Por Luis Bodoque y Ramón Rojas, miembros activos de MsGySV.

Campaña para una mejor convivencia en los centros de enseñanza: “Corto con la Violencia”

Desde noviembre de 2016 y de forma voluntaria, miembros activos de la Asociación Internacional “Mundo Sin Guerras y Sin Violencia”, en colaboración con la Dirección Gral. de Innovación Educativa de la Consejería de Educación del Gobierno Canario, Asoc. La Atención al Presente y voluntarios a título personal, han puesto en marcha la Campaña “Corto con la Violencia” que se está desarrollando en las islas capitalinas a lo largo de este curso 2016/17 en algunos Institutos de Secundaria de Canarias.

¿Por qué y para qué surge esta iniciativa?

Ante la imposibilidad de desarrollar una evaluación directa, hemos optado por fundamentar nuestra propuesta a partir de estudios realizados con anterioridad. En concreto hemos empleado, entre otros el Informe INCE del año 2000,  Informe del Defensor del Menor (Pedro Núñez Morgades) publicado el 14 de junio de 2005, el Informe Cisneros VII “Violencia y Acoso Escolar”, “Convivencia Democrática y Disciplina Escolar (Proyecto Atlántida) de Septiembre de 2003, “La Convivencia en los Centros Educativos de Secundaria en la Comunidad Autónoma Canaria (Evaluación e Investigación Educativa)” del Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa de Enero de 2004, “Violencia entre Compañeros en la Escuela” del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia del año 2005 y “El Maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria (1999-2006)” realizado por el Defensor del Pueblo.

Aunque esos estudios fueron realizados hace aproximadamente una década, todos los indicadores apuntan a que la situación, lejos de mejorar, empeora por lo que es muy posible que partamos de estadísticas incluso demasiado optimistas.

En los últimos años en España se han multiplicado en los medios de comunicación las noticias referentes a agresiones físicas a profesores o agresiones entre los propios alumnos. De toda esta compilación de datos, nos gustaría destacar sobre todo el comportamiento habitual del alumnado frente a una agresión:

  • Aguantar (50%)
  • Insultar (36,2%)
  • Pegar (19,8%)
  • Hacerle lo mismo (19,8%)

Es decir, ninguno responde intentando resolver el conflicto desencadenado y normalizar así la convivencia. Absolutamente todos reaccionan de manera visceral y ofensiva o directamente se bloquean sin saber qué hacer. Por otro lado: ¿Cómo iban a contestar de otro modo si nadie les ha señalado tan siquiera la posibilidad de alternativa alguna?

Otro aspecto que nos gustaría destacar es que al aludir a las causas de la agresión se menciona una provocación anterior en más del 70% de los casos. Ello, a nuestro juicio, evidencia la existencia de procesos previos en los que un pésimo manejo de los mismos concluye con un más que lamentable resultado. Los indicios de conflicto son: incomodidad; incidentes; malos entendidos; tensión y crisis que ya es una señal evidente de que el conflicto se ha instalado y debemos trabajarlo para solucionarlo o por lo menos evitar la escalada

Frente a una situación de conflicto es posible elegir conscientemente una actitud ante el mismo, a fin de no caer en una reacción refleja. Puede pensarse que nuestra reacción es natural, pero muchas de nuestras reacciones “naturales” son hábitos aprendidos en las primeras etapas o en el transcurso mismo de nuestra propia vida.

Por otro lado, la existencia de conflictos en las instituciones escolares no solamente no deben asustarnos, ni siquiera preocuparnos, sino que debemos entenderla como algo en principio habitual en cualquier contexto de convivencia entre personas; así, por el contrario, los conflictos pueden ser oportunidades de aprendizaje y de desarrollo personal para todos los miembros de la comunidad escolar.

