Por una verdadera educación para los chilenos y chilenas

SEÑORA MICHELLE BACHELET
PRESIDENTA DE CHILE
PRESENTE

Señora Presidenta

Somos docentes que trabajamos en distintas  regiones y comunas, pertenecemos al “Movimiento por la Refundación Gremial y Pedagógica”.  Nos ha parecido importante dirigirnos a usted para solicitar que en los  cambios  educativos  que  ha  comprometido,  se  consideren  dos materias  de  singular trascendencia para el mejoramiento de la educación y que lamentablemente no  figuran en su programa con el énfasis que amerita:

1.- Terminar con el excesivo trabajo administrativo y burocrático que a diario desarrollamos en nuestras escuelas y liceos, el que nos impide destinar los mejores esfuerzos y tiempos a trabajar directamente con los niños y jóvenes que atendemos, los cuales son la fundamental razón de ser de nuestra profesión. Hoy existe  una  enorme  sobrecarga  de  trabajo  administrativo  que  en  lo  absoluto  contribuye  a  la  realización de  mejores  clases  y  que  solo  tienen  la  negativa  consecuencia  de  agobiar  al  profesor;  éste  trabajo,  no es  posible  de  realizar  en  el  escaso  tiempo  no  lectivo  establecido  en  la  jornada  laboral  docente  y  en consecuencia la totalidad de los docentes de Chile deben trabajar una gran cantidad de horas fuera de su horario laboral para cumplir con estas exigencias, restando ese tiempo a su legítimo descanso, recreación y a compartir con su familia. Esto es abusivo e injusto, y además absurdo porque no es trabajo que sirva para mejorar el trabajo con los estudiantes, es lisa y llanamente trabajo burocrático inútil. Si realmente se quiere mejorar las condiciones de trabajo docente, esta medida es indispensable y urgente.

2.-  Terminar  con la  educación  estandarizada  y  de  sesgo  economicista,  avanzando  decididamente  hacía un currículo para una educación integral y humanizadora. Se trata de configurar un sistema más centrado en  el  apoyo  y  colaboración  entre  niños  y  niñas,  y  que  promueva  la  idea  de  comunidad  educativa  en contraposición a la competencia exacerbada como ocurre con el actual sistema escolar. En este sentido, una de las primeras medidas debe ser terminar con la prueba SIMCE, que ha generado severas y graves distorsiones en el  sistema educativo  y  reemplazarla  por  un  sistema  de evaluación  nacional con carácter integral y enfoque más cualitativo, cuyo fin no sea el establecimiento de malsanos rankings competitivos ni la estigmatización de colegio, sino aportar información a las propias comunidades para su permanente crecimiento y mejoramiento.

Como docentes aspiramos a una mejor educación en nuestro país y eso será posible si junto a todas las reformas y transformaciones que usted ha prometido desarrollar en el corto plazo se incorporen también estos dos aspectos que son esenciales si queremos hablar de una reforma de verdad.

Con afecto sincero por el Movimiento Refundación le saludan fraternalmente,

Mario Aguilar Arévalo                                                Carlos Díaz Marchant
Dirigente Nacional Colegio de Profesores                 Dirigente RM Colegio de Profesores