En el 2013, una nueva generación crítica despertó. Pero todavía no encuentra formas políticas para articular sus deseos, ni se identifica con la hipocresía de los viejos partidos

Por Gunther Alexander

¿Cómo salir de esta marea?

Para inspirarnos podemos mirar a España, India y Chile y comprender cómo se crean nuevas formas, partidos-movimientos y frentes amplios donde el partido no es la vanguardia, sino una herramienta de los movimientos sociales. Tal es el caso de Podemos en España y el Partido del Hombre Común en la India, así como el del Frente Amplio organizado por Humanistas, Piratas, RD y otros en Chile.

En el caso de Brasil, la respuesta puede estar en junio de 2013 y en las dos últimas elecciones.

En el 2013 una nueva generación crítica despertó y empezó a expresarse social y culturalmente, pero en el campo político brasileño esta juventud todavía no se ha definido claramente.

Esta nueva generación aún no se ha organizado de modo más permanente y, a diferencia de lo que los liberales quieren hacer creer, esta juventud no ha definido su campo ideológico. En cierto modo es más transversal que las generaciones anteriores, pues tiene un pensamiento menos binario.

En las dos últimas elecciones, entre otros motivos, hubo retroceso porque la nueva generación no votó. La abstención récord indica que todavía está esperando algo nuevo, tal vez un Frente Amplio y/o un nuevo movimiento que esté más de acuerdo a su sensibilidad.

¿Qué estrategias políticas permitirán dar vuelta la página del golpe y de los retrocesos?

Estrategias Políticas:

1. Efectos demostración
2. Coherencia interpersonal
3. Redes, Calles y Comunidades
4. Arraigo en las Periferias
5. No discriminación y no violencia

Efectos demostración

Ya no bastan sólo discursos emocionantes y narraciones repetidas diariamente por las redes, hay que demostrar a través de acciones ejemplares, a través de medidas simples, como reducir los salarios de los políticos y magistrados igualándolos a los de los profesores de la enseñanza pública, no permitir que un ciudadano tenga un cargo público por más de dos mandatos, acabar con las disposiciones que permiten la formación de candidatos profesionales alejados de la base social.

Coherencia interpersonal

Todo aquel que busca cambiar la situación actual, sea candidato(a) o sólo un activista, necesita aumentar su coherencia entre lo que piensa, siente y hace. Tratar a los demás como se quiere ser tratado es una regla antigua y muy olvidada por los partidos y movimientos, que predican una cosa y luego hacen otra. Por otro lado, esto que debería ser un imperativo moral, se llegó a convertir en una estrategia colectiva del Podemos en España que, para ser coherentes con lo que ellos defendían, limitaron sus salarios, privilegios y mandatos.

Redes, Calles y Comunidades

Además de mover las redes sociales y ocupar las calles, necesitamos multiplicar el número de comunidades que se encuentren de forma regular, presencial y permanente.

Las comunidades locales pueden ser formadas a través de frentes de acción en los campos del trabajo, educación, vivienda, arte y cultura, etc.

Arraigo en las Periferias

Más que ocupar el centro, hace falta ocupar el vacío político dejado en las periferias y en el campo. Con el fin de crear raíces territoriales y vínculos humanos más profundos con aquellos que están siendo más afectados por el golpe y la crisis.

Sólo que además del trabajo sistemático de denuncia pública, de actos y de manifestaciones, es necesario generar unidades de confianza y relación, con vínculos más duraderos entre las personas.

No discriminación y no violencia

Enseñar métodos de resistencia no violenta, de no cooperación y desobediencia civil para quienes son marginados, resistiendo a las dosis enormes de discriminación y de violencia que el sistema dispara cotidianamente en el campo y en las periferias de las grandes ciudades. Estar codo a codo participando en estas luchas.

La no discriminación y la no violencia son dos caras de la misma moneda, van siempre de la mano, no existe solamente la violencia física, sino también la económica, racial, sexual y religiosa.

Las soluciones parciales ocultan una lucha del penúltimo contra el último, de sectores que no creen que lograrán revertir el cuadro general de dominación del sistema actual. Estas disputas internas permiten que los neofascistas disfrazados de liberales, asuman pautas de minorías con el objetivo de atraer a electores desprevenidos. Y también permite que las minorías peleen entre sí por pequeñas cuotas de poder, en lugar de unirse para cambiar el escenario general.

