Por Ana Cristancho, La Gran Época

“Las normas se tornaron para prohibir no para protegernos”, dijo el líder campesino Carlos Ancízar Rico

La comunidad campesina colombiana se muestra en desacuerdo al conocer que el gobierno no va a suspender, por dos años la reglamentación 970 que regula el uso de semillas, tal como lo había prometido durante el pasado paro agrario realizado entre el 19 de agosto y 6 septiembre. Advierten a su vez que estaría favoreciendo a multinacionales como Monsanto.

Paralelamente las comunidades rechazan un nuevo proyecto que surgió en julio, y que deroga la reclamentación 970. Antes del Paro Agrario, el Gobierno Nacional tenía en estudio el nuevo Proyecto de Resolución de semillas, ingresado el 26 de Julio, según informó el Instituto Colombiano de Agricultura (ICA).

Ochenta organizaciones indígenas, afrocolombianas campesinas y sociales provenientes de todo el país, se reunieron los días 2 y 3 de octubre en Bogotá en el Primer Encuentro de Semillas Libres y adoptaron una posición de rechazo frente a este nuevo Proyecto de Resolución del Instituto Colombiano Agropecuario ICA. Además plantearon los “principios que deben  guiar la reglamentación de Semillas”.

El documento resultante del encuentro de Semillas Libres de Colombia, destaca que no aceptan ninguna norma de propiedad intelectual sobre las semillas; exigen la derogatoria de la actual resolución 970 y rechazan cualquier norma que pretenda sustituirla; rechazan los decomisos de semillas y  procesos judiciales a agricultores; y rechazan los cultivos transgénicos que el Gobierno Nacional ha autorizado para siembra y consumo en el país.

Según el reporte de la periodista Victoria Solano, de Clementina Producciones, este proyecto propone medidas aún más represivas para el agricultor que intercambie, regale, venda o comercialice semillas, que no sean certificadas.

A su vez en relación a la reglamentación 970, recientemente Cesar Pachon, líder del Paro Agrario manifestó, que “el gobierno esta vendiendo al país con los acuerdos del TLC y con las leyes como la 970 y otras más que favorecen a Monsanto, de esta manera no están permitiendo trabajar libremente al campesino. Se está atentando contra la Soberanía Alimentaria del país”.

Para finalizar el Paro Agrario, el Gobierno Nacional se comprometió a “no aplicar la resolución 970 del 2010 a las semillas nacionales”, y conjuntamente con líderes campesinos, a “trabajar en la estructuración de una nueva propuesta de semillas certificadas que no afecte al pequeño productor agropecuario, y que permita de una manera paulatina la producción”, comunicó el 4 de septiembre por la Mesa Sectorial Agropecuaria.

Ana Luisa Díaz, directora técnica de semillas del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), declaró el 5 de noviembre en Audiencia Pública que, se están haciendo “los análisis jurídicos posibles para decidir si se congela o se deroga la resolución” 970, según difundió Clementina Producciones.

La Organización Semillas dentro del análisis que realiza a la actual resolución 970, manifiesta que sus “restricciones hacen imposible que los agricultores puedan conservar, mejorar e intercambiar y comercializar sus semillas, lo que es una clara violación del derecho del agricultor y rompe con el derecho natural que ancestralmente  han ejercido sobre las semillas”.

En este sentido, el Instituto Colombiano de Agricultura (ICA) entre el 2010 y el 2012 decomisó más de 4.167.225 de kilos de semillas. En el 2011 solamente en la población de Campoalegre se destruyeron 70 toneladas de arroz, denunció Clementina Producciones en el Documental 970.

Carlos Ancízar Rico en entrevista al Tiempo, el 29 de noviembre, manifestó “claro que los pequeños y medianos agricultores campesinos estamos en peligro, pues las normas se han tornado para prohibir, no para protegernos”.

Sobre cómo enfrentar estas normas, la Organización Semillascomunicó: “Frente a la privatización y monopolización tenemos que garantizar que las semillas no tengan un solo dueño y mantener toda la diversidad posible de semillas en las parcelas”.

Declaración del encuentro de la Red de Semillas Libres de Colombia

Colombia es uno de los países del mundo con mayor agrobiodiversidad, expresada por miles de variedades nativas y criollas que están en las manos de millones de agricultores de las comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas. Las semillas son “Patrimonio de los pueblos, al servicio de la humanidad” y han sido el fundamento para su soberanía y autonomía alimentaria; por lo cual deben continuar en manos de los agricultores.

