Como parte de la campaña internacional para la liberación de la presa política argentina Milagro Sala, y otros presos políticos, se realizó hoy 9 de julio de 2017 un acto reivindicativo en la Plaça Sant Jaume de Barcelona, entre los Palacios de gobierno de la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de la ciudad.

El día que se cumplen 201 años de la Declaración de Independencia de la República Argentina, ésta no goza de muy buena salud, a tenor de los presos políticos encarcelados desde que el gobierno del país está en manos de Mauricio Macri. Dos son las provincias que destacan (negativamente) en este aspecto: Jujuy, cuna de la organización Tupac Amaru, donde está presa su fundadora Milagro Sala desde hace ya 540 días y otros compañeros suyos, y Mendoza, donde hay otros presos políticos. En total se trata de 12 personas, todos miembros de la Tupac Amaru.

En el acto tomaron la palabra Mónica Viviana Muro Fresco, del «Comité por la Libertad de Milagro Sala» de Barcelona, Abel Frontán, de la «Mesa de Trabajo y Reflexión», y Victoria Canalla, del «Colectivo Tras la Manta».

En los breves parlamentos se comparó la situación actual de indefensión jurídica en el país, y en particular en las provincias de Jujuy y Mendoza, con la que se vivió durante la última dictadura militar (1976-1983), época durante la cual no existió ningún tipo de garantía legal para los ciudadanos. A su vez, se exigió al presidente Mauricio Macri que cumpla con las recomendaciones de la ONU para la liberación de la diputada por el Parlasur Milagro Sala y el resto de presos políticos.

En este sentido, se recordó que todas las causas por las cuales está siendo investigada Milagro Sala son excarcelables, y aquellas en las que ya ha sido juzgada ha sido sobreseída. Por lo tanto no existe ninguna justificación legal para mantenerla presa.

Para terminar, es bueno recordar las razones que dio la misma M. Sala para seguir detenida: «presa por colla, mujer, pobre, negra y dirigente popular».

El acto terminó con una soltada de globos celestes y blancos, simbolizando la libertad reclamada.