Resistir la ola de prejuicios e intolerancia dentro de todos los bandos y sectores, es importante para restablecer el diálogo y evitar un enfrentamiento de todos contra todos.

¿Cómo superar, además de los tiempos difíciles de hoy, los errores del pasado reciente?

Apostar por nuevos actores políticos puede ser una buena salida para renovar las esperanzas, romper con el paternalismo y la dependencia de los viejos actores. Es una buena ruta para aquellos que buscan un Brasil diferente.

Si los viejos partidos quieren demostrar coherencia, deberían fortalecer a los nuevos actores y abrirles espacio, porque si vuelven al poder, traerán la misma agenda de 10 a 12 años atrás en un escenario muy diferente del de aquella época, lo que va a significar mayores retrocesos.

Para quienes creen en salidas repitiendo fórmulas del pasado, creo que el despertar entre los mayores partidos de Brasil, más las reformas laborales y previsionales van a ser lo suficientemente decepcionantes como para generar el clima propicio para el surgimiento de nuevas formas políticas del tipo de las que mencionamos al comienzo.

¿Dónde debemos concentrar los esfuerzos? ¿En las elecciones de 2018? ¿En un proceso más profundo de luchas sociales? Pero en ese caso ¿por dónde empezar?

Necesitamos salir de la actitud defensiva y concentrar los esfuerzos en presionar por nuevos avances. Simplemente reaccionando a los golpes y resistiendo a los ataques no vamos a ningún lugar, es necesario una nueva agenda propositiva y no más reactiva.

Si queremos tener mayoría en las próximas elecciones, no deberíamos enfocarnos sólo en el Ejecutivo, sino comenzar a presionar por cambios profundos en los medios de comunicación, en el poder judicial y en el Parlamento.

Entre varias cuestiones centrales que se dejaron de lado en los últimos tiempos, existen algunas importantes de priorizar:

– Democratización de las concesiones de Radio y TV
– Democracia Real y Directa
– Elección de jueces y fiscales
– Derechos Humanos en las Periferias y en el Campo

Democratización de las concesiones de Radio y TV

Los medios de comunicación masivos (y no sólo Internet) necesitan ser considerados como lugares a ocupar de forma prioritaria, si queremos producir algún cambio real.

Podemos empezar por los programas de webTV y televisiones comunitarias, pero necesitamos presionar a los parlamentarios y a los gobiernos para llegar a democratizar las concesiones y tener una nueva ley de medios.

La creación de estaciones de televisión públicas en todas las ciudades, con estudios abiertos para todos los movimientos sociales, ONGs y activistas culturales, es fundamental para diversificar la producción y ampliar la distribución de contenido plural y descentralizado.

Se habla mucho de la educación como la manera de cambiar el futuro, pero no podemos olvidar que la comunicación establece las «narrativas en tiempo real» sobre el momento actual y tiene una velocidad muchísimo mayor que la educación para transformar el tiempo presente.

Democracia Real y Directa

Consultar regularmente a la población a través de plebiscitos y referendos para los proyectos de ley y reformas más importantes. Crear un sistema de votación en línea a través de medios electrónicos donde las personas puedan votar siempre que las opciones sean de su interés, delegando en los parlamentarios sólo cuando no tengan interés por votar.

El sistema de democracia representativa está fallando, falta desarrollar mecanismos sólidos de consulta popular vinculantes y permanentes.

Elección directa de jueces y fiscales

Al igual que los otros dos poderes, el Judicial también debería ser elegido por el pueblo, de forma proporcional (para garantizar la defensa de las minorías), y tener mandatos provisionales.

Con mandatos vitalicios, definidos sólo por concurso público, tenemos hoy una serie de jueces y fiscales haciendo política, entonces no hay nada que corresponda mejor que celebrar elecciones.

Además, la nueva ley de abuso de autoridad, necesita ser aprobada con urgencia para contener abusos de jueces, fiscales y policías que extrapolan sus funciones.