En Bogotá los días 2 y 3 de octubre de 2013 reunidas 80 organizaciones indígenas, afrocolombianas, campesinas y sociales de diferentes regiones del país realizamos el primer Encuentro Nacional de la Red de Semillas Libres de Colombia, donde planteamos y acordamos construir estrategias y acciones para la defensa de las semillas. En este contexto se inscriben los siguientes puntos de posición que consideramos fundamentales para las comunidades y que deben incluirse en las políticas gubernamentales sobre semillas:

1.    Todas las normas de semillas que operan en Colombia, se sustentan en el Convenio internacional de la Unión para la Protección de Obtentores Vegetales (UPOV), aprobado mediante la Decisión 345 de 1993 de la Comunidad Andina de Naciones, que protege los Derechos de los Obtentores Vegetales (DOV). Posteriormente la ley 1032 de 2006, en
el artículo 4, penaliza la usurpación de los (DOV); y en 2010 el ICA expidió la Resolución 970, que controla la producción, uso y comercialización de semillas. Finalmente en 2012 se aprobó la ley 1518 que implementa el Convenio UPOV 91, norma que fue derogadamrecientemente por la Corte Constitucional. Estas normas violan los derechos sobre el patrimonio genético de la nación, los derechos colectivos de los pueblos para el libre uso, producción y comercialización de las semillas y criminalizan el uso de las semillas por los agricultores y han sido proferidas sin realizar consulta previa libre e informada con poblaciones étnicas y campesinas.

2.    No aceptamos ninguna norma de propiedad intelectual aplicada sobre las semillas (patentes y derechos de obtentores vegetales), puesto que permiten su privatización y el control corporativo, mediante el monopolio de los mercados. Las normas de semillas y sus modificaciones en los últimos años en Colombia, responden a presiones desde los países industrializados para que adecuen las leyes nacionales a las normas de propiedad intelectual y al control que ejercen las empresas semilleras. Es así como normas de semillas fueron aprobadas en el marco de los Tratados de Libre Comercio, lo que conlleva a que solo se beneficien las grandes transnacionales semilleras y no a los pequeños agricultores.

3.    Exigimos la derogatoria de la resolución 970 y rechazamos cualquier norma que pretenda sustituirla. La 970 fue expedida con el argumento de lograr la sanidad y calidad de las semillas, pero en
realidad, lo que permite es entregar el control monopólico de las semillas a las empresas y volver obligatorio el uso y la comercialización de semillas certificadas y registradas, como
también criminaliza y prohíbe la producción y comercialización de semillas criollas. En el borrador de la nueva norma el ICA pretende incluir un párrafo adicional que dice; “Se excluye del ámbito de aplicación de la presente resolución, aquellas semillas de variedades locales, cuyo fin no sea la comercialización”. Este cambio en la norma lo que pretende es controlar y prohibir que las semillas criollas puedan ser usadas, intercambiadas o comercializadas por los agricultores, y que estas se mantengan confinadas en las parcelas de los agricultores y no puedan ser entregadas a terceros o comercializadas. Asimismo es inaceptable la forma como el ICA pretende realizar la consulta para proyectos sobre semillas que afecten a estas comunidades, que definió hacerla a través de internet.

4.    Rechazamos los decomisos de semillas y judicializaciones a agricultores que el ICA está realizando en diferentes regiones del país. Entre 2010 y 2012 se decomisó más de 4.167.225 kilogramos de
semillas, de acuerdo con información oficial del ICA. Consideramos ilegales estos decomisos, porque se está violando los derechos de los agricultores. En la resolución 970 del ICA, se establece que el agricultor sólo podrá reservar de su cosecha semillas de las empresas, por una sola vez, en parcelas de máximo cinco hectáreas y no puede entregarla a terceros bajo ningún título; además debe
demostrar que en su último cultivo sólo ha usado semilla legal certificada. Esta determinación es inaceptable y va en contravía de los “Derechos del Agricultor”, consagrado en el Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos (TIRFAA), de la FAO que señala: “Nada de lo que se dice en este artículo se interpretará en el sentido de limitar cualquier derecho que tengan los agricultores a conservar, utilizar, intercambiar y vender material de siembra o propagación conservado en las fincas, con arreglo a la legislación nacional y según proceda” (Art. 9, inciso 9.3)

5.    Rechazamos los cultivos y alimentos transgénicos que el Gobierno Nacional ha autorizado para la siembra y el consumo en el país y exigimos que se revoquen las autorizaciones para todos estos
organismos transgénicos. Existen suficientes evidencias científicas en el mundo que muestran los impactos ambientales, socioeconómicos y sobre la soberanía alimentaria de los pueblos, la salud humana y animal. Así mismo rechazamos la contaminación genética que generan los cultivos transgénicos sobre las semillas criollas. Es evidente el fracaso del algodón transgénico en el país, puesto que los
agricultores de Córdoba y Tolima han tenido millonarias pérdidas por las pésimas semillas de algodón transgénico que les han vendido las empresas multinacionales.

6.    Exigimos que no se obligue a los agricultores la utilización de semillas certificadas y registradas en los programas y proyectos gubernamentales de fomento agrícola y como requisito para acceder a
los créditos financieros.

7.    Exigimos que el gobierno ejerza un fuerte control sobre las empresas transnacionales que se apropian de las semillas certificadas y patentadas, que monopolizan el mercado, la disponibilidad de
semillas e imponen precios especulativos, como en los casos de semillas de algodón, arroz y papa. Igualmente deben realizarse estrictos controles de la calidad y sanidad de las semillas de las empresas, para que no afecten las semillas y la agricultura campesina.

