Entrevistamos a Tomás Hirsch respecto a las elecciones primarias que tuvieron lugar ayer en Chile, en las que participaron las coaliciones de Chile Vamos y el Frente Amplio.

Pressenza: Concluidas estas elecciones Primarias ¿cómo evalúas la relación de fuerzas entre la Derecha y el Frente Amplio? ¿Ves posibilidades a una fuerza nueva de remontar hacia las elecciones de diciembre la diferencia y lograr, eventualmente, pasar a segunda vuelta?

Tomás Hirsch: El resultado obtenido por el Frente Amplio en las elecciones primarias es un gran logro. Hay que considerar que el Frente Amplio es una coalición muy nueva, que en solo seis meses de vida ha generado un enorme apoyo ciudadano, ha despertado una gran esperanza y ha movilizado a votar a miles de jóvenes que no estaban participando de las elecciones. Algunos pretenden comparar nuestra votación con la de Chile Vamos (la derecha). Olvidan que esa coalición de derecha tiene casi 50 diputados y 20 senadores, cientos de alcaldes y concejales, y cuenta con el apoyo explícito de los grandes medios de comunicación y de todo el gran empresariado. Al comparar esto con el trabajo voluntario de quienes impulsan el Frente Amplio, el resultado del Frente Amplio cobra mayor relevancia.

Al mismo tiempo no nos engañamos ni somos autocomplacientes: Hay mucho trabajo que hacer. Hay que profundizar el trabajo territorial, hay que incorporar a los independientes, hace falta que motivar nuevamente a quienes se han desencantado de la política, hay que presentar un programa de gobierno sólido y esperanzador. Hay que fortalecer al Frente Amplio y su orgánica interna. Hay que desplegarse en las regiones.

P: ¿Hubo deficiencias reales en el proceso eleccionario, que impidieron votar a mucha gente? ¿Esas dificultades pudieron eventualmente modificar los resultados?

TH: El proceso estuvo lleno de debilidades, errores y negligencias. Por una parte el gobierno de la Nueva Mayoría, al no participar sus candidatos de estas elecciones primarias, actuó de forma negligente y no cumplió con su deber de fortalecer la democracia motivando a la ciudadanía a votar.  Por otra parte el Servel esta vez falló completamente en la formación de los vocales de mesa, que no tenían la menor idea del procedimiento de voto, sobre todo en las primarias parlamentarias. El sistema es engorroso ya que implica diferentes tipos de papeletas de votación según si el elector es afiliado a algún partido o independiente y no se previó la importancia de esclarecer adecuadamente a los vocales y a los electores al respecto.

Por último la fusión de mesas generó grandes atochamientos, colas de horas en algunos casos, lo que sumado al partido de fútbol final de la copa Confederaciones, hizo colapsar el sistema durante la mañana.

Todas estas dificultades desmotivan a los electores y se corre el riesgo de que la abstención siga creciendo.

P: ¿Cómo ves el liderazgo de Beatriz Sánchez y la tarea que tiene por delante?

TH: El liderazgo de Beatriz es uno adecuado para estos tiempos: horizontal, paritario, con gran valoración de lo colectivo por sobre lo individual, con capacidad de escuchar, muy lejano al autoritarismo y la verticalidad que hemos conocido en otros líderes políticos. Beatriz Sánchez es capaz de reconocer sus errores, se interesa en aprender, se interesa con verdad en las demandas de sus interlocutores. Por otra parte tiene una impresionante capacidad de trabajo. Por último creo que el ser una candidata que se declara como feminista le da un valor muy especial a su campaña y a sus propuestas.

Es fundamental que su liderazgo se traduzca en un aporte al fortalecimiento del Frente Amplio, con la incorporación de nuevas fuerzas políticas, sociales, culturales, étnicas y de todo tipo.

P: ¿De qué modo te parece que debiéramos trabajar los Humanistas, apuntando a las próximas elecciones al Parlamento? ¿Cuáles son los aprendizajes de esta campaña a nivel distrital? ¿Cuáles los errores a corregir? ¿Qué nuevas estrategias debiéramos desarrollar?

TH: Los humanistas tenemos una gran oportunidad en las próximas elecciones: volver al Parlamento después de 25 años. Para eso necesitamos trabajar muy intensamente pues se trata de una posibilidad pero nada está garantizado. Necesitaremos aumentar muchísimo nuestra votación y para eso necesitaremos que todos los humanistas se sumen a esta campaña, tomando un lugar en los distritos que estamos priorizando.

En mi caso personal, soy candidato a Diputado en un distrito con más de un millón de habitantes, que incluye la comuna más rica de Chile, con un ingreso per cápita superior al de Alemania, junto a comunas con enormes carencias, con amplios sectores que viven una pobreza dura, sin acceso adecuado a la salud ni a la educación. Es un distrito enorme y complejo, pero a la vez representa una tremenda oportunidad de generar un efecto demostración de que es posible construir un país con mejor trato para todos.

Hemos aprendido la importancia de fortalecer nuestra presencia territorial. Una campaña de estas envergaduras requiere mucha presencia y permanencia en cada comuna. Necesitamos crecer, sumar nuevas amigas y amigos; necesitamos incorporar con fuerza las nuevas formas de comunicación digital, las redes y las nuevas tecnologías.

Necesitamos traducir nuestra propuesta más general en propuestas concretas y posibles, que sean cercanas a la situación vital de nuestros electores.

Hay muchos humanistas que no están todavía participando en la campaña. A ellos les hacemos un llamado: los necesitamos! Nos necesitamos todos.