Finalmente, el Tribunal Supremo Electoral brasileño decidió en la madrugada del sábado impedir que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, pueda participar de las elecciones presidenciales del 7 de octubre.

Este 1 de septiembre comienzan a desarrollarse las campañas electorales y el Partido de los Trabajadores se encuentran en esta situación de indefensión, ya que cada día que pasa sin tener un candidato confirmado, es un día menos de campaña.

Seis votos contra uno, decidieron que Lula no pudo revertir todas las impugnaciones que habían aparecido, cuando se aceptó su candidatura. Por ello, el Tribunal debió expedirse para ponerle fin a la discusión judicial.

Al tener sentencia en segunda instancia, se puede entender que no cumple las condiciones que impone la Ley de la Ficha Limpia para poder ser candidato. Las endebles pruebas utilizadas para su condena y el hecho de que quede una última instancia que puede declararlo inocente, no fueron suficientes argumentos para el Tribunal. La defensa también utilizó la decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU que le ordenaba al estado brasileño que “tome todas las medidas para asegurar el derecho de Lula a ser candidato en las elecciones presidenciales de 2018, incluyendo el acceso a la prensa, su libre participación en los debates presidenciales y a participar en el horario electoral y, por último, la garantía de tener su nombre en las urnas en las elecciones del 7 de octubre”.

El Ministro Instructor, Luis Roberto Barroso, manifestó que el Comité de la ONU tomó la determinación a favor de Lula, sin haber considerado los argumentos de Brasil antes de su conclusión y que esto cuestionaba el derecho a la amplia defensa, destacaba el portal Infobae.

El PT ahora tiene diez días para confirmar quién será el reemplazo de Lula da Silva en la candidatura, algo que complica las apelaciones para reclamar que el candidato siga siendo el expresidente, pero que también complica a los propios candidatos, que perderían días preciosos, teniendo en cuenta que la fecha de las elecciones es el cercano 7 de octubre.

Fernando Haddad y Manuela D’Avila deberían ser los candidatos que reemplacen al exsindicalista, según lo acordado en el congreso del PT realizado en agosto.

El TSE en su fallo ordena que Lula no figure en las boletas de votación, ni su foto pueda ser usada en campaña, lo que le da al fallo un claro rasgo de proscripción.

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