La Justicia Federal deberá enviar esta semana a la Organización de Estados Americanos (OEA) la demanda respecto a la seguridad de los indígenas de la reserva Tenharim Marmelos, en Humaitá, estado de Amazonas. De acuerdo con información del Poder Judicial departamental, el objetivo es que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA evalúe si hubo violación de derechos por parte del Estado brasileño.

Tomó la decisión la juez Marília Gurgel de Paiva e Sales, justificando que Brasil es signatario del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y votó a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Para la juez, “no hay duda de que la población indígena de Humaitá ha estado sufriendo todo tipo de violencia a sus derechos primarios […] ya sea por la destrucción de las unidades dedicadas a su protección […] ya sea por la depredación de sus aldeas y por las limitaciones a su tránsito”.

La convivencia entre los indígenas de la etnia Tenharim y la población de Humaitá es tensa desde la desaparición de tres hombres, vistos por última vez el 16 de diciembre, cuando pasaban en coche por la Carretera Transamazónica. Los residentes acusan a los indígenas de haber secuestrado a los hombres en represalia por la muerte del cacique Ivan Tenharim. Después de la desaparición, manifestantes incendiaron el edificio de la Fundación Nacional del Indígena (Funai), destruyendo también coches y el barco del organismo.

El 3 de enero, la Justicia mantuvo la multa diaria de US$ 4,23 mil por el incumplimiento de la decisión que obliga al gobierno, por medio de la Funai, a garantizar la seguridad de los indígenas.

A través de un comunicado, la Abogacía General de la Unión afirmó que ha cumplido con la determinación y que, el 30 de diciembre, proporcionó autobuses y escolta de la Policía Federal, Fuerza Nacional de Seguridad y de la Policía Militar del Amazonas para el transporte de los indígenas a sus aldeas. Dijo aún que fuerzas de seguridad permanecen en la región a fin de garantizar la pacificación e investigar la desaparición de las tres personas.