Por Ricardo Gómez

Habitantes de las principales urbes de Bolivia tomaron las calles este 21 de febrero recordando los resultados del referéndum en el que el país rechazó la modificación de un artículo de la Constitución que permita a Morales postularse a un tercer mandato.

A pesar de que en 7 regiones del país también se expresó el apoyo a otra re-elección del presidente Evo Morales y a que según las evaluaciones realizadas por el partido gobernante el apoyo recibido es mayoritario; en las ciudades más pobladas del país la sensación es de que las manifestaciones por el NO son mayores en número.

Los resultados del referéndum realizado el 21 de febrero de 2016 dieron una victoria muy estrecha a favor del No a la re-postulación, con un porcentaje que representaba el 51,3% contra un 48,7% que apoyaba el SÍ. Sin embargo, tras conocerse que el gobernante Movimiento Al Socialismo descartaba la posibilidad de presentar otro candidato y que insistiría a través de otros mecanismos legales para lograr una nueva Candidatura de Evo Morales, mucha gente que votó Sí no aprueba la no aceptación de la derrota.

El Oficialismo asegura que el resultado de esos comicios se vio afectado por una campaña de guerra sucia y logró que el Tribunal Constitucional Plurinacional dicte una sentencia admitiendo la posibilidad de la re-postulación de Morales.

En ese escenario fue que este 21 de febrero, se realizaron manifestaciones masivas, bloqueos y concentraciones que a percepción de este redactor parecen anticipar que Morales sólo será presidente de Bolivia hasta el 2020 y que el país podría correr la suerte de Argentina o Brasil, donde gobiernos de derecha tiraron por la borda los avances logrados por su predecesores.

La necesidad de una o más alternativas nuevas para Bolivia se hacen evidentes si no quiere ser gobernada otra vez por los viejos partidos neoliberales que la tuvieron postergada y saqueada.