Estoy agradecida de que se haya filmado esta película. No solo porque es un testimonio importante de la lucha en contra del racismo; también porque en el ambiente cinematográfico actual, repleto de superproducciones violentas que tratan de superhéroes imaginarios, la historia real de las vidas de tres mujeres negras matemáticas que trabajan en la NASA es un recordatorio inspirador del potencial humano.

La película, que está basada en un libro escrito por Lee Shetterly, cuenta la historia de las vidas de las matemáticas Katherine Johnson, Mary Jackson y Dorothy Vaughan. En ese tiempo, la NASA estaba determinada a superar a los rusos, que ya habían llevado al espacio a un perro, un mono y finalmente también a Yuri Gagarin.

Las mujeres negras trabajaban en la NASA en medio de un ambiente discriminador, ilustrado muy bien por la película al mostrar las dificultades que tenían que vivir al ir al baño, solicitar ser ascendidas y poder acceder a la educación superior. Todo esto ocurre en el contexto de la lucha por los derechos civiles, dirigida por Martin Luther King. Aunque las mujeres protagonistas de la película no eran activistas políticas de esta lucha, algunos de sus amigos y parientes sí. La película no cae en el estereotipo de retratar a todos los blancos como racistas, y muestra a varios personajes con diferentes actitudes. También hace notar que la discriminación no era solamente de tipo racista, sino que también había machismo. El futuro esposo de Katherine en un comienzo hace comentarios sexistas, cuando dice que tiene sus dudas de que una mujer sea capaz de trabajar en un campo tan especializado como la NASA.

Los pocos puntos en que la película se aparte de la exactitud histórica (algo inevitable en una producción de Hollywood) no alteran significativamente la historia, y aparentemente una de las mujeres en las que se basó la película dijo que estaba satisfecha con el resultado. Puedes leer las discordancias históricas de la película en su página de Wikipedia.

Según mi punto de vista, uno de los temas importantes que trata la película es que la educación debería nutrir el potencial de aprender de todos los niños. Las heroínas de esta historia tuvieron la suerte de que, a pesar de que el ambiente era discriminador, sus habilidades fueron reconocidas a temprana edad, y una de ellas recibió una buena educación. ¿Cuántas mentes brillantes quedan sin descubrir debido a la discriminación y a la pobreza, en los países menos desarrollados? ¿Cuántos hallazgos científicos y médicos habría si todos los niños tuvieran una educación ideal para desarrollar completamente su capacidad?

Desafortunadamente, a pesar de que se han hecho avances enormes en contra del racismo y la discriminación de género, aún hay muchísimo que hacer para que estos tipos de discriminación (y todos los otros tipos) desaparezcan por completo. La energía positiva que emana la película puede ayudarnos a abordar esta lucha de manera más comprometida.

Traducido del inglés por Emilio Stanton