Por Javier Zorrilla Eguren, Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización[1]

La violencia: una breve precisión conceptual [2]

UNESCO publicó en 1981 Las causas de la violencia, un estudio pionero en el tema.[3] Ahí se precisa que la violencia es no solo el acto de fuerza por el que la voluntad de un individuo o grupo se impone a otro, sino también el modelo económico, el orden social y la estructura de poder que avala el acto violento. El estudio destaca el carácter sistémico y multicausado de la violencia. Diferencia una variedad de formas (económica, política, cultural, racial, ideológica, religiosa, de género); una variedad de ámbitos (personal, familiar, escolar, urbano); distintas escalas (local, nacional, global); y de niveles de profundidad (violencia latente, manifiesta, institucional y estructural). Todo esto forma un sistema susceptible de ser aprendido, desaprendido y transformado.

Por nuestra parte, diremos que en la vida diaria todas las violencias se unen en una experiencia continua de dolor y sufrimiento: por ejemplo, el salario ínfimo (violencia económica) crea tensiones en la pareja, que a su vez se trasladan a los hijos (violencia familiar) y éstos ven limitadas sus opciones de formación y adaptación (violencia escolar y psicológica) por decisiones emanadas de un poder elitista (violencia política) justificada por un modelo neoliberal de mercado (violencia ideológica).

La no violencia activa (NVA)

En lugar de imponerse por amenaza, chantaje, agresión, destrucción o eliminación, la NVA establece en una comunicación horizontal acuerdos por reflexión, consulta, diálogo, cooperación y reciprocidad. Esta metodología eleva la probabilidad de que los conflictos sociales no deriven en una salida violenta y la adecuada satisfacción de las necesidades sea para todos sin discriminación. Esto hace que la práctica constante de la NVA se convierta una respuesta eficaz a la vida amenazada, un modo de ser y de estar en el mundo y una planificación deliberada[4] para lograr que los derechos humanos sean efectivamente cada vez más universales. Es, también, sin duda, el medio por excelencia de construir la paz, si tenemos en cuenta que lo que se consigue con violencia solo se mantiene con violencia.

La gravedad del problema

En 1972 un grupo de políticos y científicos independientes, reunidos en lo que se llama el Club de Roma, encargó al Instituto Tecnológico de Massachusetts su primer estudio titulado  Los límites al crecimiento. Desde aquella fecha, se han publicado más de 20 informes de seguimiento. El último se titula “2052: Una proyección para los próximos 40 años”.[5] Ahí se afirma que de seguir la tendencia actual, el calentamiento global aumentará dos grados centígrados, lo que será suficiente para provocar tormentas más intensas, agudizar la desglaciación, alterar o destruir ecosistemas, desaparecer más especies, propagar enfermedades tropicales, aumentar el costo de vida, provocar hambrunas y extender aún más la pobreza.

En el caso del Perú, el estudio Cuando despertemos en el 2062, publicado por la Universidad del Pacífico, constata que el modelo   basado en la explotación-exportación de recursos naturales (gas, petróleo, minerales, pesca, agricultura) refuerza también la tendencia al calentamiento global y a la depredación, alejándonos del desarrollo humano sostenible. La recomendación general del citado estudio apunta igualmente a un cambio del modelo actual por uno diversificado, no contaminante, ni depredador.

La lentitud del cambio

La gobernanza mundial está atada de manos y no parece que pueda dar el golpe de timón que cambie la dirección. La última COP23 de Bonn vio la retirada de Estados Unidos, principal emisor de dióxido de carbono. Tampoco terminó de redactar el reglamento para implementar los acuerdos de París. Los entendidos destacan algunos avances, pero en los temas fundamentales los compromisos no tienen un carácter vinculante y se cumplen remolonamente o al mínimo. [6]

En el caso del Perú, la fiscalización ambiental es débil y la evasión fiscal, las exoneraciones tributarias a las grandes empresas y la corrupción le restan al fisco recursos importantes para atender, por ejemplo, la desnutrición y la anemia infantil, un tipo de violencia múltiple que compromete al desarrollo integral de por vida. Según el INEI, en el área rural la anemia afecta todavía a 53 de cada 100 niñas y niños. Y en desnutrición crónica a más del 23 % de la población infantil.[7]

Tanto en el Perú como en el mundo la violencia nos sigue aproximando al abismo. Violento es mantener una matriz energética que agrava  el calentamiento global. Violento es no prohibir el uso de las armas atómicas que pueden destruir el planeta. Violento es el gasto militar que podría aliviar problemas de ambiente y pobreza. Violento es el sometimiento de países, empresas y personas al crédito usurero, a los precios concertados, a la obsolescencia programada y a las burbujas financieras. Violenta es la educación autoritaria. Violenta es la brecha entre países pobres y ricos. Violentos son el deterioro del ambiente y la manipulación de la opinión pública. Violento es  el sistema patriarcal y violentos son los centros de poder que luchan por la supremacía mundial poniendo en severo riesgo a nuestra especie.

