abierto una sede distrital en la que atiendes los requerimientos de tus electores. ¿Qué ha pasado allí en este año y qué esperan de tí tus partidarios?

Tomás Hirsch: La sede distrital es un espacio que va mucho más allá de la diputación. No es, ni está concebida de ninguna manera como una oficina administrativa. Es un ámbito para ser usado por las organizaciones sociales, culturales, étnicas, políticas, frenteamplistas, espirituales, feministas, y tantas otras que coexisten en el distrito. Es un lugar de encuentro, de intercambio, de reflexión, de planificación, de búsqueda de convergencia de las diversidades que conviven en las cinco comunas que representamos. Nos reunimos periódicamente a planificar y evaluar la actividad parlamentaria, pero sobre todo nos encontramos con organizaciones de todo tipo. Me parece que es importante resaltar que para nosotros, mucho más importante que lo que hacemos en el Congreso mismo allá en Valparaíso, es lo que intentamos en el distrito. Aspiramos a profundizar el arraigo del humanismo, involucrándonos activamente en los conflictos de diversa índole, que son muchísimos, sobre todo apuntando a que la gente se organice y a partir de ahí trabajar en conjunto por respuestas transformadoras. Es decir, y esto me parece central, nosotros no le vamos a “solucionar” los problemas a la gente. No es nuestra intención ni interés ser “asistencialistas”. Nosotros podemos colaborar con quienes están dispuestos a organizarse, con quienes comprenden que hoy lo más revolucionario es coordinarse con otros, actuar, movilizarse. En ese caso y solo en ese caso la diputación puede ayudar, difundiendo, denunciando la situación, coordinando reuniones, proponiendo modificaciones legales, iniciando comisiones investigadoras, oficiando a las autoridades para que informen.

Y la verdad es que ha sido una acción tremendamente efectiva. Hemos logrado evitar el cierre de colegios en Lo Barnechea, hemos ganado un plebiscito comunal impidiendo la privatización de uno de los parques más importantes de Santiago, hemos acompañado a los profesores jubilados en sus demandas históricas logrando un acuerdo del Congreso para avanzar en una solución, hemos evitado que una Autopista urbana destruya las canchas de fútbol en las que hacen deporte miles de niños, hemos evitado que una gigantesca minera derrame sus contaminantes en un río del distrito. Todo siempre a partir de gente que se organiza y se moviliza. La lista es larga y es lo que más nos llena de Sentido en nuestra acción.

Pressenza: También has trabajado fiscalizando y legislando, votando proyectos y discutiéndolos en las Comisiones de las que formas parte. ¿Puedes comentar lo más relevante de ese trabajo?

Tomás Hirsch: Formo parte de las Comisiones de “Constitución y Justica” y de “Ciencias, Tecnología y Futuro”. Creo que es una combinación muy potente. Por un lado, en la primera de ellas hemos aportado en muchísimos proyectos de Ley que significan mayores derechos para las mujeres, los niños y los adultos mayores, mejorando y garantizando sus derechos constitucionales. Solo a modo de ejemplo: hemos derogado una ley que proviene del siglo XIX que impedía a la mujer separada volver a casarse antes de 300 días. Hemos aprobado un cambio radical al sistema de protección a la Infancia, hemos aprobado la objeción de conciencia en el Servicio Militar, hemos aprobado la difusión de una mayor cuota de cine nacional, estamos mejorando y desburocratizando el sistema notarial. Especial mención es que hemos sido promotores de la anulación de la Ley de pesca que es la más corrupta que ha conocido nuestro país, aprobada solo a base de cohecho durante el primer gobierno de Sebastián Piñera. Debo agregar un largo etcétera ya que esta comisión es la que más proyectos de ley tiene para analizar y despachar en todo el Congreso, puesto que casi todas pasan por ahí. Es por eso que somos la única comisión con 3 sesiones semanales.

Y por otra parte está la Comisión de Ciencias, que durante todo el año pasado casi no tuvo proyectos de ley, ya que recién se estaba creando el Ministerio de Ciencias. Pero más allá de eso, creo que es un reflejo de la poca relevancia que se le da a la Ciencia en Chile. Se habla mucho sobre su importancia, pero en la práctica se le destinan ínfimos recursos en el presupuesto nacional y el gobierno, de corte totalmente neoliberal y economicista, no prioriza el desarrollo de la investigación porque en su mirada cortoplacista mantienen y profundizan un modelo extractivista sin valor agregado. Una de mis prioridades legislativas este año será proponer una serie de proyectos que impulsen la ciencia y la investigación en nuestro país, entendiendo que el verdadero desarrollo está justamente en el desarrollo del conocimiento.

En cuanto a fiscalización, ha sido una labor intensa que la impulsamos a través de oficios a las autoridades comunales, regionales y nacionales. Son múltiples los temas en los que hemos buscado transparentar lo que hacen – o más bien lo que no hacen – quienes tienen a su cargo diferentes temas, para poder denunciar las irregularidades y exigir respuestas y soluciones. Desde saber cuántos niños y niñas han muerto en los hogares de menores, hasta saber con precisión a cuánto asciende el mal uso de recursos en la compra de agua a particulares, indagando porqué se han contaminado reiteradamente fuentes de agua en el distrito, porque se cierran colegios, cuantos médicos y paramédicos faltan en los hospitales y consultorios de nuestras comunas, porque una minera destruye los glaciares y quien los controla, cuantos mapuche viven en determinadas comunas y si se cumplen los derechos que les garantiza la Ley. Esta ha sido una acción permanente de la diputación y el equipo les da seguimiento a las respuestas poniendo siempre la mirada en develar, transparentar, denunciar y fortalecer la organización y movilización social.

