Las calles de Buenos Aires están plagadas de pequeños cartelitos pegados en los semáforos, farolas y carteles publicitarios, ofreciendo sexo. Mejor dicho, ofreciendo mujeres con las cuales se puede mantener relaciones sexuales. De un tiempo a esta parte, también es común cruzarse con mujeres que se toman el trabajo de despegar todos estos cartelitos, que certifican la explotación sexual y la trata de personas.

En la Facultad de Medicina de Buenos Aires, un artista confeccionó un mural visibilizando a las víctimas de este flagelo social, utilizando dichos cartelitos publicitarios.