La no violencia activa como poder democrático liberador

Cuando el opresor  tiene rostro, como en una dictadura, la labor transformadora, convocante y organizativa de la NVA se facilita, como lo sabemos por “la marcha de los cuatro suyos”[8] y la larga historia de dictaduras derrocadas en todos los continentes.

Cuando los derechos humanos son vulnerados se necesita que los grupos discriminados se levanten, propongan y digan basta. Ahí tenemos el ejemplo actual de “ni una menos”, no hace mucho el de los “pulpines” y la resistencia de las comunidades y etnias discriminadas a lo largo de la historia nacional.

Pero si el sistema de opresión no se personaliza en la figura de un dictador, enfrentamos un gran problema. Como se afirma en el Documento humanista [9] hoy el sistema es global, el poder está hiperconcentrado en un paraestado mundial, la manipulación es masiva y la base social esta desconectada o solo resiste puntual y aisladamente. Y, aunque la democracia formal es un paso adelante con respecto a la dictadura, no es solución, porque además de encubrir a los poderes facticos, deja al Estado a merced de la tiranía del capital o del dinero a través de la corrupción, el narcotráfico, las organizaciones internacionales de fachada y las multinacionales belicistas, explotadoras, depredadoras y/o contaminantes.

De este festín de violencia los peruanos tenemos ejemplos cercanos en los conflictos socioambientales, en las pésimas condiciones laborales y en la precariedad institucional que vulnera la independencia de los poderes.

Una propuesta humanista: abordar la violencia desde la organización social

Si la violencia apunta a la concentración de un poder cada vez más vertical, centralizado, oculto, manipulador, inmoral e insolente, la lucha no violenta apunta a la igualdad de oportunidades, a la justa distribución de la riqueza, a la participación directa de los ciudadanos en la toma de las decisiones, al respeto de la diversidad y al derecho de todos los pueblos a vivir en un ambiente pacífico y saludable.

En lo social proponemos una democracia real levantada de abajo hacia arriba y lo más directa, horizontal, informada, transparente y participativa posible. Una democracia que no sólo oriente la política, sino que también se aplique en las empresas, las escuelas, las familias, los barrios, las instituciones y en el orden mundial. De otro modo, la concentración del poder arbitrario, a cualquier escala, permitirá el abuso del fuerte sobre el débil, favorecerá el autoritarismo y profundizará la discriminación.[10]

En la Cumbre de los premios Nobel de la Paz, realizada en Berlín en noviembre del 2009, fue invitado a exponer el pensador argentino Mario Rodríguez Cobo, más conocido como Silo, fundador del Movimiento Humanista[11] e inspirador de la primera Marcha Mundial por la Paz,[12] que recorrió 174,000 Km, pasando por todos los continentes, 104 países y 300 ciudades. Este acto multitudinario llamó la atención sobre la urgencia de la paz y la necesidad de la NVA.  En su discurso sostuvo que es necesario no sólo rechazar y superar la violencia física, sino también enfrentar toda forma de violencia económica, racial, psicológica, religiosa y de género.   La nueva sensibilidad no violenta, decía, aspiraba a llegar a conmover las estructuras sociales, abriendo el camino para la futura Nación Humana Universal.[13] Esta nueva imagen de futuro ya se encuentra presentada como proyecto en el libro del humanista Guillermo Sullings, Encrucijada y futuro del ser humano, los pasos hacia la nación humana universal. [14]

Estratégicamente hablando, para realizar este proyecto, es necesario generar una red lo más amplia posible en torno al eje de la NVA. Porque ahí donde las personas y los colectivos se conectan, organizan, protestan, presionan y proponen, acumulando cada vez más fuerza, logran avanzar en sus derechos. A mayor interconexión local, nacional, regional y mundial mayor poder adquieren los ciudadanos del mundo para configurar un futuro que no puede ser otro que el desarrollo plenamente humano y sostenible de todos y para todos. Esta articulación ya ha comenzado por parte de múltiples y diversas organizaciones de avanzada, pero aún falta una convergencia mayor. Por esta razón es por demás pertinente participar en la conformación de una “red de constructores por la Nación Humana Universal”.

En lo que hace a la superación de la violencia personal, nuestro centro pone desde ya a disposición y en forma gratuita su programa Autoliberación. [15] A través de sus talleres aprendemos a calmar la alteración, a transformar las miradas violentas, a conocernos a nosotros mismos, a trabajar el equilibrio psicofísico, a practicar la atención dirigida y a configurar un proyecto vital de liberación en el que se realicen las más altas capacidades, vocaciones y virtudes.

También planteamos que para llevar la paz en nosotros mismos y a los demás es imprescindible priorizar la reconciliación y la coherencia, entendida como ese pensar, sentir y actuar por el que tratamos a los demás como quisiéramos ser tratados.   El humanismo universalista recoge este principio ancestral multicultural y lo asume como eje existencial de una convivencia que respete, valore y aliente la diversidad.

