De cierta forma, el 2015 marcó el retorno por todo lo alto del chileno Alberto Fuguet a esos dos mundos en los cuales se siente más cómodo: a la literatura con “No Ficción” y al cine con Inviernoestrenada en abril en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici) y disponible de manera gratuita desde el 1 de enero del presente año en inviernolapelicula.com.

Estamos sin dudas ante una gran película. Dividida en tres partes, Invierno presenta una duración bastante inusual de casi cinco horas, pero con el mérito de mantener un muy buen ritmo y lograr captar la atención del espectador de principio a fin.

Foto cinencuentro

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“Invierno” nos cuenta la historia de un grupo de amigos que giran alrededor del personaje principal, Alejo Cortés, un joven escritor bastante conflictuado y atormentado, que está próximo a lanzar su segunda novela, “Caída Libre”, el cual luego será un éxito editorial y convertirá a Alejo en un autor de culto.

Más que una película convencional en esta la cámara ingresa súbitamente al mundo de un grupo de personas y nos convertimos en testigos de la vida de estos, con todos sus matices, desde alegrías y el sentir de la amistad profunda, hasta problemas, inseguridades, tensiones, fracasos y esa búsqueda de la salvación, tema recurrente en la obra de Fuguet. Estamos ante una historia de escritores, hipsters y losers.

Como en su literatura, desde las épocas de “McOndo”, en Invierno Fuguet nos relata una historia real, cruda y urbana. Es una película de interiores, de diversos personajes, de diálogos pero también de silencios, de pérdidas, de buscar cerrar círculos y de presencias que se hacen más fuertes en la ausencia. Hay un gran mérito en no pretender enseñar todo, como la muerte central en la historia de la cual no se muestra ni una imagen pero se siente el dolor, se percibe la pena. De igual manera hay una relación de amistad muy fuerte, pero nos queda la duda si era realmente amistad, romance, o qué.

Foto cinencuentro.com

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La película se sostiene en un guion potente donde Fuguet vuelca todo su oficio, talento y experiencia, personajes sólidos tan bien interpretados como dirigidos, y técnicamente es impecable: la dirección de arte, dirección de fotografía y sonido son notables. Todo esto enmarcado con un muy buen soundtrack (donde destaca “El Mató a un Policía Motorizado”, que en Perú mucha gente conoció gracias a Como en el cine).

Una muy buena forma de empezar el 2016, que nos recuerda que felizmente no todo es Hollywood.
Larga vida a Fuguet.

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