Pressenza: Eres, entiendo, el coordinador de la bancada en la que participas. ¿Cómo ha sido la labor desarrollada desde esa posición?

Tomás Hirsch: Ha sido una gran experiencia. Si bien significa una carga de trabajo adicional porque hay que participar de muchas reuniones de planificación de la agenda semanal y otras tantas de coordinación legislativa, es un rol que me ha permitido aportar al fortalecimiento de la bancada del Frente Amplio. Somos la única bancada “mixta” del Congreso, constituida por diputados y diputadas de cuatro partidos: Liberales, Humanistas, Comunes y Ecologistas. Entonces también ha sido una oportunidad para buscar la convergencia de las diversidades, encontrar puntos de acuerdo, tratando siempre que todos tengan los espacios y los tiempos para expresar sus posiciones. Creo que es un rol en el que los humanistas podemos aportar mucho, desde el intento de aplicar la Regla de Oro que nos propone tratar a los demás como queremos ser tratados.

Pressenza: Ahora, no bien terminen estas vacaciones de verano y comience el nuevo período legislativo, se deberá renovar o no el acuerdo administrativo establecido hace un año entre el Frente Amplio y la ex-Nueva Mayoría para presidir la Cámara. Es un tema muy secundario y tal vez de interés para poquísima gente. Sin embargo divide las aguas y genera polémica. ¿Cómo podrías explicar, en términos muy generales, qué es lo que políticamente está en discusión?

Tomás Hirsch: El acuerdo al que se llegó a comienzos del 2018, si bien se lo llamó acuerdo administrativo para elegir la Mesa del Congreso y las presidencias de las Comisiones, evidentemente tenía un sentido político. Su sentido político era constituir una mayoría opositora en el Congreso. Y esa mayoría opositora obviamente se debería expresar en las votaciones de los diferentes proyectos de Ley, muchos de los cuales provenían del gobierno que buscaba retroceder en avances sociales logrados con años de luchas sociales. Sin embargo, eso no sucedió ya que, en forma reiterada durante el año, una parte de la bancada del partido Democratacristiano y el Partido Radical votaron junto a la derecha, aprobando los proyectos de Ley del gobierno en más de 30 oportunidades. Proyectos que por cierto van en dirección opuesta a lo planteado por la oposición. Es decir, esos dos partidos rompieron el acuerdo de constituir una mayoría opositora. Entonces uno se pregunta ¿cuál es el sentido de mantener este acuerdo? Para el Humanismo no tiene ningún sentido si éste es solo para obtener presidencias de Comisiones u otros cargos. No llegamos al Parlamento para eso. Llegamos para impugnar un sistema económico, político y social que perjudica a una inmensa mayoría de chilenos. Es por esto que hemos manifestado que, en las condiciones actuales, con una Democracia Cristiana y un Partido Radical alineados con la derecha, no tiene ningún sentido un acuerdo de este tipo. Veremos que pasa, pero por ahora son ellos quienes tiene la palabra: ¿Qué van a hacer? ¿Seguirán votando alineados con la derecha? ¿Pretenden que se firme un acuerdo que solo les signifique un par de cargos, pero sin ningún sentido político? Definitivamente para eso no estamos disponibles.

Pressenza: Se acerca el 8 de marzo, día de la huelga internacional de las mujeres impulsada por los feminismos. El Partido Humanista es una de las referencias importantes en este campo. ¿Qué les dirías a las compañeras que preparan sus acciones para esta fecha y buscan romper los límites que les impone el Chile actual?

Tomás Hirsch: Les diría que su lucha es fundamental para avanzar hacia un Chile más democrático, inclusivo, diverso, justo, no violento, en definitiva, para construir un Chile del buen trato para todos y todas, un Chile más ético. Y les diría que esa lucha es la lucha de las mujeres, pero es también la de los hombres que aspiran a ese país muy diferente al de hoy, es la lucha y la exigencia de las y los jóvenes que ya no aceptan un orden machista, misógino, discriminador, violento. Los humanistas desde siempre hemos considerado que las diferentes luchas deben ser comprendidas como una expresión de una lucha mayor, que es el cambio de este Sistema violento. Entonces, valorando el 8 de marzo con todo su potente significado, personalmente siempre he creído, y así lo he dicho insistente y repetidamente, que las cosas cambiarán verdaderamente cuando las mujeres se movilicen por los derechos del mapuche, los mapuche se movilicen por los derechos de la diversidad sexual, quienes a su vez se manifiesten por los derechos de los adultos mayores, y éstos por los de los niños y niñas y así siguiendo. Si eso sucede es porque se ha comprendido que cada una de las reivindicaciones particulares forman parte de una tarea que las incorpora a todas: cambiar este Sistema. Es ahí donde nos ubicamos los humanistas. Y eso es lo que sintetizamos cuando hablamos de avanzar hacia la Nación Humana Universal.

Pressenza: Muchas gracias Tomás por compartir con nosotros tus reflexiones sobre este primer año. Te deseamos lo mejor para el segundo ciclo que estás por comenzar!