Ampliando nuestro particular análisis, entendemos que nos hallamos en un crucial momento de transición general de modelo, no solamente en la esfera educativa, en el sentido de ir propiciando relaciones más flexibles, democráticas y cercanas en todos los ámbitos de actividad humana. Pero si eso no va acompañado de una pedagogía nueva en el modo de gestión del conflicto lo que ocurre es que eso que antes no afloraba, al hallarse reprimido por actitudes muy severas basadas en la disciplina, ahora aparece en todo su esplendor generando así esa sensación de pérdida de autoridad tan característica del profesorado actual. Esa pérdida de “respeto” a la que se alude, en nuestra opinión, jamás existió y, en su defecto, lo que había era miedo frente a una cultura del castigo que escondía toda esa miseria “debajo de la alfombra”. En ese sentido, cabe reflexionar acerca de los lugares donde suelen producirse las agresiones evidenciando su elevado grado de exposición al naturalizarse tales comportamientos que se ejercen ya sin pudor alguno tal y como muestran los datos recogidos de los informes mencionados. Según éstos los lugares donde tienen lugar mayoritariamente las agresiones son:

  • Clase (53,4%)
  • Patio (53,4%)
  • Alrededores del centro (32,8%)

Si nos resistimos a este cambio, hemos de considerar entonces que los actos violentos están sujetos a un gran sistema de relaciones interpersonales donde las emociones, sentimientos, y los aspectos cognitivos están presentes y configuran parte del ambiente del centro educativo. El problema comenzará cuando se aborde la resolución de conflictos a través del ejercicio de la autoridad y del castigo, provocando una atmósfera de tensión en el aula en la que el docente no puede o no sabe afrontar, quedando así la cuestión sumergida y oculta en las relaciones interpersonales y en el clima del centro que lo sustenta.

Los conflictos mal gestionados generan una perturbación que altera el clima normal de convivencia mientras que el diálogo es una apuesta que previene el autoritarismo, la arrogancia, la intolerancia y la masificación. El diálogo aparece como la forma de superar los fundamentalismos, de posibilitar el encuentro entre semejantes y diferentes.

Pese a que la violencia en nuestra sociedad es un buen ejemplo de problema transversal, actuar inicialmente desde la etapa académica resulta ser una estrategia cuanto menos interesante. En cualquier caso, trivializar o banalizar sobre el problema negando su trascendencia y afirmando necedades del estilo de: «son cosas de niños” o “hay que aprender a manejarse en la vida” supone, sin lugar a dudas, un gravísimo error.

El alarmante nivel de violencia alcanzado en el ámbito educativo coincide plenamente con el que luego se reproduce en otros sectores de actividad, como el doméstico o el laboral. Ello evidencia nuestra incapacidad a la hora de intervenir eficazmente para atajar el problema en la etapa escolar. Al no resolverse ahí, se arrastra a situaciones vitales posteriores en los ambientes correspondientes.

Coherentemente con lo expuesto, en todos los centros de enseñanza comienza a existir hoy en día una preocupación creciente ante fenómenos tales como, la violencia de género, el acoso escolar, las agresiones a profesores… Etc.

Últimamente el interés de la comunidad educativa no se centra ya tanto en cuestionar los contenidos técnicos de las materias a impartir en el plan de estudios como en reflexionar acerca de qué modelos de comportamiento les estamos inculcando a nuestros futuros conciudadanos.

Resulta imprescindible entonces ir impulsando formas de relación interpersonal más integradoras, capaces de ir erradicando progresivamente todo vestigio de violencia. Debemos difundir y reivindicar la cultura del diálogo como una alternativa válida a desarrollar en cualquier elaboración colectiva, implantando así valores como la solidaridad, la empatía, la consideración, la creatividad y la igualdad. Sin lugar a dudas, ello generará ámbitos más cordiales y propiciará actitudes más cooperativas incrementándose, de ese modo, el espíritu de cuerpo entre el alumnado, lo que constituye la mejor prevención posible frente a incipientes conductas violentas.

¿En qué consiste la iniciativa?

La idea ha sido poner en marcha un concurso de “cortos”, o películas de breve duración, realizados con algún aparato de telefonía móvil, tableta o similar, entre el alumnado de secundaria. En reducidos grupos se encargarán de elaborar un sencillo guión original, basado en hechos reales o no, donde se plantee una situación conflictiva que se supera finalmente de un modo pacífico y satisfactorio para todas las personas implicadas.

Para lograr tal propósito, resultará imprescindible que los alumnos participantes asistan antes a un Taller específico donde se les enseña toda una serie de técnicas y protocolos de actuación posibles frente a este tipo de coyunturas, que luego deberán aplicar en la historia para resolverla de una manera eficaz, afianzando así las capacidades adquiridas. Por lo que hemos podido constatar en todos los países donde la asociación “Mundo Sin Guerras y Sin Violencia” opera, uno de los problemas más importantes que se plantean a la hora de subvertir esta situación generalizada de tensión creciente en nuestros centros de enseñanza es la escasa cultura que, en nuestra sociedad, se posee en lo referente a gestión alternativa de conflictos, unido a una escasa habilidad generalizada a la hora de expresar nuestros sentimientos de una manera constructiva, amable y carente de agresividad. En definitiva, una de las claves del asunto reside precisamente en una completa ignorancia respecto a lo que se debe o no hacer en tales circunstancias. Ayudar a ir modificando esta situación constituye el fin último de toda esta Campaña.

