Como parte de un fuerte y creciente movimiento en pro de la igualdad de género, se celebró hoy en Belgrado una conferencia bajo el título Excluye la violencia.
La importancia que el Estado concede a este flagelo, cobra especial relevancia con la aprobación ayer en la Asamblea Nacional (parlamento) de una ley que establece una acción rápida de las autoridades para proteger a la persona perjudicada.

Otro indicador de ese interés en el tema lo corrobora la participación en el foro del vicepresidente del gobierno y titular del Interior, Nebojsa Stefanovic, y los ministros de Justicia y de Trabajo, Empleo, Asuntos Sociales y de Veteranos, Nela Kuburovic y Aleksandar Vulin, respectivamente.

Stefanovic resaltó la importancia de la ley, pues actúa rápidamente en separar al agresor e impedir cualquier aproximación a la víctima, así como su resguardo, pero alertó que contra la violencia familiar se necesita la participación de toda la sociedad.

Relató que en los últimos seis años la policía presentó 28 mil cargos criminales por esa causa y evidenció casi 30 mil víctimas, en su mayoría mujeres, y que solo en el último cuatrienio resultaron muertas por esa causa 262 personas, de ella 172 mujeres.

Recordó que para enfrentar ese mal se creó una sesión especial en la dirección de la policía criminalística con dos mil efectivos formados para ello, lo cual continúa con el objetivo de que el mayor número posible de oficiales se eduque en la adopción de decisiones justas y de protección a cada víctima.

La titular de Justicia, por su parte, se refirió al contenido de la nueva ley así como las enmiendas en el Código Penal que ponen al país al nivel de las convenciones internacionales, sobre todo con un nuevo sistema en la defensa y la prevención en esa esfera.

El ministro de Trabajo, resaltó que por primera vez el Estado lanzó una respuesta abarcadora y organizada a la violencia y a la prevención y remarcó que ningún acto de ese tipo puede considerarse razonable y mucho menos aceptable, por lo que no habrá justificaciones a partir de las nuevas medidas.

No hay peor ofensa a la dignidad, remarcó Vulin, que una violación sin castigo, independientemente de sobre quién se ejerza, y acotó que el Estado, con toda su capacidad, asume la función de defender la vida y la dignidad de cada individuo.

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