8.    Exigimos que las políticas públicas sobre semillas se aborden integralmente y se orienten a favorecer los sistemas vivos de semillas, su libre circulación, uso, manejo y cuidado bajo el control de los pueblos y comunidades, promoviendo la agroecología y la investigación participativa para el desarrollo de semillas de buena calidad, acordes con sus necesidades y condiciones ambientales, culturales y socioeconómicas.

9.    Las comunidades indígenas, afro y campesinas de Colombia nos comprometemos a conservar, proteger y compartir nuestras semillas; esta es la mejor forma de resistir contra el despojo y la mejor forma de preservar la biodiversidad. Continuaremos trabajando dentro de nuestros propios sistemas de propagación de semillas. Las semillas en manos de las y los agricultores son un elemento fundamental para que las poblaciones rurales y urbanas garanticemos nuestra soberanía y autonomía alimentaria ante la crisis climática actual. Es por ello que como Red de Semillas Libres de Colombia y de América estamos guardando, intercambiando las semillas, no solo para nosotros, sino como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad.

Por cada semilla que nos decomisen, haremos que estas germinen y florezcan de nuevo, se multipliquen, se esparzan y caminen libremente con los agricultores por los campos de Colombia.

Organizaciones que firman el documento:

Campaña Semillas de Identidad, SWISSAID, Sunahisca, Campo Crianza, Canasta Solidaria de Bogotá, Casa Colombia – Consejo de asentamientos sustentables de las américas, La Otra Bienal, FENACOA CLOC VIA CAMPESINA, PODEA UNAL, Banco Comunitario de Semillas Huerta de Belén, Semillas de Esperanza Vida y Paz, Dignidad Papera de Boyacá, Mesa Distrital de Agricultores Urbanos de Bogotá, Cultivos Orgánicos Agricultura Sostenible – COAS Colombia, Asociación de Promotores Productores Campesinos del Oriente de Antioquía “ASPRORIENTE”, Red Colombiana de Agricultura Biológica de Antioquia – RECAB Antioquia, Cabildo Indígena Mokana- Atlántico, Corporación para el Desarrollo Solidario – CDS Cartagena, Cooperativa de Paperos de Boyacá – COOPEBOY, Agrosolidaria Boyacá, ASOFADESTI – Boyacá, Colectivo Amapolas Incidentes – Bucaramanga, Fundación San Isidro – Boyacá, Cabildo de Cañamomo y Lomaprieta – Riosucio, Resguardo.Indígena San Lorenzo-Riosucio, Fudación Semillas de Vida- Riosucio, Red de Custodios de semillas del Resguardo de Cañamomo y Lomaprieta, Diocesis de Florencia- Vicaria Sur, FUNCOP, FUNDECIMA, ATUCSARA, FONDO PAEZ, Consejo Regional Indígena del Cauca – CRIC, Cabildo Nasachacha Tierradentro – Cauca, Unidad de Organizaciones Afrocaucanas- UAFROC, Pueblo Misac – Guambia, Asociación de Productores de Purísima –APROPAPUR, ASPROCIG, ASPROAL, Resguardo Zenú San Andrés de Sotavento, Arroceros Huila, Consejo Regional Indígena del Huila – CRIHU, Red de Guardianes de Semillas de Vida – Nariño –RGSV, Parroquia Nuestra Señora del Carmen – Putumayo, Aldea del artesano de Salento – Quindío, Custodios de Semillas de Quindío, Custodio de semillas de Santa Rosa de Cabal – Risaralda, FUNDAEXPRESION – Asomaklenke – Santander, Asociación de Productores de San Antonio de Palmito – Sucre –ASPROINPAL, Asociación de Mujeres de Colosó – AMUCOL, Asociación de Mujeres Productoras de San Jaime – Sucre – ASOMUPROSAN, Corpogualí- Fresno, Consejo Regional Indígena del Tolima –CRIT, Diócesis de Libano Tolima, Grupo Semillas, Manos de Mujer Natagaima – Tolima, ECOLPROVYS Cali, Red de Mercados Agroecologicos del Valle, Escuelas Agroecológicas del Valle, Instituto Mayor Campesino de Buga – IMCA, Asociación de Pequeños Productores Campesinos de la Marina Valle- ASOPECAM, Mamapacha Tenza – Boyacá, Asomercamp Tolima, Cabildo Indígena de Yanobuco Huila, Festracol Boyacá, Mercado Orgánico Bogotá, Mercados Campesinos de Bogotá – ILSA, Comité de Interlocución Campesino y Comunal – CICC, Acción Campesina Colombiana, Mesa de unidad Agraria – MUA, Asociación Nacional de
Usuarios Campesinos Unidad y Reconstrucción – ANUC-UR, Familia de la Tierra Bogotá, CENSAT Agua Viva, Jardín Botánico de Bogotá, Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo –CAJAR, Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC, Galería Santa Fé, Universidad Minuto de Dios – UNIMINUTO, Corporación Custodios de Semillas, Guardianes de Semillas Bogotá.