En la ciudad de Washington, un número creciente de legisladores exigen que Estados Unidos suspenda la venta de armas a Arabia Saudí debido al incidente en el que Jamal Khashoggi, columnista del periódico Washington Post, fue presuntamente asesinado en el consulado de Arabia Saudí en Estambul, la capital de Turquía. Sin embargo, esos reclamos fueron rechazados el jueves por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El presidente Donald Trump afirmó: “No me gustaría detener las grandes cantidades de dinero que se están vertiendo en nuestro país. Sé que se están discutiendo diferentes tipos de sanciones, pero [Arabia Saudí] está gastando 110 mil millones de dólares en equipo militar y en materiales que crean puestos de trabajo para este país. No me gusta el concepto de detener una inversión de 110 mil millones de dólares en Estados Unidos, porque ¿sabes lo que van a hacer? Ellos tomarán ese dinero y lo gastarán en Rusia, en China o en algún otro lugar”.
Incluso antes de la presunta muerte de Jamal Khashoggi, el gobierno de Trump había sido objeto de presiones para que interrumpiera la venta de armas a Arabia Saudí debido a la catastrófica guerra en Yemen, que causó la muerte de miles de personas, empujó a millones de yemeníes al borde de la inanición y provocó el peor brote de cólera en el mundo, con hasta 10.000 casos nuevos cada semana. Visite democracynow.org/es para ver más información sobre la presunta muerte de Khashoggi y las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí con el congresista demócrata de California Ro Khanna.

El artículo original se puede leer aquí