Por Maria Eugenia Pirolo en San Pablo
El 21 de diciembre, bajo una fría llovizna gris, cientos de jóvenes de las escuelas ocupadas de San Pablo comenzaron a llegar desde latitudes recóndidas al centro de la ciudad, al MASP, en la Avenida Paulista. Llegaban alegres, en grupos, cantando y anunciando el nombre de su escuela, mientras sus sonrisas y miradas se encontraban, se comprendían. Se iban sumando de a uno, a un gran grupo compacto, de entre 13 y 17 años, que tocando sus instrumentos, pintaban sus pancartas, bailaban y construían un ambiente cálido y fraterno en aquella hostil tarde cercada de policías militares con miradas pesadas y oscuras.
A las 18:00 hs. unos seis jóvenes tomaron un papel y comenzaron a pasárselo pronunciando cada uno una frase que explicaba el por qué estaban allí. Con firmeza y convicción leían su discurso y la gran multitud de corazón abierto las escuchaba y repetía con fuerza y bondad.
A las 18:20 hs. cortaron la Avenida Paulista y en ese inmediato instante la policía militar los cercó por delante y detrás, y colocó a la “tropa de choque”, un tipo de policía militar preparada para actuar muy violentamente, al costado de la manifestación como en una gran demostración de matonaje, autoritarismo y poder.
El clima se puso muy tenso pero ellos con gran fuerza se mantuvieron en la fila, no retrocedieron frente a esa muestra de terror de la policía militar, y además de eso, guiaron y dieron confianza al resto de las personas que fueron a apoyarlos como amigos, padres, profesores y personas comunes. Se dieron las manos, se agarraron fuerte de los brazos y con sus tan jóvenes rostros confiables, fuertes y unidos comenzaron a marchar sosteniendo una bandera delante que decía “la lucha continúa”.
Luego de caminar unas cinco cuadras llegaron a la Avenida Consolação, otra calle importante paulista, donde derepente el cielo se abrió y el sol salió unos instantes como si las fuerzas del universo estuvieran de su lado.
Continuó la marcha totalmente pacífica pero en los rostros de los policías se percibía una especie de miedo y provocación. De repente la tropa de choque se tiró encima de los manifestantes pero los jóvenes, levantando las manos y cantando “sin violencia” tranquilizaron y continuaron orientando a la multitud a que siguieran caminando y no se detuvieron.
La marcha continuó y el clima era cada vez de mayor hostilidad por parte de la policía militar que todo el tiempo parecía querer atacar. Luego de caminar una hora más, pasaron por distintos puntos centrales de la ciudad hasta llegar a la Plaza “Se”, en el centro de la ciudad, donde finalmente hubo represión policial que hizo dispersar a los manifestantes.
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Este acto fue convocado por el comando de las escuelas en lucha, grupo que nuclea a los estudiantes que tomaron las escuelas durante todo noviembre de este año, quienes consiguieron revocar el plan de cierre de las escuelas que quería llevar a cabo el gobernador de este estado, sin consultar a la comunidad educativa.
En la página de facebook de los estudiantes llamada “comando das escolas em luta” lanzaron un comunicado la semana pasada dónde afirmaban que se levantarían las tomas en las escuelas finalizandolas en un “II Gran acto en apoyo a la lucha de los estudiantes de San Pablo” el cual fue realizado ayer, 21 de diciembre. En su comunicado decían además, que la táctica de las ocupaciones ya había cumplido su función y pretendían seguir la lucha en las calles. Afirman también que cada escuela tiene autonomía y decide si sigue la toma o no.
Se verá como sigue la lucha de este movimiento que sigue comoviendo a la mayor parte de la sociedad civil de San Pablo.
