“La afluencia a las urnas ha sido elevadísima y las filas ante las mesas duraron horas, incluso después de la hora prevista para el fin de la votación”. Lo dice a la MISNA Anna Bruno, cooperante del Movimiento Shalom, destacando que las elecciones legislativas y presidenciales en Burkina Faso fueron “una fiesta de la democracia”.

“En algunas aldeas –informa Bruno– los últimos en votar depositaron sus boletas en las urnas tres horas después de la hora oficial de cierre de las votaciones, lo que confirma la gran participación”. La cooperante destaca que en Burkina Faso el clima s muy diferente del mes pasado, cuando un intento de golpe liderado por oficiales militares fieles al expresidente Blaise Compaorè parecía poder comprometer la transición iniciada con la revolución del 2014.

También evaluaron como positiva la jornada electoral tanto la Comisión Electoral como el presidente Michel Kafando, que no era candidato y habló de “victoria de la transición y del pueblo burkinabé”.

Cerca de cinco millones y medio de electores estaban convocados a las urnas para elegir ayer al jefe de estado y a 127 diputados. Los candidatos a la presidencia eran catorce, y no había entre ellos exponentes del partido de Compaoré. La lista de favoritos para el máximo cargo institucional incluía al expresidente del parlamento Roch Marc Christian Kaboré y al exministro de Economía Zéphirin Diabré.

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