Por Ricardo Gómez García | Pressenza

Freddy Ehlers es periodista, líder de opinión y ex ministro del Buen Vivir de Ecuador. Pressenza lo entrevistó en el marco de la Conferencia Mundial de los Pueblos que se está desarrollando en Bolivia, luego de su participación en el panel “Identidades, culturas y ciudadanía universal”.

 

–¿Cuál considera una de las conclusiones importantes a las que debiera llegar esta Conferencia?

–Mira yo creo que hay un punto fundamental que está proponiendo Ecuador a través del Buen Vivir, que es pedir que se redefinan en el mundo los conceptos de progreso, desarrollo y bienestar. Porque ese es el problema: desarrollo, progreso y bienestar son comprendidos solo como temas económicos. Se pregunta cuánto tiene cada país y no se toma en cuenta la solidaridad, no se toman en cuenta la honestidad, el amor, el perdón, los valores fundamentales del ser humano. Entonces yo creo que un tema importantísimo para la declaración debería ser el trabajar en la redefinición de los conceptos de progreso, desarrollo y bienestar. ¡Porque eso es lo que nos hace desiguales! La ciudadanía universal está basada en cuánto somos como seres humanos. Eso es lo que nos iguala.

–El efecto de redefinir esos conceptos es algo que podría influir a mediano o largo  plazo. ¿Usted cree que se podrían dar algunas señales  más inmediatas en el tema de la ciudadanía universal?

Bueno, incluir algunas leyes  en las legislaciones nacionales a través de UNASUR. Este debe ser un tema fundamental de UNASUR. para comenzar por nuestra región y los otros países del mundo que lo quieran hacer. La Ciudadanía Universal debe ser definida como un tema integral. No solo tiene que ver con la movilidad humana, sino con el desarrollo interno humano, porque también somos migrantes en nuestros países, somos migrantes ideológicos, es decir cuando perdemos nuestra esencia y nos convertimos en consumistas, entonces ya no somos nosotros mismos, somos unos humanoides, fácilmente manejados por el marketing, por la publicidad globalizada. Y ese es para mí el mayor peligro. O sea: el ser humano tiene que ser un ser nuevo, un hombre nuevo, un hombre basado en valores y en virtudes.

–¿Estaría diciéndonos que para ser ciudadanos universales no solo basta con un cambio externo sino que es necesario un cambio interno en el ser humano?

–Claro porque todos somos migrantes, porque hemos migrado de nuestra esencia, ya no tenemos una relación con la naturaleza como deberíamos tener y somos parte de la naturaleza también, hemos perdido los valores comunitarios, los valores familiares. Hay que rescatar eso. Somos migrantes de la esencia del ser humano entonces tienen que ir conjuntamente las dos cosas, porque la ciudadanía universal solo va a  existir cuando los valores humanos y universales sean practicados.

Hay quienes no  practican estos valores. Ellos tienen su cultura o su forma de ver la vida y dicen “somos así y aquí no entra nadie”. Hay una frase muy hermosa que dice “todos los hombres somos iguales, precisamente porque somos diferentes”, o sea la diferencia nos hace iguales. Esa maravillosa diferencia, nos hace seres humanos a diferencia de otras especies que son prácticamente clonadas y son igualitas.