«Ser periodista es menos que ser nada si la profesión no sirve para mejorar a la gente» *

Víctor Hugo Morales

En los patios en los que se mueven estas lacras se llaman no por sus nombres verdaderos sino por esa mezcla de diminutivo extranjerizante que suena más fashion, más cool. Lo voy a escribir en fonética por el sencillo placer, quizás ingenuo, de verlo incorrecto.

Por ejemplo, Juan es Yon o Yoni, María es Mery, Graciela será Greis, Mauricio, Mau o Morís (en fin, me salió así), Marcos suena mejor Mark, Juliana será Yuli o Yulian y Pedro será, por supuesto, Píter.

Pedro Robledo, el Píter en cuestión, es un novel político que fue designado al frente del organismo nacional que atiende (o desatiende) los temas de la juventud. Puesto allí por esta especie de gobierno nazimacrista que supimos conseguir. Cada cierto tiempo a buena parte de nuestra sociedad le da por practicar la coprofagia electoral y así nos va. Menem por dos veces (y no fueron tres de milagro), De la Rua y ahora Mau, como le dice Su, son los ejemplos más cercanos, pero no los únicos. A esta altura de mi vida ya no sé si esa coprofagia es patología o identidad.

Piter parece haber cursado, además, una Maestría en Chicanas y Provocaciones en medios de comunicación. Lo vi en estos días en «Minuto Uno», el programa que conduce Gustavo Sylvestre en C5N.

Se desarrollaba el tema de los despidos y cesantías a mansalva de trabajadores estatales perpetrados por funcionarios nacionales, provinciales y municipales de esto que, cínicamente, se llama «Cambiemos». Casi siempre, y ante los reclamos pertinentes, con el acompañamiento de balas de goma y ternuras varias, Píter, obvio, defendía los despidos con un argumento extraordinario. Para él los desahuciados no eran laburantes sino «personas que hacían política con el dinero de todos», dijo.

¿Pero él no hace política también con el dinero de todos desde el sillón donde deposita su traste cada vez que la burocracia le requiere su firma? ¿Acaso no será que el tipo de política del despedido o despedida es una molestia para el tipo de política para la que fue designado Píter? Puede ser una pregunta pueril, casi retórica, pero anida en ella el concepto que se tenga de la militancia. Peyorativo para los garcas o vital y necesario para nosotros, los peatones sin coprofagia.

*NOTA AL PIE: Como se puede advertir la cita no tiene correlato con el textículo. Es, simplemente, un homenaje al colega, amigo y referente ético en desagravio por la censura de que ha sido víctima. Y con él muchos de nosotros.

Como dice mi compañera donde dice «periodista» puede leerse oftalmólogo, escribano, peluquero, poeta o lo que usted, querida lectora, prefiera.