Mi nombre es Paka. Trabajo bajo el seudónimo Paka the Uncredible (Paka el increíble). Soy un artista nacido en Londres. He recorrido el mundo.

Empecé a hacer arte muy joven, cuando tenía 18. Ahora tengo casi 55.

Viajé mucho por el sur de España, aprendiendo mi oficio en las calles. En esos años conocí un grupo de gente proveniente de distintos lugares de Europa. Con ellos formamos una compañia llamada DNTT. De aquí es de donde proviene mi vínculo con Berlín. Hacíamos espectáculos en la calle juntos y empezamos a querer tener más control sobre el entorno. Luces, sonido, cosas del estilo. Todos malabaristas, acróbatas; con distintas habilidades circenses. También muy interesados en todo el proceso de mutar máquinas: hacer utilería de partes de autos, motos, cosas así, que conocí mucho en Londres a través de la Mutoid Waste, otra gran compañía británica, ahora radicada en Italia. Y cuando el muro cayó en Berlín, nos mudamos todos aquí por un tiempo. El departamento de cultura nos proveyó de viviendas y comenzamos un par de festivales grandes, en squats. Éramos un grupo de 18 personas de 7 países diferentes de Europa. ¡Éramos muy anárquicos! Un momento privilegiado de mi vida. Éramos 18 personas y el único criterio para unirse era el llegar y mejorar el show, sin que nadie te diga qué hacer. Si podías hacer eso, eras parte de la familia. ¡Pero muy pocas personas pueden hacer eso! En general queremos ser instruidos, que nos digan qué hacer. Pero si ves una situación y qué es lo que se necesita y tienes la seguridad suficiente para instalar ese proceso y hacer de esa totalidad algo mejor…es una cualidad bastante inusual. La compañía existió durante unos 8 o 9 años. Y llegamos a convertirnos en algo…quiero decir: hubo un año en donde estábamos en cada canal de televisión aquí en Berlín, cada noche; en la prensa…así mismo llegamos a tener bastante reconocimiento en España. De una manera bastante underground. Nos presentamos en grandes squats. Pero tan pronto como 2 personas se fueron, todo colapsó. Porque estaba todo cimentado. 8 o 9 años de esa energía circulando no es algo menor…

Nuestros contemporáneos en esa época, como dije, eran la Mutoid Waste, La Fura dels Baus, Archaos. Ese tiempo, ese género. Estuvimos mucho con Archaos en el sur de Francia. Con la Mutoid Waste trabajamos conjuntamente en espectáculos grandes; nosotros haciendo la historia y la actuación y ellos con la maquinaria instalada entre medio del público. Alto impacto visual. Una época bastante loca: años ochenta y noventa. Royal de Luxe. La Machine. Es un mundo pequeño también. Y muy interesante. Lo mecánico-robótico, lo teatral. Arte de gran estilo, con alma. Hay mucha gente que hoy por hoy sólo tiene demasiado dinero pero no mucho corazón.

Yo siempre he sido clown. Es un oficio. Es lo que aprendí. De a poco empecé a construir máquinas con las que pudiera actuar, y así poder llevar adelante una presentación con la máquina, donde la gente la viera como un actor más en escena. Con el caballo Rusty (oxidado en inglés) hice como 9 años de presentaciones; he andado por todo el mundo con Rusty. Recientemente he estado construyendo cosas más como Elsie, en este caso las máquinas hacen el trabajo. Me he estado metiendo más y más en construir las máquinas –porque la misma energía que requiere hablar sobre las preguntas sin respuesta de la vida, como: ¿quién soy?¿qué soy?¿qué estoy haciendo aquí? Es un tipo de energía que no tiene respuesta. Y criar niños es la misma cosa. Está lleno de preguntas incontestables de la vida. Mientras que construir una máquina, o funciona o no funciona. Es bastante simple. Es creativo construir algo y crear una forma y pensar cómo eso puede relacionarse con la gente. Es interesante, pero es una energía diferente. Elsie Dragon era un proyecto sobre la fantasía. Yo en un momento dejé de hacer criaturas fantásticas. He hecho un montón de criaturas fantásticas. Pero luego pasé a hacer formas de vida reales: caballos, o perros, etc. Y luego cuando me convertí en padre, a tiempo completo, me encontré en el taller pensando sobre el significado de eso, en cuanto a mi vida, mi libertad personal. Porque uno siempre está cediendo con algunas cosas para ser padre. Yo quería serlo, pero es entonces cuando surge la idea de construir estas criaturas fantásticas, de nuevo. Que tiene que ver con las cosas que son imposibles, que son de alguna manera irreales. Yo ya no podía estar viajando. Fue entonces cuando empecé a hacer estas criaturas. Inspiradas en la fantasía y la reclusión también.

