Por Vinícius Lisboa/Agencia Brasil. Traducción de Pressenza

La semana pasada, a través de su cuenta de Facebook, el activista anunció cáncer en el cerebro.

 

La primera arruga en la cabeza de João W. Nery apareció cuando tenía 29 años. La transición para adecuar su cuerpo al género masculino recién empezaba y aquella línea de expresión terminó siendo bienvenida.

«Hasta me gustó, porque me dio un aire más masculino. Para quien no tomaba hormonas, cualquier tontería ya era algo. Comencé a leer La Vejez, de Simone de Beauvoir. Fue la primera vez que pensé en la muerte», dijo João W. Nery en entrevista exclusiva a la Agencia Brasil.

Su preocupación con la salud aumentó la semana pasada. A los 68 años João W. Nery, el primer hombre transexual que pasara por una cirugía de cambio de sexo en Brasil, recibió el diagnóstico de que el cáncer de pulmón por el que se viene tratando hace un año, llegó al cerebro. El activista y escritor compartió la noticia con sus seguidores en las redes sociales, provocando una oleada de solidaridad. El próximo lunes (17), recibirá la primera sesión de radioterapia en el cerebro, complementando las que ya hace en las glándulas suprarrenales, donde también tiene nódulos.

Nery explica que el cáncer en el cerebro, de nivel tres, «no es de los más curables», pero conserva la esperanza que deriva de la fuerza de quien enfrentó procedimientos quirúrgicos experimentales en la década del 70 y cambió su documento cuando eso aún era considerado crimen.

Afirma que no cree en Dios, pero no se considera ateo. Para Nery, afirmar que Dios no existe es tan dogmático como afirmar que existe. «No soy para nada místico. No fui criado en ninguna religión. Yo no tenía esa noción de pecado, entonces nunca sentí culpa por lo que soy. Pero tampoco tuve los apoyos místicos que a veces hacen falta».

El activista percibió la enfermedad cuando tuvo desmayos súbitos y convulsiones y tuvo la confirmación de que el cáncer había llegado al cerebro, el pasado mes de agosto. El mensaje publicado en el Facebook, según él, fue «para dejar a los chicos sobre aviso» y para que venzan a timidez y no dejen de luchar por sus derechos.

Nery organizó grupos de apoyo para hombres trans en todos los estados brasileros, puso a disposición su página de Facebook para que candidatos transexuales de todo el país difundieran sus plataformas y participó de iniciativas para aumentar las posibilidades de trabajo de la población trans, como la web Transempregos.

Unión

A los jóvenes trans que lo buscan para pedir consejos y dividir sus angustias, el activista les pidió unión. «Muchos chicos viene a hablar conmigo porque están sufriendo transfobia de los propios trans, porque no van al gimnasio y no se aplican hormonas», destacó.

«La transfobia causa mucho sufrimiento, entonces lo que el trans masculino quiere en principio es huir de ese dolor, huir de esa discriminación. Entonces, aplicándose hormonas, teniendo barba, engrosando la voz consigue hacerse comprensible para la sociedad y sufrir menos transfobia. Puedo entender eso perfectamente, pero eso no contribuye al movimiento trans, incluso porque él muchas veces no quiere ser reconocido como trans, sino como hombre cis», completó.

Foto Fernando Frazão, Agencia Brasil

Padre de un hombre de 29 años casado y heterossexual, João W. Nery cree que es preciso criar hombres sin miedo a lo femenino. «Mi hijo es todo para mí. És un hombre bonito por dentro y por fuera. Es muy inteligente y cariñoso» dijo, recordando que recientemente festejó el ingreso de su hijo a la maestría.

Nery se considera un hombre femenino y feminista y afirma que el machismo es la gran patología de la sociedad. «Es el machismo lo que debería estar en el CID (Registro Internacional de Enfermedades). Es la gran patología social. Todo machista debería tratarse porque el machismo mata y mata feo. El feminicidio es una locura, sin contar las violaciones correctivas que sufren los hombres trans y las lesbianas.»

Nuevo libro

João Nery es autor de Error de Persona, Viaje Solitario y participa de la antología Vidas Trans. En los últimos seis meses,  trabajó en su próximo libro, Vejez Transviada (Vejez desviada). Según él, la obra está prácticamente concluida y ya tiene editorial para publicación. El libro trae una biografía actualizada del activista, sus reflexiones sobre a transexualidad en la vejez y colaboraciones de otros LGBTs ancianos.

«La vejez en nuestra cultura es a partir de los 60, pero si una mujer trans, por ejemplo, cumplió 50, ya es una superviviente. Ya puede considerarse una mujer vieja. Y no hay asilo para los trans viejos, no hay salud específica para atenderlos. Muchas veces no tienen estudios y no tienen casa donde vivir», destacó.

Nery cuenta que recibe relatos de ancianos trans que intentan revertir la transición y fingir ser del sexo opuesto para ser aceptados en los asilos. «Es una muerte social».

Imposibilitado de viajar, Nery grabó un video para participar del I Congreso Internacional Multidisciplinario en Sexualidades, que se realiza esta semana en la Universidad de Campinas.

Siempre presente en eventos académicos y del movimiento LGBT, será homenajeado con la concesión del título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Federal del Mato Grosso (UFMT), que aprobó la distinción por unanimidad el 22 de agosto.

Los problemas de salud también lo alejaron de la militancia. El activista defiende que los hombres trans necesitan ocupar espacios políticos y conquistar protagonismo de sus luchas. En el mensaje publicado la semana pasada en el Facebook, pide coraje. «No se acobarden. Ser lo que somos no tiene precio. Vivir una mentira nos enloquece».

El artículo original se puede leer aquí