Por Carlos Crespo Burgos

Invitación al buen conocimiento (1)

Vivimos tiempos en que se pretende uniformar al conocimiento en una sola vía, como producto de la violencia de la imposición de un único modelo cultural.

La Campaña Mundial por el Buen Conocimiento, promovida desde el Centro Mundial de Estudios Humanistas, denuncia el impacto deshumanizador de esta pretensión, promueve su toma de conciencia e invita a multiplicar acciones que contribuyan “al enriquecimiento mutuo entre pueblos y culturas, mediante la multiplicación y el intercambio de saberes diversos” . (2)

Una puerta abierta para educadoras-es, comunicadores, periodistas, promotores culturales, voluntarios, activistas de las redes sociales, investigadores, pensadores contemporáneos, a todos aquellos que ya comparten una nueva sensibilidad y para quienes sienten necesidad de producir o transmitir conocimientos que sirvan para la Vida y no para la destrucción y la muerte.

Deseamos animar el diálogo estableciendo un breve encuentro con sueños de diversos pueblos de la región latinoamericana, que nos antecedieron e inspiran en este espíritu desde la historia. Buscamos propiciar el encuentro, a la vez, con diversas expresiones actuales que caminan por senderos comunes animados por la construcción de una nueva civilización humana de paz, de armonía con la Vida y el Buen Vivir para todos y todas.

Algunas preguntas orientan y animan nuestra reflexión:

¿Cómo en una época de crisis global civilizatoria, con creciente desestructuración y violencia, tantas voces y pueblos levantan la necesidad de ‘encuentro’ entre los pueblos, de intercambio y enriquecimiento entre las diversidades étnicas, culturales, religiosas?
¿Cómo es posible entre humanos la apertura y el encuentro con el ‘otro’?
Si este encuentro es posible, entonces ¿qué necesitamos para hacerlo posible?

Derribar los muros del viejo pensamiento

Hace más de un siglo el gran poeta hindú Rabindranath Tagore alertaba sobre el obscurecimiento de lo humano al que había arribado la sociedad, con los peligros a los que conduciría este ‘desequilibrio moral’ que se imponía en el mundo. Un siglo más tarde, Gao Xingjian, Nobel de Literatura chino 2012, demandó a los intelectuales de todo el mundo abordar la realidad y poner en marcha un nuevo pensamiento, que no tiene que nacer en un país, puesto que al enfrentarnos a problemas universales tiene que ser global(3). Pensadores contemporáneos (4)han argumentado, igualmente, la necesidad de una reforma del conocimiento, que a su vez exige una reforma paradigmática del pensamiento.

En Latinoamérica, muchas voces demandan la transformación profunda de los modelos de pensamiento. Señalan que esta tarea pasa, entre otros aspectos, por rescatar y renovar filosofías y conocimientos distintos del hegemónico occidental, y por establecer un diálogo intercultural como base de un mundo conformado por varias racionalidades, saberes, modos de producir sentido y explicar el mundo, y cuya base común pueden constituir los enfoques relacionales y el aprendizaje mutuo, en un marco de reconocimiento a las diversidades(5). Otros invitan a derribar los muros para transitar por ese río caudaloso que resultaría de la confluencia de saberes, técnicas, culturas de antes y después de 1492, lo que facilitará el diálogo necesario entre el pasado y el presente americano, de cara a la era planetaria(6).

Contribución del pensamiento de los pueblos originarios

Diversos estudios reconocen que los pueblos originarios del continente han desarrollado a lo largo del tiempo un pensamiento profundo de lo que se ha denominado la ‘buena mente’(7) o la ‘Filosofía Sapiencial’(8). Para ellos, “el enfoque amerindio propone alternativas de conocimiento profundo susceptibles de enriquecer la filosofía intercultural mundial, la concepción de la humanidad y el mejoramiento global de la vida en una perspectiva ecológica e integradora que no es mera huella del pasado sino promesa del futuro”(9). Al iniciar este siglo, Rigoberta Menchú, líder indígena guatemalteca, premio nobel de la Paz, destacó la contribución que ofrecen los pueblos indígenas de América para el desarrollo de la humanidad(10):

“Dentro de sus valores profundos, las culturas originarias poseen y cuidan concepciones de gran importancia para la conformación de una idea nueva y valedera del desarrollo (sostenible): el ser humano como eje y sujeto fundamental del desarrollo; la comunidad como generadora de iniciativas y dinámicas para la solución de los problemas comunes; la preeminencia de los intereses de la comunidad sobre los individuales; la convivencia armónica entre el ser humano y la naturaleza; la ética como regla fundamental para la relación entre las personas y entre sus comunidades y otras”.

Notas:
(1)En noviembre de 2014, en su IV Simposio Mundial, el Centro Mundial de Estudios Humanistas hizo pública la “Declaración por el Buen Conocimiento”, con la que puso en marcha esta campaña.
(2)Declaración por el Buen Conocimiento.
(3)De Casas, Ernesto. (2014). Un nuevo pensamiento, un nuevo renacimiento. En: Pressenza. Agencia internacional Noticias. 11 abril 2014. www.pressenza.com/es.
(4)Morin, Edgar (2012). La Vía. Para el futuro de la humanidad. Barcelona, Espasa Libros.
(5)Burch, S. (2014). Diálogo de Saberes. En: América Latina en Movimiento 493. Ciencia, Tecnología e Innovación. ALAI.
(6)Montiel, Edgar, coord. (2014). Pensar un mundo durable para todos. Aportes al Día Mundial de la Filosofía. Lima, UNESCO – Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
(7)Refieren a la categoría haudenosaunee (iroquesa) para lo que se podría llamar Filosofía, pero también podría decirse Ixtlamachiliztli – que significa, en la cultura Azteca, saber, sentir, sentirse bien con alguien, enseñar, conocer el rostro de las cosas, o Yachay –saber verdadero- en la cultura andina, según cada lengua y cultura.
(8)Para referir a las elaboraciones más abstractas y profundas de los pueblos originarios.
(9)Reygadas y Contreras. “20 ideas sobre el Siendo y el Tiempo Espacio Tiempo en Abya Yala”. En: Montiel, Edgar, coord. (2014). Pensar un mundo durable para todos. Aportes al Día Mundial de la Filosofía. pp. 97 a 119. Lima, UNESCO – Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
(10)Menchú, Rigoberta. (2000). El desarrollo sostenible. Requisito para la pervivencia de la humanidad”. En: El Vuelo de la Serpiente. Desarrollo sostenible en la América Prehispánica. Bogotá: Siglo del Hombre Editores – Unesco