Laura Zúñiga Cáceres, hija de la líder indígena asesinada Berta Cáceres e integrante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), ejerció su derecho de penúltima palabra representando a las víctimas en el ilegal juicio que juzga a los autores materiales del asesinato de su madre, sucedido el 2 de marzo de 2016 por encabezar la lucha contra la hidroeléctrica Agua Zarca, y aseguró que la “estructura criminal que atentó contra Berta Cáceres sigue activa”, por lo que continuarán con la lucha hasta conseguir la justicia.

A continuación el discurso completo:

 

«Es difícil empezar a hablar en un juicio en el que una no pensaba que le iba a tocar hablar, que es el juicio por el asesinato de mi mami, de Berta Cáceres. Después vamos a contar un poco por qué la necesidad de hablar pero queremos dejar varias cosas claras porque vivimos con Berta Cáceres, la vimos caminar, la vimos luchar, la vimos enfrentarse a una empresa que la persiguió mucho, que la persiguió judicialmente, que la quiso encarcelar, que agotó la vía del encarcelamiento porque no la pudieron detener con la cárcel, ese proceso con la que quisieron detener no pudo salir.

Conocimos también, a partir de meterse y entender las pruebas, que el asesinato de mi mami no viene solo de las personas que están acá, que tiene que ver con una estructura que se formó para perseguirla, que infiltró al COPINH, que buscó dónde se encontraba mi mami en cada momento, incluso se dio información sobre dónde iba a estar mi mami el 2 de marzo, el día del asesinato, y esa información se ve en un grupo de chat que se llama Seguridad PHAZ.

La empresa gestionó de forma irregular la liberación de un sicario conocido en la zona quien se llama Olvin Mejía.  Se hicieron denuncias sobre su liberación irregular, de la que participó activamente Sergio Ramón Rodríguez. Mi mami Berta Cáceres nos contó siempre su situación de riesgo y por eso cuando nos dijeron que la habían asesinado supimos que fue la empresa Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima. Yo me acuerdo perfectamente el día que me sentó, semanas antes de su asesinato, y me contó que Bustillo la había amenazado y que la perseguía, que David Castillo la acosaba y la perseguía, que Sergio se burlaba y hacía campañas en su contra por haber ganado el premio ambiental Goldman y eso es parte de lo que queremos decir acá.

Berta Cáceres era una persona que luchaba, que tenía rebeldía, que se enfrentó al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca porque era un proyecto violatorio de los derechos humanos que ha hecho correr sangre en el territorio lenca. Estamos hablando de la sangre de Tomas García que fue asesinado a manos de militares, militares que estaban dirigidos, pedidos por la empresa DESA, que incluso recibían ayuda, apoyo económico para estar en ese lugar, para proteger esa empresa. Estamos hablando de la sangre de su hijo, porque aquí nosotras no somos las únicas hijas e hijos víctimas de este proyecto.  Allan García también recibió disparos y vio cómo su padre fue asesinado enfrente de él, es algo que queremos dejar claro acá.

Mi mami era Coordinadora General del COPINH, organización que está siendo perseguida, que aún ahora le siguen haciendo campañas de desprestigio. Que ahora, después de muerta, vemos cómo buscan que su vida personal pase a lo público como una forma de humillarla, de violentar constantemente los derechos de las mujeres. Porque son a las mujeres a las que buscan defenestrar públicamente con su vida privada.

Quiero decir también que me toca hablar hoy, cosa que no me gustaría hacer, porque nadie quiere hablar cuando han asesinado a su madre, pero me toca hablar porque hay una justicia que no nos dejó participar en este proceso, que nos sacó de este proceso. Aquí tendríamos que tener a la acusación privada, a nuestros abogados, a los que nos acompañaron, los que investigaron, los que pensaron una teoría complementaria a este caso, diciendo las conclusiones, haciendo entender cómo el contexto en que se da ese asesinato que tiene mucho que ver. Cómo la buscaron, cómo persiguieron a los acompañantes internacionales, que fueron políticas de DESA. Y no están acá porque nos expulsaron de este proceso. No estamos de acuerdo con eso. No estamos de acuerdo tampoco con que se nos haya excluido desde el primer momento del asesinato de mi mami porque se nos negó la posibilidad de tener un observador cuando fue la autopsia, porque no se nos dio información y porque, cada momento de este proceso, tuvimos que pelear por información y no lo hicimos por capricho, lo hicimos porque estamos dispuestas a poner todo lo que sea necesario para que haya verdad porque entendemos que es nuestro derecho, porque entendemos que es el derecho del pueblo hondureño.

Hemos sido minuciosas y hemos pedido la recusación del tribunal, incluso hemos denunciado a la fiscalía porque queremos el mejor proceso y lo queremos porque este es un momento importante en el que podemos sentar precedentes de justicia para este pueblo que se está yendo, que se está desangrando, este era la oportunidad de hacerlo. Y hoy la justicia, lamentablemente, está en deuda con nosotras, pero no por eso vamos a dejar de desconocer que hay culpables en esta sala. No todos son culpables pero aquí hay autoría material, aquí hay colaboración necesaria, hay perseguidores, hay infiltradores y eso lo tenemos que decir.

No me voy a extender más, y aunque sea por esta vez, gracias porque fue el único momento en el que, lamentablemente, pudimos expresarnos en todo este proceso. La lucha por justicia para Berta Cáceres no va a terminar aquí. Hay más procesos judiciales que vamos a seguir, porque vamos a seguir apelando a estas instituciones para que respondan, como debe ser, a la justicia. No somos víctimas pasivas. Vamos a actuar porque Berta Cáceres se lo merece, porque el pueblo lenca se lo merece, porque nos siguen persiguiendo aún ahora, porque esta estructura criminal que atentó contra Berta Cáceres sigue activa y eso también vamos a denunciar.»

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