Por Alejandro Rodríguez, Mendoza, Argentina.-

En un nuevo estudio llevado adelante por la Universidad de Cambridge, ha demostrado que el hecho de suprimir recuerdos no deseados, reduce los efectos de estos en el comportamiento, hecho que resaltan como sorpresivo en el campo de la psicología teórica que da mayor relevancia a los procesos «inconscientes» de la mente. El estudio arroja nueva luz sobre estos fenómenos.

Según los expertos, el estudio contradice la idea de que los recuerdos son preservados de manera integra en el «inconsciente» dándoles la capacidad de afectar inadvertidamente el comportamiento. El estudio resalta que la capacidad de suprimir memorias intrusivas, permite eliminar rastros de este tipo de memorias suelen tener en las aéreas del cerebro relacionadas con los procesos de percepción.

Después de un trauma, los sujetos suelen reportar la intrusión de memorias visuales que interrumpen procesos cotidianos, los sujetos suelen luchar contra estas intrusiones al intentar despejarlas de su centro de atención. Es importante remarcar que estas intrusiones suelen ir decreciendo a lo largo del tiempo. Resulta importante ver como un cerebro sano va eliminando progresivamente estas intrusiones y previene como ciertas imágenes intrusivas invaden la conciencia.

Los participantes del experimento fueron llamados a aprender sets de palabras-imágenes, así cada vez que fueran presentados con una palabra, la imagen de los pares aprendidos, vendría a la mente. Luego del aprendizaje de los pares, fueron grabados los datos de MRI (resonancia magnética) en dos instancias, algunos participantes daban lugar al recuerdo visual, mientras que otros intentaban bloquear el recuerdo visual evocado por las palabras.

Luego estudiaron si la supresión visual de esos pares había alterado la capacidad de los participantes, de comprender las imágenes visuales cuando fueran presentados con dichas imágenes en el ámbito visual.

En esta instancia, sin pedirle a los sujetos que recordaran conscientemente, se les pedía simplemente que identificaran brevemente lo que veían en las imágenes (alteradas con una alteración visual para generar una mayor dificultad para el aparato visual de reconocer los elementos tanto en imágenes piloto como en las imágenes anteriormente asociadas a los pares de palabra-imagen)

En general, ante estas condiciones, las personas tienden a reconocer mas fácilmente imágenes que han visto recientemente, incluso aunque no recuerden haber visto estos elementos antes (efectivamente la memoria actuando subliminalmente sobre el órgano de la percepción visual)

Sorpresivamente en estos casos de supresión voluntaria de la percepción visual, fue mas difícil para los sujetos distinguir las imágenes suprimidas que cualquier otra imagen que hubieran visto recientemente.

Las imágenes de resonancia, mostraron que estas dificultades estaban asociadas a una supresión de actividad notable en el área visual del cerebro en los momentos en que se querían suprimir imágenes visuales, desconectando memorias visuales que ayudan normalmente al cerebro a ver mejor.

En esencia, suprimiendo conscientemente imágenes del «ojo de la mente» hace mas difícil para nuestro aparato visual entender lo que ve, así que efectivamente vemos peor. El estudio reconoce que las memorias visuales y la percepción visual residen en la misma área del cerebro, y remata: «no se ve en la mente, no se ve en la vista».

El estudio fue conducido por un equipo del MRC Cognition and Brain Science Unit, y La Clínica de Neurociencia y Comportamiento de la Universidad de Cambridge.

Fuente: http://www.cam.ac.uk/research/news/out-of-mind-out-of-sight-suppressing-unwanted-memories-reduces-their-unconscious-influence-on