Una vez más el humanismo ha superado las barreras puestas por el oficialismo de la Derecha y la Nueva Mayoría para impedir nuestra existencia como partido: en el proceso de refichaje exigido por la nueva ley de partidos políticos nuestro partido ha presentado a la fecha más de 18.000 afiliados, cumpliendo así con la formalidad para existir legalmente en 13 regiones del país. Completaremos el número de afiliados necesarios en las dos regiones faltantes, para asegurar que el Frente Amplio cuente en las elecciones de noviembre próximo con una candidatura presidencial.

Levantar una opción de gobierno que pueda asumir la tarea de implementar las profundas transformaciones que requiere el país es el proyecto que nos ha impulsado como humanistas a trabajar en la construcción del Frente Amplio, al que vemos -al corroborar el fracaso de la Concertación, hoy Nueva Mayoría- como la única posibilidad de detener el avance de la Derecha y evitar el nefasto retorno de Piñera.

Un indicador del cambio de momento que vive el país es el esperanzador triunfo de la lista de la “Disidencia” encabezada por Mario Aguilar en el Colegio de Profesores. Resolvemos apoyar con resolución las demandas de los profesores de Chile, respetando siempre la total autonomía gremial y sindical.

Enfrentaremos las próximas elecciones parlamentarias con la energía, entusiasmo y convencimiento de que hoy están dadas las condiciones para que el Frente Amplio pueda elegir un número suficiente de diputados para modificar la correlación de fuerzas que se mantiene hoy en el parlamento.

Con un respaldo del 86% de los votos de los delegados a nuestro Encuentro Nacional, acordamos proclamar como nuestra candidata presidencial para las primarias del Frente Amplio a Beatriz Sanchez. A partir de hoy el Partido Humanista se integrará en forma activa al comando de campaña de su precandidatura, trabajando codo a codo y en forma paritaria junto a las demás fuerzas políticas y sociales que la apoyan.

Tenemos la convicción de que están dadas hoy las condiciones en nuestro país para producir profundas trasformaciones y que estas emerjan de una Nueva Constitución generada desde una Asamblea Constituyente, que haga posible que el progreso por el que viene el Humanismo trabajando en este momento histórico, sea “de todos y para todos”.