En cuanto al rescate del aporte andino a la cultura universal proponemos que la ayuda mutua, la reciprocidad, el llamado “ayni” en quechua, sea la norma ética que también oriente nuestra acción. En palabras del cargador de bultos cusqueño Mauricio Condori Mamani: “…te prestan en ayni, pero eso sí, todo ayni tienes que devolver de todo corazón… No se puede olvidarla a la Pachamama. Si uno la olvida, también la Pachamama se olvida de uno… Ayni está en todo: te casas, te ayudan en ayni; cuando alguien de tu familia muere, en el entierro te ayudan por ayni”. [16]

Palabras finales

En la vorágine violenta, hipnótica y ruidosa de lo cotidiano, se hace necesario retirarnos, recogernos y hacer ese silencio interno en el que podamos escuchar, cada uno para sí, lo que Martin Heidegger llamó una nueva revelación del ser. Son cada vez más los que sienten que los grandes cambios externos no pueden sostenerse si al mismo tiempo no van acompañados de un profundo cambio interior. Ese que instala la nueva actitud ante la vida que irá transformando al sistema violento multiplicador del dolor y del sufrimiento.

Eso es todo, muchas gracias.

Lima, 29 de marzo de 2017

[1] Asociado al Centro Mundial de Estudios Humanistas

[2] Ponencia presentada en el evento Cómo abordar la violencia en el Perú, organizado por la UNESCO y el Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización que tuvo lugar en el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social el 29 de noviembre de 2017.

[3] UNESCO: La violencia y sus causas. Varios autores. Publicado en lYHl por la Organizaci6n de las Naciones Unidas pare la Educación, la Ciencia y le Cultura. 1981.

[4] En el libro De la dictadura a la democracia de Gene Sharpse demuestra cómo la NVA   no solo liberó a la India del colonialismo con la gesta de Gandhi, y de la discriminación racial a Estados Unidos y Sudáfrica con la lucha no violenta de Luther King y Mandela, sino que también derrotó a múltiples dictaduras que ejercían su dominio al amparo de la tristemente famosa cortina de hierro. Esta obra es un manual completo de cómo se ejerce la NVA en el campo social y político. Para su descarga gratuita ir a:   http://www.aeinstein.org/wp-content/uploads/2013/09/DelaDict.pdf

[5] http://www.clubderoma.org.ar/documentos/Palabras_de_Jorgen_Randers.pdf

[6] Según la canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, vocera del G77: “La pata débil de la conferencia fueron los métodos de implementación del Acuerdo de Paris, no solamente el acceso a financiamiento y recursos sino transferencia de tecnologías y gestión de capacidades y así, ayudar a los países en desarrollo”. Explicó que hace ocho años, en la conferencia climática de Cancún, se creó un Fondo Verde para asistir a las naciones retrasadas en tecnologías ecológicas. Y denunció: “Para esta altura se esperaban 100.000 millones de dólares anuales en el Fondo y eso no ha ocurrido. Lo que hay en la cesta son 6.000 millones” solo el 10 por ciento de lo esperado.

[7] https://www.inei.gob.pe/prensa/noticias/desnutricion-cronica-afecto-al-131-de-menores-de-cinco-anos-disminuyendo-en-13-puntos-porcentuales-en-el-ultimo-ano-9599/

[8] Gran marcha nacional y popular que 1996, junto con la presión internacional,   evitó que Alberto Fujimori consolidara un tercer gobierno, producto de una ilegitima y fraudulenta participación electoral.

[9] http://www.cmehumanistas.org/es

[10] Max Neef en su libro Desarrollo a escala humana las identificó como subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, identidad, ocio, creación y libertad. http://academyw.com/recursos/mas/Directorio/Recursos/rfwyz/Mas/200/236.%20DESARROLLO%20A%20ESCALA%20HUMANA.pdf

[11] Conjunto de personas que participan de las propuestas del nuevo humanismo o humanismo universalista.

[12] La marcha inició el 2 de octubre de 2009 de Nueva Zelanda y concluyó el 2 de enero de 2010 a los píes del monte Aconcagua, en la frontera entre Argentina y Chile ante unas 20.000 personas.

[13] http://imaginatuvuelo.blogspot.pe/2009/11/silo-ante-los-premios-nobel-de-la-paz.html

[14] SULLINGS, Guillermo: Encrucijada y futuro del ser humano, los pasos hacia la Nación Humana Universal. Formato: EPUB – SIN DRM

VIRTUAL EDICIONES,  2016

[15] AMMAN, Luis: Autoliberación. Editorial: LEON ALADO EDICIONES, 2015, España.

[16]  ESCALANTE, Carmen y  Ricardo VALDERRAMA: Gregorio Condori Mamani. Autobiografía Editorial: Centro Bartolomé de las Casas, Cusco, 1979