Cuando niño tuve un cáncer. Fui de las primeras personas en ser curadas de Leucemia. Así que pasé de los 3 a los 11 años en hospitales. Para cuando tenía 11 años ya tenía dos cosas muy claras: que la vida es potencialmente muy corta y que no debieras hacer nada que no quieras, ¡porque la vida es corta! No tiene sentido perder el tiempo. A partir de ahí ejecuté y seguí las ideas que se me venían a la cabeza. Siempre he creído que si eres fiel a tus ideas y tus sueños nunca te va a hacer falta el dinero. La primera vez que salí a la calle y volví con 100 libras, hace como 30 años, me di cuenta de que no necesitaba ningún trabajo con relación de dependencia. A la gente le gustan las ideas locas. Y va a pagar por ellas. No siempre tienes apoyo. A veces tengo que hacer trabajo sólo por un tema de dinero. Pero aquí, es interesante, en relación a los niños y la crianza; aquí somos 7 personas, y el sustento de todos es el sombrero que está puesto ahí. Hemos estado viviendo, alojándonos, de lo que la gente pone en la gorra. Tal vez no nos pagó el viaje hasta aquí. Pero esas contribuciones son el sustento de 7 u 8 de nosotros, lo cual es apoyo comunitario en términos reales. Que es lo que siempre me gustó del arte callejero. Y he trabajado en oficinas. Trabajé en la industria del cine por un tiempo también. Es horrible. Nunca voy a volver a trabajar en mi vida en cine. Es aburrido al punto de adormecerlo a uno y tan dependiente de lo individual.

Aquí en Berlin hemos tenido 18 días consecutivos de presentaciones, así que las máquinas están funcionando todo el día, todos los días: es una locura. Normalmente en una presentación serían 2 horas por noche durante 3 días. Ha sido todo un reto de hecho.

Me gusta mucho Alexanderplatz, es bastante loca. Un montón de gente distinta. Hay mucha música distinta: Balkan beats, mucha música gitana, de África, Fela Kuti. Llega gente a decirnos: “debes ser de Rumania”, o de Turquía, o: “estás tocando música de mi ciudad” y eso es muy loco. No soy músico pero he estado deviniendo DJ en este último tiempo. Siempre he amado la música que inspira el sentir y el moverse y siempre he puesto especial cuidado a las bandas sonoras de las presentaciones. Nunca tuve realmente tiempo para aprender un instrumento. He sido artista de trapecio, equilibrista, clown, actor…diferentes facetas. ¡No puedo ni dibujar en 2 dimensiones! Soy más un creador tridimensional. Y nunca estudié nada de esto. Lo fui inventando. Nunca estudié ingeniería ni nada parecido. Consigo las cosas de la chatarra, o ebay…tengo un taller y al momento de definir un proyecto empiezo a buscar. El 90% son cosas recicladas. Eventualmente, llegado a un lugar donde falta una pieza precisa…uno cede, pero siempre va a ser la opción más cara. No podrías costear el construir a Elsie con puros materiales nuevos. Podría ser bueno disponer de más dinero pero no necesariamente el resultado va a ser mejor. Siempre he sido un apasionado de tener control sobre el destino propio, sobre la expresión de uno y no tener a alguien que me diga qué tengo que hacer.

      

Entrevista: Daniela & Andrés Pressenza Berlin