Tras la elaboración de dicho guión o historia, el grupo procederá a escenificarla y grabarla con algún dispositivo de telefonía móvil del que se disponga. El responsable de la actividad de cada IES se encargará de guardar todas las películas elaboradas en algún dispositivo de memoria extraíble que finalmente será recogido por algún voluntario miembro de nuestra asociación.

En función del grado de acogida que posea esta iniciativa, cabe la posibilidad incluso de realizar una o varias galas a final del curso donde se expondrán los trabajos más destacados junto con alguna ceremonia de entrega de premios o similar.

En resumen, se trata de desarrollar una actividad didáctica complementaria para fomentar el conocimiento de formas alternativas de manejar las disputas cotidianas, intentando implicar a la comunidad educativa en la idea de que todos podemos hacer algo para mejorar, en este sentido, la sociedad de la que formamos parte. Pretendemos además promover una profunda reflexión en el seno del alumnado de secundaria acerca del comportamiento habitual que manifestamos, en general, frente a una conflictividad creciente que se está desarrollando no ya sólo en el ámbito educativo. Con un enfoque creativo, riguroso e innovador, deseamos complementar el trabajo que los docentes vienen realizando en estos temas y buscar además paliar, en cierto modo, la problemática relacionada con los elevados índices actuales de violencia y el deterioro progresivo en la convivencia presente en nuestros centros enseñanza.

Por otro lado, pretendemos que los jóvenes experimenten que el uso de teléfonos inteligentes o dispositivos similares, como tabletas o cámaras digitales, pueden ser empleados como instrumentos para estimular la imaginación, la creatividad, el arte y la cultura, ya que tienen a su disposición una infinita variedad de herramientas capaces de poner al alcance de todos la posibilidad de narrar y comunicar historias. De este modo fomentamos, además, un uso responsable y constructivo de tales artefactos promoviendo la creatividad.

Resultado provisional

Unos meses antes de comenzar este curso académico, se envió a la gran mayoría de institutos de enseñanza secundaria de ambas provincias canarias, mediante correo electrónico a la dirección del centro, una invitación para que, si estaban interesados, participaran en esta campaña, que se anunciaba con este título: “Campaña para una mejor convivencia en los centros de enseñanza”: “Corto con la violencia”. A ella respondieron un total de 23 IES, de los cuales, 12 lo hicieron desde Gran Canaria y 10 desde Tenerife y 1 centro de la isla de El Hierro.

Como excepción a la regla, recibimos también una solicitud desde la Universidad de La Laguna para explicar la campaña a los alumnos del Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas, y el pasado miércoles 15 de marzo a lo largo de dos horas desarrollamos con estos alumnos, futuros docentes, el taller previo que realizamos con los alumnos de los IES para que tuvieran una experiencia propia en el aprendizaje de estas herramientas y protocolos que facilitan la solución dialogada y no violenta a los conflictos que se producen en el aula, los patios de recreos o en general dentro de los diferentes ámbitos que forman parte de la vida de todos, alumnos, padres o docentes.

En estos momentos, hemos desarrollado un total de 26 talleres en 10 Centros y nos restan por realizar todavía 5-9 talleres en sendos IES de Canarias, habiendo pasado por ellos en torno 1.125 alumnos de secundaria de ambas provincias.

Desde “Mundo Sin Guerras y Sin Violencia” hacemos una valoración positiva de los resultados de la campaña y a través de nuestra propia evaluación y autocrítica y de la evaluación que nos hacen los alumnos y los profesores de los centros educativos mediante la elaboración de encuestas sobre nuestras acciones en ellos, intentaremos mejorar la iniciativa para próximas campañas.

En próximas fechas sabremos también la cantidad de cortos que finalmente se han realizado en los centros para presentarlos a concurso.

Vídeo promocional de la campaña “Corto con la violencia”

https://youtu.be/0jHx5cS_dnk  

Folleto y cartel de la campaña:

http://www.agoraconsenso.org/FOLLETOCOLOR.pdf