Los niños son las principales víctimas de la crisis económica que afectó a Portugal y los primeros en sufrir las medidas de austeridad, como la reducción de las subvenciones familiares y el alza de impuestos, ha indicado este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).
«Desde el inicio de la crisis, las desigualdades aumentaron, y la tasa de pobreza aumentó especialmente para las familias monoparentales y numerosas», declaró a los medios locales Madalena Marçal Grilo, la directora de Unicef en Portugal.

Cerca de un niño portugués de cuatro (24%) vivía en el año 2012 en familias que sufren limitaciones materiales y se ven obligadas a renunciar a una máquina de lavar, un auto, un televisor y hasta el teléfono, a falta de medios financieros, indica en un estudio la UNICEF, organismo humanitario de la ONU que promueve la ayuda a la infancia.

En total 31por ciento de familias numerosas y 41 por ciento de las monoparentales vivían en el año 2011 por debajo del umbral de pobreza, con ingresos mensuales de 416 por individuo.

Más de 546.000 niños perdieron el derechos a subvenciones familiares entre los años de 2009 y 2012, o sea el 30 por ciento.

El desempleo aumentó desde el año 2008 y en 2012 llegó a 860.000 personas. A cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros otorgados en 2011 por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), Portugal aplicó un programa estricto de austeridad.

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