Derechos Humanos en las Periferias y en el Campo

El estado policial y el tribunal de excepción que se instalaron después del golpe, siempre estuvieron presentes en la periferia y en el campo. Y lo más grave es que deshumanizan a gran parte de la población y, justamente por no reconocer que todos somos humanos, realizan un genocidio sistemático de las capas más pobres y marginadas.

La solución pasa por desmilitarizar a la policía, terminar con los actos de resistencia, castigar de verdad a los policías corruptos y violentos, creando un nuevo sistema de reintegración penal a través del arte y la cultura, y ofrecer una renta básica universal que garantice el mínimo de vivienda, salud y educación para todos y todas.

¿Por dónde empezar?

Además de cuestiones más amplias citadas anteriormente, hay que apuntar a las conductas personales e interpersonales. Necesitamos cultivarlas frente a los siguientes escenarios:

Comunicación directa frente a la desinformación

Conviene aclarar y conversar directamente con cada uno de nuestros amigos, familiares y conocidos, persona a persona, para dar nuestros puntos de vista.

Nos oponemos abiertamente a toda campaña de odio y de incitación a la violencia, contraponiendo las mentiras y rumores falsos con la verdad y con informaciones reales. Antes de difundir, comprobar las fuentes y generar una red de información segura entre amigos, familiares y personas de confianza.

Estar cerca de las personas queridas, escuchándolas y conversando más con ellas. Fortalecer la red de comunicación directa, persona a persona, cara a cara. Nos reunimos personalmente para intercambiar y generar acciones concretas y no sólo virtualmente.

Experimentar Paz ante el Odio

Denunciar las campañas de odio realizando denuncias individuales y colectivas en las redes sociales con el objetivo de terminar con las noticias falsas y la incitación a la violencia.

Predicamos el amor y la paz en lugar del odio y el resentimiento. Algunas manifestaciones se asemejan cada vez más a partidos de fútbol, llevando a una sensibilidad de «barras irracionales».

No sólo de pan vive el ser humano, ni todo se explica por la economía. Muchos fenómenos se entienden por la cultura y los sentimientos que vamos viviendo colectivamente.

Las sensaciones son altamente contagiosas y no son accidentales, todo sentimiento es intencional. Podemos intentar colectivamente contagiar a las personas con buenos sentimientos, más livianos y positivos de paz, armonía y reconciliación.

Esta es la urgencia del momento, más que argumentos necesitamos sentimientos luminosos que inspiren a las personas hacia nuevos caminos.

Organizar redes frente al miedo

Además del odio se ha difundido un miedo cada vez más grande. Para modificar este sentimiento necesitamos actuar, ayudar a otros colectivos y crear redes de apoyo mutuo.

Se están creando decenas de vídeos y mensajes en Internet para crear terror y pánico, eso sirve al propósito de aumentar la confusión y la desinformación.

El miedo funciona como un aforismo negativo al que necesitamos sacarle carga, o sea, debemos ser prudentes, pero poner atención de verdad en todo aquello que sea sagrado y estimado, en las acciones, en las personas, en los proyectos y en el futuro.

Acción Ejemplar Frente a la Inacción

Organizar reuniones y encuentros semanales para coordinar acciones, comunidades y campañas.

Abrir la participación a todos los individuos, grupos, movimientos y entidades que quieran trabajar de forma conjunta en la búsqueda de nuevas salidas y soluciones reales y profundas a la crisis que enfrentamos.

Crear mecanismos de comunicación simples y lo suficientemente fuertes para competir con los medios tradicionales. Dejar de repetir los eslóganes vacíos de los medios de comunicación e introducir nuevas pautas y nuevos vocabularios en el escenario general, generando contenidos polémicos y debates llamativos que atraigan personas al campo de la democracia, de los derechos humanos, de la no violencia y de la no discriminación.

Ser coherente con lo que se defiende y tomar decisiones consultando a todos de forma descentralizada, participativa y flexible.

Actuar directamente en el propio medio inmediato, en el lugar donde se vive, estudia o trabaja, para dar una referencia clara en el medio inmediato a nivel personal e interpersonal, participando también de campañas más generales, a nivel nacional e internacional.


 

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